POR BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA (ALICANTE).
Xixona celebró del 22 al 26 de agosto las fiestas patronales y de moros y cristianos en honor de San Sebastián y San Bartolomé. Una festividad inolvidable. Por primera vez en la historia de estas celebraciones, que documentalmente tiene más de 230 años, no se ha celebrado la procesión en honor de San Bartolomé y San Sebastián, patronos de la localidad.
Desde la década de 1910 y hasta el 2022 las fiestas de moros y cristianos se cerraban con una procesión de los patronos de Xixona por el casco urbano. En ella sólo podían participar los festeros que lucían sus mejores galas. Poco a poco el número de festeros fue disminuyendo y por lo tanto se fue desluciendo el acto.
El Ayuntamiento de Xixona delega la organización de estas fiestas en la Federació de Sant Bartolomé y Sant Sebastià, una entidad creada en 1975 y que está formada por diez socios, las diez filaes participantes en la celebración. Las fiestas desde mediados de la década de 1960 se celebran el fin de semana más próximo al 24 de agosto, onomástica de San Bartolomé.
En 2022 la Federació propuso adelantar la procesión al jueves anterior a la trilogía festera y permitir la participación en ella de festeros y no festeros. La procesión ahora sería un acto de todo el pueblo de Xixona en el que pedirían a los patronos que intercedieran para que las fiestas discurrieran por los cauces tradicionales y no se produjeran ningún incidente. En ella los festeros no lucirían sus trajes de moros y cristianos; sino que desfilarían con unas camisetas identificativas de cada filà. La Junta Directiva elevó a la aprobación de la Asamblea General que la aprobó por 6 votos contra 3. Así en 2022 y 2023 se celebró la procesión el jueves previo a los tres días principales de las fiestas (viernes, sábado y domingo).
En septiembre de 2023 fue trasladado a la parroquia de Xixona el arcipreste Salvador Vall, quien a finales de julio de este año comunicó a sus feligreses desde el púlpito y por una carta enviada por whatsapp que no iba a participar en la procesión de las fiestas si estas se hacía el jueves, ya que la fecha tradicional siempre había sido el lunes. La noticia saltó como la pólvora en las redes sociales donde aparecieron un sin fin de opiniones, algunas proponiendo soluciones, otras criticando y algunas otras insultando. Un espectáculo lamentable.
La Federació de Sant Bartolomé y Sant Sebastià, el concejal de fiestas y la alcaldesa se reunieron en dos ocasiones con el cura, quien no dio su brazo a torcer. La Federació el viernes 16 de agosto acordó suspender la procesión y no realizar ningún acto el jueves 22 de agosto.
Así fue como, por primera vez en la historia de Xixona, no se celebró la procesión de las fiestas patronales y de moros y cristianos.
Jueves 22 de agosto.
Las fiestas de Moros y Cristianos comenzaron el jueves a las 11h con el pasacalle de los Nanos (cabezudos). Ese era el último día que salían a bailar los cabezudos acompañados por la dulzaina y el tamboril, por ello en vez de ser niños quienes se ponen estas cabezas ese día son los miembros de la filà Moros Vermells los que bailan. La filà construyó en 2019 una veintena de cabezudos para celebrar su centenario y a partir de dicho año salen también a bailar. Es por ello que con los 20 Nanos del Vermells, más la quincena de los nanos municipales y más aquellos de propiedad particular sumaron la no desdeñable cifra de casi 40 cabezudos bailando por el casco antiguo. El acompañamiento musical estuvo a cargo de la Colla de Dolçainers i Tabaleters Els Arreplegats de Xixona.
A las 20.00h estaba prevista la celebración de la procesión de San Bartolomé y San Sebastián, patronos de Xixona, que al final no se realizó. A pesar de ello los jijonencos salieron a la calle para cenar en algunas de las terrazas y bares locales.
Viernes 23 de agosto. Nit del Soparet
La fiesta comenzó sobre las 17,45 cuando se disputó la final del campeonato de cotos por parejas (una especie de guiñote conocido popularmente como cotos) entre los equipos Llauradors y Piratas-Marinos. La partida se disputó en el centro de la avinguda de la Constitució delante de la heladería Ca Geno. El triunfo fue para la pareja de la filà Llauradors, formada por Sara Ramírez y Esther Ferrándiz, que pasarán a la historia por ser la primera pareja femenina que vence en el campeonato. Como premio recibieron un suculento jamón.
Hacia las 17.00h empezaron a llegar los músicos, quienes con sus instrumentos y maletas se encaminaron al Local dels Musics, especie de albergue donde descansan los días de fiestas. Después de dejar las maletas se vistieron de gala y se desplazaron a la calle Mallorca para celebrar el primer pasacalle de las 10 bandas de música oficiales para desfilar hacia la finca el Cuernero. Allí les esperaba Héctor Llorca, director del himno de las fiestas. Tras tomar un pequeño refresco los casi 400 músicos se agruparon en el patio de la finca para recibir las instrucciones del director. Después interpretaron el pasodoble Fiesta en Jijona de Vicente Pla Candela de arriba a abajo y tras corregir algunos pasajes el director dio por terminado el ensayo del Himno de Fiestas.
A las 20.00h en la avinguda de la Constitució la Plaça se celebró el Desfile dels Xiquets y el concurso de cabos de escuadra infantil. Este desfile fue instituido hace ya más de 25 años y pretende potenciar la participación de los niños y niñas menores de 14 años, haciendo que desfilen delante de las bandas de música, y el resto de miembros de la filà lo haga detrás. También se organiza un concurso de cabos de escuadra. El jurado estuvo integrado por: Jose Luis Cortes Sirvent ,Carrasco fill; Luis Cortés Masiá, Carrasco pare, Pau Gisbert Candela, Jaume Miquel Peidró, Enric Soler Miquel, Peldanyo y Bernardo Garrigós Sirvent. Este año han participado 7 cabos de escuadra. El fallo del jurado será público muy pronto.
Al terminar el desfile todos los festeros se dirigieron a sus kábilas para celebrar la última cena antes de las fiestas. Tras ella, y a las once de la noche, desfilaron de nuevo todas las filaes.
Sábado 24 de agosto. Primer día de la Trilogía Festera y festividad de San Bartolomé.
El termómetro fue un poco más benigno que el año anterior. Hacía calor; pero la falta de humedad hizo que, aunque las temperaturas fueran altas, la sensación de calor se pudiera soportar. El primer acto del día fue la Presentación de Bandas de Música oficiales. A las 8.00h en punto arrancó el pasacalle por la avinguda de la Constitució de las 10 bandas vestidas con sus mejores galas e interpretando pasodobles de alta dificultad que emocionaron al público que se congregaba en la acera.
Al finalizar el acto, sobre las 9.30h, las autoridades festeras y locales subieron a los balcones del primer piso del Ayuntamiento para contemplar la interpretación conjunta por todas las bandas oficiales del Himno de Fiestas, el pasodoble Fiesta en Jijona de Vicente Pla Candela. La Federació de Sant Bartomeu i Sant Sebastià eligió como director del himno a Héctor Llorca Esquerdo, director de la Colla de Dolçainers i Tabaleters els Arreplegats con quienes ha cumplido este año ya una década. Héctor realizó una muy buena interpretación con un ritmo vivo que requiere el principio de la obra. Al llegar al fuerte final es cuando las sensaciones y emociones del público se desatan y los aplausos comienzan a aparecer hasta hacerse atronadores. Al terminar Héctor estaba visiblemente emocionado y contento. Una gran actuación.
Después todo el mundo se fue a almorzar y a prepararse para la Banyà. La Banyà es un pasacalle por las principales calles del núcleo antiguo en el que los vecinos lanzan a los festeros cubos de agua para que se refresquen. Este acto termina sobre las dos del mediodía con un desfile por la avenida de la Constitución.
A continuación músicos y festeros se dirigieron a sus locales sociales para reponer fuerzas.
El acto principal y más esperado de las fiestas de moros y cristianos es la Entrada. Consiste en un gran desfile que rememora una parada militar de todas las tropas cristianas y moras que se están preparando para la lucha. A las 18.00h al balcón principal de la Casa Pósito salen los festers de l’any moro y cristiano para dar inicio a la Entrada. Este es un título honorífico que pretende homenajear a dos festeros que se han desvivido por propagar y promocionar la fiesta de moros y cristianos. Este año los elegidos fueron: Alfredo Sirvent Verdú, fester de l’any del bando cristiano por la filà Piratas-Marinos y Montse Jerez Verdú, festera de l’any del bando moro por la filà Marrocs. Su misión es dar inicio al acto con estas palabras: “Per Xixona, per Sant Bartomeu i Sant Sebastià que arranque l’Entrà”. Una sonora traca y las trompetas y tambores de los heraldos anunciaron que la Entrada había comenzado.
Por el bando cristiano desfilaron las filaes: Piratas-Marinos, Llauradors, Contrabandistes, La Canyeta y Cavallers del Cid. Cerrando el bando de la cruz desfiló la capitanía, que en este 2024 correspondió a la filà Cavallers del Cid. Según anunciaron a los cuatro vientos: “Son fuerzas del Campeador que viene a encontrarnos, pues la llegada de ellos es de alegría. Grandes hazañas les provienen, con banderines y pendones anuncian su entrada, alzan sus tiendas, se preparan para la batalla. Defenderán esta noble villa con buenas tropas, armas y animales de guerra y compañía; va sonando en la villa que llegan fuertes els Cavallers del Cid. Hoy es un gran día, mejor será el de mañana… emerge una capitanía”.
En un primer bloque desfilaron el escudo de la filà y el estandarte de la capitanía del bando cristiano del 2024. Un mercado medieval y una taberna representaban la Xixona medieval. Seguidamente desfilaron los más jóvenes de la filà con trajes guerreros. Tras ellos aparecieron dos escuadras de cortesanas de palacio. Un grupo de soldados realizando ejercicios de entrenamientos militares dieron paso a la escuadra Desterrats del Cid, una de las huestes más guerreras que lucían un vestido negro con grandes protecciones metálicas sobre el pecho y un escudo sobre la capa. El casco era muy grande y metálico. Portaban como arma una espada.
Un ballet y la escenificación del juego del ajedrez adentraron a los espectadores en la corte. Sobre una carroza aparecieron los hijos de los cargos festeros quienes lucían los tres trajes históricos que ha empleado la fila en sus 50+2 años de vida. Guardando sus espaldas una escuadra de mercenarios que lucían un vestido completamente marrón que se mimetiza con el bosque. Era la escuadra que se creó para conmemorar el 50 aniversario en 2022, pero que debido a la pandemia del covid-19 se ha aplazado a este año. La escuadra Punyalet con los veteranos de la filà, que lucían el traje oficial con túnica azul, precedía la llegada de los cargos festeros.
En el último bloque desfilaron los estandartes de los primeros apellidos de los cargos festeros y de sus esposas: Sirvent, Sempere, Arres y Reche. Seis caballeros resguardaban la carroza de los cargos festeros del bando cristiano. La carroza representaba la basílica de Santa María de Elche y era bastante alta. Con trajes señoriales y guerreros, en la parte más alta de la carroza, estaban Nestor Sirvent Aniorte y José Luis Sempere Picó, capitán y abanderado del bando cristiano por la filà Cavallers del Cid. También estaban sus esposas Mari Carmen Arres y Lidiana Ramos. Sobre las 20.10 entró en l’avinguda de la Constitució la carroza que fue recibida con el lanzamiento de fuegos artificiales.
Tras ellos desfiló la escuadra campeadores con los amigos de Nestor y José Luis que lucían el traje oficial de la filà Cavallers del Cid.
Por el bando moro desfilaron: Moros Verds, Marrocs, Moros Vermells, Moros Grocs y Kaimans.
En la filà Moros Verds la escuadra la Mitja Lluna asumió la capitanía al cumplir 30 años de su creación. Desfilaron sobre una gran carroza que simulaba un patio árabe. Lucían trajes palaciegos en los que se combinaba el blanco, marrón y el verde, color de la filà.
La jefatura del bando moro correspondió este año a la filà Kaimans. La filà más joven del bando moro nacida en 1948. Escenificó la llegada de dos valerosos sultanes de Oriente cuyo objetivo prioritario era la conquista de la villa de Seixona. Para ello no escatimarán en medios haciendo un gran despliegue de tropas aguerridas y mercenarias y de armamento.
Arrancó este desfile con el estandarte de la filà acompañado por dos bailarinas interpretando la danza del vientre que anunciaban la llegada dels kaimans. Dos pequeños caballitos africanos y un ballet que representó las gotas de las aguas de un pozo daban paso a un oasis en el desierto en el que habían sedas y telas exóticas y en el que sus habitantes iban regalando al público la bebida kaimanet (Un cóctel azulado inventado por la filà) y entregando guiones explicativos del boato del kaimans. Cuidaba este oasis la escuadra Al-Azraq que destacaba el traje masculino por ser una reinterpretación más a la turca del traje oficial de la filà, con su gran turbante negro y dorado y unos pantalones amplios también negros en vez de azules.
Dos jinetes a toda velocidad y haciendo acrobacias anunciaban la falta de acuerdo y proclamaban la necesidad de luchar por la tierra. Seguidamente aparecieron dos escuadras de aguerridos mercenarios centroafricanos deseosos de combatir. Dado que no se ha llegado a un acuerdo se desata una gran tormenta azul. Una carroza portaba una especie de pirámide de cuatro alturas con 24 hechiceras que al mover sus brazos desataron un tornado para destruir a sus enemigos.
A continuación se representó la lucha entre la caballería mora contra los jinetes de la cruz, que huyen en desbandada. Un ballet escenificó la victoria de la infantería mora. Las favoritas de los cargos festeros ataviadas con trajes palaciegos aparecieron sobre sendas carrozas que simulaban jardines orientales.
Una vez conseguida la victoria los capitanes cristianos fueron arrestados y encarcelados. Estaban protegidos con dos escuadras con el vestido oficial de la filà Kaimans compuesto por bombachos azules, camiseta blanca, chaleco rojo y a la espalda un caimán bordado, faja amarilla y capa blanca.
Tras la victoria quedaba la proclamación de los vencedores. Dos grandes caimanes reptando daban paso a un ballet de la compañía formado por doce bailarinas que interpretan una danza del vientre y llevaban al público con sensualidad al interior del palacio real. Seguidamente apareció la guardia real integrada por familiares de los cargos festeros que desfilaron en camello y a caballo.
Roberto Pérez Guidet y Alberto Ortuño Espla, capitán y abanderado del bando moro por la filà Kaimans aparecieron sobre las 23.48 a las puertas del Ayuntamiento sobre una carroza que simulaba un patio real. Los trajes fueron diseñados por Paco García Galipienso. Eran unos trajes palaciegos y señoriales con predominio de las telas sobre los metales y unas capas que sobrepasaban los 2 metros. Estaban protegidos por una guardia de honor de mercenarios africanos.
Las dos capitanías brillaron por la escenificación de sus relatos, la participación de un gran número de escuadras especiales y por el gran concierto ofrecido con unas bandas de música que seleccionaron perfectamente las obras a interpretar y muy pobladas de componentes.
Hacia las 00.30h, y tras seis horas de espectáculo, terminó la Entrada en Xixona.
Domingo 25 de agosto. Segundo día de la Trilogía Festera.
El segundo día de fiestas amaneció de nuevo con un brillante sol. A las siete y media de la mañana comenzó la Diana. Un pasacalle a ritmo de pasodoble que discurre por el casco antiguo despertando a los vecinos.
A las 9,30h en la calle Josep Hernández Mira, dónde se piensa que hasta la edad moderna se encontraba la puerta principal a la villa de Seixona que estaba completamente amurallada, se escuchan unos gritos. Un grupo de contrabandistas de Sierra Morena, ante las noticias de que los moros estaban a punto de cercar la villa, cogieron sus hatillos con trabucos y navajas y se encaminaron hacia Xixona a prestar su ayuda. Su capitán y embajador fue Esteban Sempere Picó, un joven de una veintena de años, quien por primera vez escenificaba su papel. El bando cristiano estuvo representado por la filà La Canyeta. Su embajador, Antoni Fillol Picó, ante el inminente asalto de las huestes mahometanas y la valentía de los soldados de la navaja, aceptó la ayuda, cerrándose este acuerdo con un fuerte abrazo.
Nada más terminar esta embajada se oyeron los gritos de los aguerridos piratas-marinos que, tras desembarcar en las playas de El Campello, se habían dirigido a Xixona para ofrecer sus cañones, cohetes y misiles para defender la fe de Jesucristo. Allí les esperaba Doña Carolina de Herreros y Herrera, hija del capitán del Tercio de Arcabuceros. El embajador pirata fue representado por Joan Pardo Arques y Doña Carolina, por su prima Sara Pardo Ballester. Ambos entablaron un diálogo distendido y humorístico, repasando los principales acontecimientos sociales, políticos y culturales sucedidos en Xixona durante el último año como la no celebración de la procesión, el tener que ser socio para poder bañarse en la piscina municipal y la no realización todavía de los proyectos urbanísticos de la plazuela de la Iglesia del cantó de Ca Colometa. Al final las tropas Piratas decidieron unirse a las cristianas para afrontar el inmediato ataque de las huestes de la media luna.
A las 11.00h en la iglesia Parroquial Salvador Valls ofició la misa en honor a San Bartolomé, patrón de Xixona.
Una vez finalizada la comida del mediodía, sobre las cinco y media de la tarde, el sonido de los arcabuces y espingardas se hizo cada vez más patente. Eran las tropas moras capitaneadas por la filà Kaimans, las que intentaban asaltar los muros que rodeaban la villa medieval y fronteriza de Seixona. En la defensa se empeñaban las mermadas huestes cristianas capitaneadas por Néstor Sirvent y José Luis Sempere, capitán y abanderado del bando cristiano por la filà Cavallers del Cid. Las tropas cristianas: Piratas, Llauradors, Contrabandistas, la Canyeta y Cavallers del Cid se resguardaron bajo los muros de la fortaleza. Seguidamente la embajadora mora, Begoña Mira Galiana pidió la rendición a los cristianos. La oferta fue rechazada por Víctor Mira Alcaraz, quien se estrenaba como embajador cristianos. El ataque final al castillo de los mahometanos fue feroz venciendo en la contienda con lo que la media luna ondeó en las almenas del castillo.
A las diez y media de la noche los festeros abandonaron por unos momentos sus trajes y se vistieron de forma carnavalesca para escenificar la Retreta. Este año entre los temas elegidos por los festeros resaltaron: las versiones de las películas Super Mario Bross y Cazafantasma, la final de la SuperBowl y la planta de reciclaje de residuos sólidos urbanos de Xixona.
A su término los amantes de la música pop se trasladaron al Barranc de la Font para bailar al ritmo de la Tokio Band.
Lunes 26 de agosto. Tercer dia de la Trilogía Festera
El lunes, tercer día de fiestas, marcaba el final de las fiestas. A las nueve y media de la mañana y tras la Diana el bando moro representó el Juicio Sumarísimo del Moro Traidor. En él se juzga a Ben-Beni Ximeti quien traicionó a sus compañeros de los Moros Grocs y se pasó a las tropas enemigas por el amor a la cristiana Mariana. Sin embargo, esta historia de amor termina trágicamente al ser apresado, juzgado y fusilado por sus antiguos compañeros de religión. En su entierro participa todo el bando moro vistiendo sus mejores galas.
Durante el juicio el abogado defensor y el fiscal criticaron abiertamente alguna de las cuestiones de la política local del último año como la no celebración de la procesión porque en la iglesia estaba escondido Puigdemont, la lentitud del desdoblamiento de la carretera CV-800 que une Alicante y Xixona y las triquiñuelas del hermano del presidente del Gobierno.
A renglón seguido se celebró en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción una misa en honor a San Sebastián, quien libró de la peste a la ciudad el 24 de julio de 1600.
A media tarde las fuerzas cristianas conocedoras de un pasadizo que permite burlar las murallas de la villa desean conquistar Xixona. Arcabuz en mano y dirigidos por la filà Cavallers del Cid inician el asalto final. Los moros, después de haber retrocedido y estar sitiados en su fortaleza, se disponen a parlamentar dirigidos por la filà Kaimnas. Tras las palabras resuenan los cañones y los cristianos toman la plaza.
A las 21.00h todo el mundo estaba expectante en la avenida de la Constitució por el desarrollo del último acto de las fiestas, el alzamiento de capitanes y abanderados. Un acto en el que se pretendía que fuera como una segunda Entrada donde los festeros pudieran lucir sus trajes al completo y desfilar al ritmo de marcha mora, cristiana o pasodoble según sus deseos. El orden del desfile fue el siguiente: filaes sin cargos en 2025 Kaimans, Moros Verds, Marrocs, Moros Vermells,Cavallers del Cid, Piratas-Marinos, Llauradors, Contrabandistes y capitanías del 2024 Moros Grocs y La Canyeta
La filà Moros Grocs eligió a Francisco Jimenez, como capitán y Antonio Olmos Moreno, como abanderado, de las fiestas del 2025. El bando cristiano estará dirigido el año próximo por la filà La Canyeta siendo sus cargos festeros 5 jóvenes festeros: Rubén Castaño Camara, Alejandro López Sirvent, Marcos López, Andreu González Nicolau y Jaime López Miquel.
Cuando los cargos festeros del 2025 llegaron a las puertas del Ayuntamiento subieron al balcón de la casa consistorial junto con los autoridades locales y festeras para escuchar la interpretación del Himno de Fiestas el pasodoble Fiesta en Jijona de Vicente Pla Candela. El pasodoble fue interpretado por Unió Musical de Beniarrés de la filà Moros Grocs y la Unió Musical de Llutxent de la filà La Canyeta. Fue un fin de fiesta espectacular.
Este año han sido unas fiestas especiales por la gran participación de festeros, aumentando el número de jóvenes, la brillantez de la entrada que se ha convertido en un espectáculo sin cortes y, sobre todo, por no haberse celebrado la procesión en honor de San Sebastián y San Bartolomé.
FUENTE: Bernardo Garrigós Sirvent.