POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)

En la tertulia que fundó Eugenio Torrecilla en los años 60, dirigió en Langreo y, tras su muerte, trajimos al Arqueológico de Oviedo, leemos estos días a Jardiel Poncela, “Eloísa está debajo de un almendro”, comedia con buen prólogo, buen primer acto y un segundo acto que decae; me lo pareció cuando la leí en aquella Salvat-RTV, que prologó Alfredo Marquerie, y me ratifiqué estos días. Pues bien, fui el jueves a Gijón a verla en La Laboral, representada por alumnos de la ESAD, y disfruté con su prólogo, primer acto y un resumen del resto, muy de agradecer, contado por Práxedes, la muchacha de servicio (recuerdo a Laly Soldevila), con su famoso monodiálogo, que interpretó muy bien Lucía Sánchez. A la salida contemplé en la cafetería de La Laboral el fresco de Francisco Arias y degusté la cocina de Encarnita R. Parajón. Dice Jardiel, en sus máximas mínimas: qué difícil es la vida fácil.

Fuente: http://www.lne.es/