POR JUAN FRANCISCO RIVERO DOMÍNGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE LAS BROZAS (CÁCERES)

Un servidor ha participado este fin de semana, como cronista oficial de la villa cacereña de Las Brozas, en las V Jornadas de Historias Locales de Extremadura, celebradas en la corrala de comedias de la bellísima plaza mayor de Garrovillas de Alconétar, con dos comunicaciones: una dedicada a su tío abuelo obispo de Plasencia: Feliciano Rocha Pizarro, natural de Hinojal y la segunda, a la creación de la Fundación “El Brocense” con motivo del V Centenario de su nacimiento en 1523. Estas jornadas estaban dedicadas al Condado de Alba de Aliste.

Hubo Tres interesantes ponencias: El Conde de Alba de Aliste: origen, ámbitos, privilegios y condes más destacados”, a cargo del licenciado en Geografía e Historia Víctor Casco Ruiz; “El mecenazgo como instrumento de protección del patrimonio histórico de la nobleza: con especial referencia al Condado de Alba de Aliste”, impartida por el profesor titular de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Extremadura, Alejo Hernández Lavado y delegado en Extremadura de “Hispania Nostra”, la asociación que defiende el patrimonio cultural de España. La tercera ponencia, titulada “La economía del Condado de Alba de Aliste y la contribución de Garrovillas de Alconétar a esa economía”, la dio el licenciado en Geografía e Historia Antonio Luis Rol Benito.

Un concierto del órgano renacentista más antiguo de Europa, a cargo del joven organista de Mérida, Víctor Fonseca, quien magistralmente interpretó varios temas de los siglos XVI y XVII, ante un público muy interesado en la parroquia de Santa María de la Consolación.

Las Jornadas se cerraron con una visita al Museo Etnográfico de Garrovillas, situado en lo que fuera el Silo del Trigo, en el que hay numerosísimos objetos antiguos, distribuidos por salas, donados por los garrovillanos y totalmente restaurados, así como una segunda visita a la exposición de fotografías “Por las Tierras de Alba de Aliste”, situadas en la zona oeste de la actual provincia de Zamora, limítrofes con Portugal. Una colección de fotografías del “garrovillano” – zamorano Norberto Diez, lo da a conocer a los ciudadanos del Condado de Alba de Aliste, en Extremadura, conformado por los pueblos de Garrovillas de Alconétar, Cañaveral, Hinojal y Santiago del Campo.

MIS DOS COMUNICACIONES

Feliciano Rocha Pizarro (1870 – 1945), un obispo en las tierras de los Condes de Alba y Aliste

Feliciano Rocha Pizarro nació en Hinojal del Campo (Diócesis de Coria y provincia de Cáceres) el miércoles, 2 de febrero de 1870, Fiesta de la Purificación de la Santísima Virgen María, popularmente conocida en Hinojal como Nuestra Señora de las Candelas. Sus padres se llamaban Anselmo Rocha y María Pizarro. No existe su partida de nacimiento en el Ayuntamiento, porque además de que se quemó el archivo municipal, no fue hasta 1875 cuando se empiezan a archivar estos documentos.

El pueblo de Hinojal está situado en la comarca de los Cuatro Lugares, conformada, además por Monroy, Talaván y Santiago del Campo, y dentro de la mancomunidad extremeña de Tajo-Salor-Almonte. Se halla a una distancia de tan sólo 35 kilómetros de la capital a la que se une por la Autovía A-66, y también por la vieja carretera que va hasta Santiago del Campo y después se une con la que llega de Torrejón el Rubio y va a Cáceres. En su tiempo, este pueblo formó parte del Condado de Alba de Aliste, cuya sede central se hallaba en lo que hoy es la hospedería de turismo de Garrovillas de Alconétar.

Desde niño quiso ser cura, por lo que fue al seminario de Coria, donde estudió tres años de Latín y Humanidades, además de tres de Filosofía, siete de Teología y dos de Derecho Canónico, siendo ordenado el 10 de marzo de 1894, cuando ya era profesor de Filosofía Escolástica y Matemáticas en el seminario de Coria. Como culminación de su carrera eclesiástica don Feliciano Rocha alcanzó en 1928 el episcopado, y lo haría de la mano del cardenal Segura, con el que ya había colaborado siendo este obispo de Coria entre 1920 y 1926. El 9 de noviembre de 1928, a la edad de 58 años y 7 meses fue designado obispo auxiliar de Toledo, nombrado por Su Santidad Pío XI. Este mismo día, del 9 de noviembre, fue designado obispo de Aretusa por la Sagrada Congregación Consistorial (hoy Congregación para los Obispos, que es la congregación de la Curia Romana que realiza la selección de los nuevos obispos antes de la aprobación papal. También organiza la visita “ad limina” que realizan cada cinco años los obispos a Roma) y fue consagrado el 10 de marzo y publicada el 17 de diciembre de ese año.

Durante su mandato como obispo auxiliar de Toledo tuvo dos serios reveses. Uno el enfrentamiento con el Gobierno de la nación, tras dejar su puesto de cardenal-arzobispo, su jefe Pedro Segura por presión de la República, y otro con el cardenal Francisco Javier Vidal y Barraquer, el arzobispo de Tarragona en tiempos de la guerra civil, que se opuso al régimen de Franco que lo exilió en Suiza, donde murió.

El 28 de enero de 1935, a los 64 años y 9 meses fue designado obispo de Plasencia y en esta sede se quedó hasta su muerte el 16 de agosto de 1945.

“Fundación El Brocense”

Francisco Sánchez de Las Brozas nació en la calle Aldehuela en esta villa cacereña en 1523. Con motivo ese motivo, el próximo año 2023 será el V Centenario de su nacimiento y, por sugerencia de un servidor como cronista oficial de la villa, se propone la creación de una Fundación, entidad con personalidad jurídica, para poder realizar actividades y difusión de la obra de este ilustre extremeño que da nombre a la Institución Cultural de la Diputación Provincial de Cáceres, así como al Instituto de Enseñanza Media de la capital.

La idea general es que sean patronos de esta Fundación personas de la localidad, así como de los pueblos de la comarca Tajo – Salor – Almonte, de la provincia, de la Comunidad Autónoma, de España y también en el ámbito internacional, Suiza y Estados Unidos, así como personal de la UNESCO, además de las Universidades de Extremadura y Salamanca.

El Brocense figura en la pared posterior de la Real Academia Española, debajo del nombre de Santa Teresa de Jesús, con otras figuras ilustres de la cultura española y, por ende, universal. Asimismo, sus teorías gramaticales la estudiaron en el siglo XIX el suizo Ferdinand de Saussure, y en los siglos XX y XXI el pensador más reconocido actualmente, el norteamericano Noam Chomsky.

La Fundación se regirá por la voluntad de los fundadores, así como lo que disponga la Ley española para estos casos de una entidad cultural sin ánimo de lucro.