POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)

Ayer, invitado por la Asociación Vecinal Valviense participé en esta tercera edición. Lo hice con un tema que apenas se ha tratado por los que han escrito sobre la historia de Valdelacalzada. Mostar y enseñar cuánto tiene de arte las obras que tiene su templo parroquial de la Sagrada Familia. Templo que fue proyectado por el arquitecto José Borobio Ojeda (Zaragoza 1907-1984), arquitecto del Instituto Nacional de Colonización desde 1944 en la Delegación Regional del Ebro. Proyectó y dirigió obras de treinta y un pueblos.

En las III Jornadas de Historia de Valdelacalzada participó mi amigo y compañero Cronista Oficial de Guadajira, José Manuel Jerez Linde que expuso “Arte sacro en las iglesias del Plan Badajoz en las Vegas Bajas”. Porque los pueblos de colonización constituyen un importante campo de estudio dentro del panorama del arte español de la posguerra. Las iglesias de estos núcleos fueron dotadas de los elementos necesarios para llevar a cabo su labor pastoral. La decoración de los templos acogió: pinturas, esculturas, vidrieras, mosaicos y cerámicas, en un ejercicio de integración. En esta época el arte sacro se debatía entre la tradición y la modernidad; las piezas se reconocen por su síntesis y funcionalidad.

El Instituto Nacional de Colonización defendió unos valores estéticos avanzados, con introducción de la abstracción, gracias a la dirección del Museo Nacional de Arte Contemporáneo por José Luis Fernández del Amo, que a la vez era arquitecto del Instituto desde 1947, recomendando a las autoridades el encargo de las obras al filo de la nueva estética. Muchos de estos artistas colaboradores renovaron las artes plásticas y sus aportaciones forman parte de la vanguardia artística española de la segunda mitad del siglo XX.

En la ponencia ofrecí los autores de las imágenes de Santa Teresa de Jesús y San Isidro Labrador, hechas por el escultor José Luis Vicent Llorente (Madrid 1926-2003), Sagrado Corazón de Jesús (Casa Rufina-Madrid), San Francisco de Asís y la Virgen Madre, procedentes del Taller de Artes Granda (Madrid), en el que trabajaron artistas como José Capuz Mamano, Luis Ortega Bruz, Hortensia Núñez Ladevéze, José L. Vicent Llorente y el matrimonio Lorenzo Frechilla del Rey-Teresa Eguíbar Gallarza. Talleres de Arte Granda tiene una extensa producción a lo largo de su dilatada historia. Destaca la corona rica de la coronación y el trono de la Virgen de Guadalupe, Patrona de Extremadura. Y la corona rica de la Virgen de Barbaño, Patrona de Montijo.

Me detuve en mi exposición en la autora de las pinturas del retablo, Justa Pagés, formada en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Pintó el retablo de Valdelacalzada en 1951. Así mismo di a conocer a los asistentes el autor del mural cerámico del presbiterio, obra de Julián Gil Martín (Logroño 1939), que ofrece elementos vegetales y otros alusivos a la Eucaristía. Y el conjunto cerámico exterior de la torre, siendo su autora, Lola Gil, esposa de Gil Martín, que escenifica a San Isidro Labrador, patrón de la agricultura.

Otro de los aspectos que abordé fue el periódico “Los Pueblos Nuevos”, que editó en los años sesenta el obispado de Badajoz, en su labor de ayuda y difusión a los colonos que habitan los pueblos. Era obispo coadjutor don Doroteo Fernández y Fernández. En la proyección de imágenes de éste periódico destaqué varias noticias relacionadas con Valdelacalzada, Pueblonuevo y Guadiana.

Disfruté en su día investigando, redactando y preparando esta ponencia y disfruté ayer exponiéndola. Gracias a la Asociación Vecinal Valviense, especialmente a mi amigo José Luis Molina Bolaños por haberme invitado. Gracias al párroco de Valdelacalzada, Francisco Copete Gil por su acogida y amabilidad. Gracias a las personas que asistieron.