TRASCRIPCIÓN DE PATRICIO MARÍN ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE COX (ALICANTE). ADAPTADA AL CASTELLANO ACTUAL

Excmo. Sr.

“D. José Candel de Pacheco, labrador, vecino del Lugar de Coix, Gobernación de Orihuela, en el presente Reino, y Fiscal de Montes y Plantíos en dicho Lugar, y otros circunvecinos, a V.E. con el debido respeto expone: Que así en dicho Lugar como en toda la Gobernación, es público y notorio el constante amor, y decidida voluntad que siempre ha tenido y tiene el que expone a nuestro legítimo Monarca el Sr. D. Fernando Séptimo (que Dios guarde) y a sus Augustos Padres y Sres. Reyes sus predecesores, en cuya defensa, y de los Sagrados e imprescriptibles derechos. En su Soberanía se ha sacrificado siempre en todos tiempos y ocasiones, siendo testimonio de sus servicio, y la prueba mas irrefragable de esta verdad el que adjunto acompaña bajo el número 1º, no habiendo decaído un punto su celo y amor por el Rey, ni aun en tiempos del abolido sistema de la Constitución, a la que ha sido desafecto, acreditando uno, y otro con pruebas claras, evidentes, públicas y secretas de que ha obtenido los más satisfactorios documentos que también acompaña bajo los números 2º y 3º.

En prueba de su amor al Rey tanto luego como se restableció su Soberano Gobierno por la abolición y extinción de aquel pernicioso sistema, se alistó voluntariamente en las partidas de realistas que se levantaron en este dicho Lugar, donde ha continuado haciendo los mayores servicios a pesar de su edad, hasta que tratándose por el actual Ayuntamiento del mismo de reglamentar dicho Cuerpo de realistas, formando compañías, nombres, jefes y oficiales para ellas, ser ella excluido hasta de ser individuos de dicha corporación por haberse manifestado en el acto por el alcalde actual Patricio Pacheco, que el exponente no podía continuar en el referido Cuerpo de realistas por que fue nombrado secretario segundo del Ayuntamiento Constitucional de este dicho Lugar, en el pasado año mil ochocientos veinte y uno, y vocal de su Junta de Sanidad.

El Exponente, Excmo. Sr., aun en la negada hipótesis de ser cierto haber obtenido dichos cargos en el Ayuntamiento y Junta de Sanidad del citado año debería ¿excluirse? para que por ello se le excluyese del Cuerpo de realistas a pesar de sus acreditados servicios, de peor condición que el mismo Patricio Pacheco, actual alcalde real ordinario de este Lugar por quien se le propuso la tacha, y se mantiene en su empleo, siendo así que obtuvo y desempeñó el de regidor decano del Ayuntamiento Constitucional del año mil ochocientos veinte: Que el Escribano Antonio Borja y Garcia, nombrado ahora Capitán de otra de las Compañías de realistas de este Lugar, mando en el que obtuvo y desempeñó el mismo año mil ochocientos veinte el empleo de Secretario del Ayuntamiento Constitucional y en el mil ochocientos veinte y uno, fue Subteniente de otra de las Compañías de Nacionales, y como tal hizo de pista en varias causas contra los adictos al Rey que perseguían entonces como facciosos: Que José Hernández, a quien han nombrado Ayudante del Cuerpo de realistas, no siendo vecino de este Lugar, y sí de la villa de Guardamar, como lo tiene acreditado en el ramo de quintas para eximirse del Sorteo en este Pueblo, y entrar en dicha villa donde al parecer tenía una mano para que lo exceptuaran como de hecho lo han exceptuado ; y otros muchos que pudiera detallar, a quienes lejos de habérsele dado ascenso alguno en el Cuerpo de realistas , debiera habérsele excluido por sus notorios servicios , y empleos en el tiempo del sistema revolucionario; pero basta con los tres ejemplares notados para que V.E. se haga cargo de la personalidad y arbitrariedad con que se ha obrado por este Ayuntamiento; pues en el caso que se niegas de deberse excluir al exponente por haber obtenido en tiempo de la Constitución los empleos expresados, con mayoría de razón, no se habían de obtener los de alcaldes y Capitán de realistas los significados Patricio Pacheco, y Antonio Borja, cuando menos haber dado ascenso a este, y a José Hernández en dicho Cuerpo, sin ser vecino de este Lugar excluyéndose de hacer el Servicio de quintas en él.

Mas no es esto solo lo que tiene que ofrecer a la consideración de V.E. ni su interés particular, ni otro resentimiento alguno más que el de su justa vindicación cuando se trata de manchar la opinión que tan acreditada tiene de afecto al Rey, y su legítimos derechos, con la tacha por que ha tratado de excluirse del Cuerpo de realistas, suponiendo haber obtenido empleos, o destinos en tiempo de la abolida Constitución, a la que con ello parece quiere darse a entender haber sido afecto, y por lo mismo debe hacer prescrita a la superior comprensión de V.E. que aunque bien es verdad fue nombrado para dichos destinos por el Ayuntamiento Constitucional y Junta de Sanidad de este Lugar en el referido año mil ochocientos veinte y uno, también lo es que inmediatamente llegó a su noticia dicho nombramiento, los renuncio bajo el pretexto de sus años, y achaques, cuando esto es público y notorio no le impedían ni impiden dedicarse con más actividad que ningún otro de este vecindario. En servicios más penosos en defensa de nuestro Soberano, no obstante que no le fue admitida dicha renuncia por suponer no haber en el Pueblo sujeto de más instrucción que el expone para dichos encargos, según que todo consta del documento que así mismo acompaña bajo el número 4º, también es constante no se ocupó en los referidos destinos, ni asistió a cabildo, ni junta alguna, como resultará, y podrá verse de las actas capitulares de dicho año.

En esta atención pues, y en la de que a V.E. toca exclusivamente el juzgar acerca del agravio sufrido por el exponente, con la exclusión que se le ha hecho del Cuerpo de realistas por la supuesta tacha habida consideración a su opinión política, servicios hechos en todas épocas, así favor del Rey nuestro Sr. y falsedad de la tacha propuesta en los términos que ha sido hecha, a pesar de tenerla efectivamente el Alcalde su proponente y demás sujetos que han sido ascendidos en dicho Cuerpo, recurre a su Superior justificación por conducto del Caballero Gobernador del Partido, su inmediato jefe.

Suplicándole rendidamente que teniendo por exhibidos los adjuntos documentos, cuya devolución requiere, luego se entera V.E. de ellos para la determinación de la presente instancia, se sirva previos los informes que estime oportunos, y resultando la certeza de lo expuesto decretar lo conveniente en pista desagravio de la opinión y ofensa que se ha hecho, que el suplicante con su exclusión de dicho Cuerpo de realistas, dando la orden conveniente para que se le permita su continuación en él, a fin de continuar sus servicios en defensa del Rey nuestro Sr. en la que esta pronto y decidido a sacrificar su persona, que en ello recibirá merced.

Coix y Septiembre 23, de 1824

Excmo. Sr.

Josef Candel (rubricado)

Excmo. Sr. Capitán General del Ejército y Reyno de Valencia

Contestación de Valencia

Al margen y costado de la propia instancia, el Capitán General anotaba lo siguiente:

“Capitanía General de Valencia. 1 de Octubre de 1824. Pase al Gobernador de Orihuela para que como Subinspector de los Cuerpos de voluntarios realistas, aquel gobierno reciba los informes que considere necesarios y determine lo conveniente, con sujeción a lo prevenido por Reglamento y demás órdenes e instrucciones posteriores,

Firmado y rubricado (ilegible)

José Candel Pacheco, firmante del escrito que antecede, era descendiente de familias muy vinculadas al poder local. Por línea paterna, era hijo de José Candel Jiménez (1) y nieto de José Candel Valera (2), terratenientes acomodados del Lugar de Cox. Por el lado materno era hijo de Josefa Pacheco Cervera y nieto de Antonino Pacheco Balboa (3), igualmente familia pudiente y dueña de tierras en Cox y Callosa. Ambos linajes, en 1751, unieron sus destinos en calidad de arrendatarios de los derechos señoriales del Lugar de Cox. Con dichos arrendamientos aumentaron su fortuna y su influencia dentro y fuera del pueblo. José Candel Pacheco, ostentaba el título de abogado al igual que su hermano Antonio y ambos litigaron con el Marqués de Melgarejo para conseguir balsa propia para cocer sus cáñamos. En dicha contienda jurídica obtuvieron sentencia favorable y por tanto quedaron exentos del derecho de balsaje. A la altura de 1824, José Candel Pacheco, rebasaba los setenta años de su edad, se hallaba ejerciendo de Fiscal de Montes y Plantíos. Este cargo de carácter militar llevaba implícito disponer de la correspondiente acreditación de la abogacía. Su misión consistía en velar por la conservación del arbolado de los montes, obligando a plantar y reponer los árboles que se talaban sin control. Además de ejercer como fiscal de montes y plantíos, también engrosaba las filas de las compañías de realistas de Cox, que se formaron para combatir a los liberales. A pesar de su avanzada edad, no deseaba dicho retiro y abogaba por permanecer en dichos empleos. En dicha instancia manifestaba que en contra de su voluntad fue elegido para ocupar cargos en el periodo constitucional. Se definía como fiel adicto a la causa realista del rey Fernando VII, todo ello ya sofocada la etapa de libertades. Hombre, sin duda muy apegado al poder, aunque este poder emanara de fuentes diversas, se dirigía al Capitán General del reino de Valencia vindicando honradez y lealtad al régimen de la década ominosa. En la actualidad el apellido Candel, de Cox, se halla en vías de extinción.

Notas:

(1) José Candel Jiménez, casó con Josefa Pacheco Cervera, hija de Antonino Pacheco Balboa. En 1751, junto a su suegro arrendaron los derechos señoriales del Lugar de Cox. A lo largo de su vida ocupó los cargos de Síndico de Aguas, alcalde ordinario y otras preeminencias del pueblo.

(2) José Candel Valera, padre de José Candel Jiménez, en 1728, se estableció en Cox procedente de Elda. Era terrateniente de los más destacados del Lugar y llegó a poseer más de 300 tahúlllas de campo secano de Cox. Igualmente poseyó tierras en el partido de Arbellones del término de Callosa de Segura, y una casa muy espaciosa en la plaza de San Juan de Cox.

(3) Antonino Pacheco Balboa, miembro de una familia destacada del Lugar, casó con Josefa Cervera, hija de Miguel Cervera (pobre de solemnidad). Fue hombre ambicioso y arrendó los derechos señoriales a los Marqueses de Melgarejo, y medró a la sombra del marquesado, ganándose la antipatía del común del vecindario.