POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO (BADAJOZ)
En la tarde del pasado viernes día13 de abril, realicé una visita guiada, en calidad de Cronista Oficial de Montijo, invitado por el Conservatorio Profesional de Música, a un grupo de alumnos del Aula de piano del Conservatorio Oficial de Música “Tomás Bote” de la ciudad de Almendralejo, acompañado por profesores, madres y padres, con motivo de un intercambio con alumnos de esa misma materia del Conservatorio de Montijo (Badajoz).
Silera, atrio y fachada iglesia San Pedro
Los visitantes pudieron admirar el exterior de la fábrica de la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, cuya construcción comenzó a finales del siglo XV, avanzó en diferentes fases a lo largo del siglo XVI, siendo a comienzos del siglo XVII (1604) cuando en el templo se labró el crucero y capilla mayor que dirigió el maestro Francisco Montiel, obrero mayor del duque de Feria, junto con su hijo Bartolomé González Montiel.
Les fue mostrado, junto con el exterior de la parroquial de San Pedro Apóstol, el espacio que acoge el paseo del Campo de la Iglesia (atrio) realizado en 1884-1886 por el maestro de obras Jerónimo Cabezas, bajo el proyecto del arquitecto provincial Ventura Vaca, la zona conocida por la “silera” (silos excavados en roca para el almacenaje de granos), teniendo como referencia el edificio del antiguo Pósito (año 1789), hoy sede del Conservatorio Profesional de Música y Escuela Municipal de Danza.
La visita continuó con el exterior de la sede de la Comunidad de Labradores, edificio levantado en 1919 por el maestro de obras Cristóbal Sánchez García y su sobrino Antonio del Viejo Barrena. En la calle Peñas, en la casa de doña Rafaela Guisado Donoso (1889-1975), el cronista oficial hizo una breve biografía de esta mujer que fue pianista, profesora y compositora.
Judería
En esta calle se localiza la Judería de Montijo que se encontraba en el s. XV unida a la aljama de la ciudad de Mérida, a las que se reparten dos mil quinientos maravedíes, decretados en Segovia por el Rabí Jacó Aben-Núñez, Físico del Rey y Rabí Mayor del reino hebreo.
Tras la expulsión de los judíos por los Reyes Católicos y gracias a las actas de los visitadores santiaguistas sabemos de los llamados conversos y cristianos nuevos, antiguos judíos, siendo siete u ocho vecinos (cabezas de familia) a los que se le encomendaba al cura párroco fuesen bien instruidos e informados en las cosas de la Santa Fe Católica. Dentro de sus ocupaciones figuraban profesiones artesanas como las de zapatero, herrador, ollero, sastre, herrero, tejedor y hortelano.
Años después, en el siglo XVI, el Tribunal del Santo Oficio de Llerena condenó a varios montijanos descendientes de aquellos judíos. Hombres y mujeres convertidos al cristianismo que fueron denunciados por herejes judaizantes, al practicar según sus denunciantes clandestinamente los ritos y ceremonias de sus antepasados.
He aquí algunos de los nombres que fueron juzgados por la Inquisición, predecesores de aquellos que vivieron en la aljama de Montijo: Mari Rodríguez, María Juárez, Andrés Rodríguez, Mari Gómez, Juan Rodríguez, Francisco Rodríguez, Leonor González, López Gil, Isabel González, Beatriz Macías y Diego Rodríguez.
Hombres y mujeres, que por pensar de forma diferente sufrieron en sus carnes la dureza del Santo Oficio.
En la plazuela de Santa Clara los visitantes pudieron contemplar uno de los escasos “miradores” que hay en Montijo, originales piezas de la arquitectura popular desde los que, en tiempos pasados, se observa la meteorología, las crecidas del río y de suma utilidad para localizar posibles incendios en la época de la trilla en las eras.
Capilla convento de las Clarisas
En la calle Santa Ana, antigua del Miradero, está el convento del Santo Cristo del Pasmo (religiosas clarisas franciscanas), erigido el 7 de octubre de 1704, procedente de un beaterio bajo el carisma de la tercera orden de San Francisco, legado de la beata Marina Sánchez (año 1583).
En una de sus puertas está el escudo del IV conde de Montijo, don Cristóbal Portocarrero Guzmán de Luna (1638-1704), capital general de la frontera de Extremadura, que bajo su patrocinio levantó el monasterio entre los años 1684 al 1691.
En el interior de la capilla alumnos, profesores y acompañantes pudieron ver de cerca la portentosa imagen del Santo Cristo del Pasmo, obra de mediados del s. XVI, del escultor Juan de Juni (1506-1577), labrada en madera de nogal en la ciudad de Valladolid, de la que destaca el movimiento y la naturalidad que le da Juan de Juni a sus obras, grandes, rotundas y angustiosas, donde el manierismo español encontró su mejor representación. Imagen restaurada en 2014 por la licenciada en Bellas Artes, Cristina Villar. También pudieron ver una copia del Cristo de la Reja (el original está en la zona de clausura), identificado como obra del pintor pacense Luis de Morales (1510-1586), que escenifica a Cristo con la cruz a cuestas.
Las imágenes de San Francisco (s. XIX), Santa Clara (s. XVII) y la Inmaculada Concepción (s. XVII), junto con el lienzo del Descendimiento de Jesús o la Piedad de Ntra. Señora, pintura al óleo con influencias del círculo de Bartolomé Esteban Murillo.
Tras la visita guiada se ofreció un concierto-convivencia en el Teatro Municipal en el que actuaron los alumnos de ambos centros, Montijo y Almendralejo.