POR ANTONIO SÁNCHEZ MOLLEDO, CRONISTA OFICIAL DE MALANQUILLA (ZARAGOZA)
Como ya anuncié en su momento, el sábado próximo día 18 de noviembre, seré investido Caballero de la Orden de Isabel La Católica, en un acto que se celebrará en Madrid, cuyo programa os adelanto.
Quiero agradecer las felicitaciones y muestras de cariño que me habéis hecho llegar, especialmente la del Ayuntamiento de Malanquilla. Os lo agradezco de corazón. Se que es imposible contar con muchos de vosotros por motivos geográficos, pero sabed que si -los que estáis más cerca- queréis acompañarme podéis hacerlo. El acto comenzará a las 10 de la mañana en la Catedral Castrense de Madrid, (Plaza del Sacramento, junto a la calle Mayor).
Ser investido con los atributos de esta Orden, como Caballero de la Reina Isabel, es un honor que recibo con ilusión y responsabilidad. Al margen de otras consideraciones, en lo político, Isabel fue una gran Reina, con una visión de futuro excepcional, logrando no solo la unidad de España -tan cuestionada en estos días- sino haciendo de una insignificante nación un potente estado. La Reina Isabel supo gobernar con audacia, dando testimonio al mismo tiempo de una vida austera y entregada a la fe católica que abrazó desde niña.
Es lamentable que hoy la revisión de la historia desde ideologías revolucionarías que incluso niegan el perfil de la Reina como primera y principal defensora de los indígenas en los pueblos de América, estén desfigurando la personalidad y trayectoria de una Reina de capital importancia en la historia.
El proceso para su beatificación se encuentra actualmente en el Dicasterio para las Causas de los Santos, donde aguarda el preceptivo informe de la Comisión de Teólogos, paso previo para que el Papa pueda declararla Venerable y posteriormente promulgue su beatificación. Ya está reconocido un milagro por intercesión de la Reina y está en estudio un segundo, que será definitivo para declarar su Santidad.