POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
En ella se unen dos ingredientes. Por una parte el compromiso literario del montijano, afincado en Ribera del Fresno, José Sánchez del Viejo (Montijo, 1950), y la otra parte la pintura salida del artista Domingo Quero (Almería, 1970). Dos artes unidas para crear “Ácido olor a tierra mojada”. Muestra que puede verse hasta el próximo 14 de mayo en la Sala Centinela del Teatro Nuevo Calderón de Montijo.
La rotundidad del verso de José Sánchez la introduce: “Después de la lluvia, la tierra huele a cálido, a espesa mansedumbre que acaricia por dentro, donde pesan las heridas del vivir rodeado de agravios, prisas y dudas. El olor a tierra mojada, moja a su vez, los sentidos del hombre, que reacciona hinchando los pulmones con su aroma, porque satisface y borra sinsabor. Así estos poemas, exhalan sus efluvios sacando afuera la pesadez del tiempo en que se demoraron dentro de la mente del poeta, como florescencias micológicas que envuelven la humedad del entorno y forman parte y forman parte de la misma, desprendiendo el aroma característico que da noción del parto compositivo que comporta al escribirlos”.
Domingo y José, en la amistad del arte fraguado desde hace años, coinciden en esta muestra donde se recrea la gubia del verso y la luz por el colorido que produce el deslizar del pincel por el lienzo plasmando los sentimientos que el artista percibe. “Acidez de la fruta recién cogida/del árbol elevado del edén./Muerde cuando es mordida con ahínco/y duele su venganza en las encías/porque cobra el osar arrebatarle/el germen del nuevo árbol no nacido,/prototipo unitario del boscaje/que enmarañe una selva prominente”. Y allí, una mujer desnuda, de espaldas, lamenta el mal cometido.
El acto de inauguración, intimista, contó con la presencia del alcalde de Montijo, Manuel Gómez Rodríguez, que agradeció a José Sánchez y Domingo Quero el haber traído la exposición a Montijo. Antes estuvo en Ribera del Fresno, para par pasar después a Barcelona, pues ambos artistas hicieron amistad en aquellas tierras. “Un racimo de luz, cuelga del tiempo,/de cuando el sol dedicaba todo el tiempo/a perder las nociones de su tiempo”.
Prólogo, Acidez, Amargo, Terciopelo, Racimo, Bálsamo, Fuego, Piedra, Tarde y Ciudad. Diez poemas, diez obras entregadas a la luz para conjugar en el aserto de Horacio: la pintura como la poesía.
Enhorabuena José y Domingo. Recomiendo vayan a ver la exposición. Gocen viendo su pintura y lean el poema de cada obra. Sentirán las emociones de dos hombres que desde su generosidad visibilizan y comparten su quehacer artístico.
Enhorabuena