BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA (ALICANTE)
José E. López Mira (1922-1986) demostró a lo largo de su vida un gran amor por el arte y por su ciudad, Jijona. Así derramó su buen hacer y su esencia artística en coreografías, bailes y danzas, diseños, cuadros, escritos, que versaron sobre la cultura, las tradiciones y, como no, las fiestas de Moros y Cristianos. Su pasión por nuestras fiestas se desarrolló desde su juventud y continuó hasta el final de sus días. Desarrolló su quehacer desde el corazón y sin ahorrar esfuerzo.
Es por ello que los jijonencos sienten una verdadera pasión por su obra. Como muestra son estas palabras que le dedicó su amigo, Adrián Espí Valdes: «La historia lo evidencia de continuo: hay hombres que son insustituibles, fundamentales en el devenir, en el desarrollo diario de un pueblo, de una colectividad. Su buen hacer, su sentido de la propia vida, su entrega a los demás, su capacidad para poetizar y hacer palpable la fantasía y el juego, su magicismo…., son esos resortes, esas virtudes exquisitas que le distinguen de entre todos, que le convierten en un espíritu selecto, respetado por todos y de todos querido».
Siendo joven diseminó su arte por la incipiente revista de fiestas. Fue en 1946 cuando comenzó una colaboración con nuestra publicación festera que no cesó hasta su fallecimiento. Esta colaboración se desparramó en tres ámbitos diferentes: diseñador de cubiertas, dibujante de páginas interiores y escritor.
PORTADAS DEL PROGRAMA DE FESTES
Tras el paréntesis festero de 1945 la Comisión de Fiestas de Moros y Cristianos, dependiente del Ayuntamiento, decidió dar un giro radical a la publicación festera. Hasta ese momento este rotativo era simplemente un programa de actos editado en un par de hojas incluyendo horarios y actos y, en algunas ocasiones, un saluda del alcalde. Todo ello estampado en un tamaño cuartilla y con una extensión máxima de 8 páginas. Lo cierto es que en 1946 esta publicación se transformó e intentó convertirse en una revista. El tamaño adoptado es el del folio y el número de páginas se incrementó notablemente. Al tradicional programa de actos se añaden ahora una cubierta a modo de cartel anunciador, los saludas del alcalde, el cura y el Gobernador Civil de la provincia, un conjunto de páginas con artículos de marcado carácter cultural y festeros y las preceptivas páginas de publicidad de comercios y empresas locales.
José E. López Mira fue el encargado de realizar la portada. En ella observamos la imagen arquetípica de un joven musulmán sentado en el suelo tocando un timbal luciendo bombachos amarillos, chaleco rojo y turbante. Al fondo vemos dos elementos definitorios del paisaje jijonenco: el castillo de la Torre Grosa y el campanario de la iglesia parroquial. En la parte superior de la obra se escribe con grandes letras «Jijona» y en la parte inferior las fechas de la celebración. La técnica utilizada es la tinta combinada con el gouache.
A principios de 1950 la revista de fiestas sufrió un nuevo retroceso y volvió a imprimirse en formato cuartilla.
En 1954 realizó de nuevo el diseño de la portada. Para ello vuelve a adoptar un diseño semejante al empleado en 1946. En el lado derecho de la composición se observa de nuevo un joven musulmán sentado en el suelo y tocando con la mano izquierda un timbal y con la derecha haciendo sonar un clarín del cual pende una banderola, que sirve para disponer en ella el texto. La gran novedad del diseño es el empleo de un fondo negro sobre el que se recorta la figura. El fondo se completa con una tira de banderines decoradas con cruces y medias lunas y un grupo de estrellas que iluminan el cielo.
Este mismo dibujo, pero ahora en positivo fotográfico, fue empleado como portadilla interior del programa de actos de la revista de fiestas de 1963.
Al año siguiente, en 1955, vuelve a realizar la portada de la revista de fiestas. Para ello escenifica una idea sugerente y atractiva. Presenta una de las puertas de entrada de la villa localizada a los pies de la calle Colomers. La puerta, con forma de arco de herradura, se halla abierta. Esta entrada nos trae a la memoria la puerta principal de entrada al castillo de Denia. A la derecha de la escena se encuentran dos jóvenes musulmanas una que mira directamente al público y con su mano derecha parece mostrar el camino y la otra se halla de espaldas conversando con ella.
Al fondo se reconoce perfectamente el final de la calle Colomers. A imagen y semejanza de una obra de inicios de la década de 1950. En la parte superior se lee el texto «Grandes fiestas de Moros y Cristianos en Jijona». El resto se desparrama sobre el lado izquierdo de la puerta.
Este mismo diseño, aunque a una sola tinta y sin el texto, fue empleado en el programa de fiestas de 1963 como portadilla interior del guión de actos.
En 1958 el programa de fiestas toma de nuevo vuelo y recupera su tamaño folio y distintas plumas distinguidas versan sobre las virtudes de la ciudad.
El año siguiente, en 1959, José E. López Mira realiza la cubierta de nuestra revista festera. En ella José E. nos sorprende tanto temáticamente como plásticamente. El dibujo presenta a un moro y a un cristiano, que aparece en su iconografía por primera vez, enfrentados. El cristiano luce cotamalla y sobre ella una túnica azul y faja roja. Como armamento en la mano derecha esgrime una espada mientras en la izquierda se protege con un escudo que lleva estampado el escudo de la villa, su cabeza se cubre con un casco. Por su parte el moro viste: bombachos amarillos, camisa azul, chaleco rojo y faja a rayas. En su mano derecha presenta un alfanje con el que se enfrenta al cristiano. Esta figura da la espalda al espectador. El fondo, que tradicionalmente era un paisaje o una calle de la ciudad, ha sido sustituido por un tono blanco, neutro. En la parte superior e inferior del cartel presenta el texto «Moros y cristianos y Jijona». El texto está sombreado con color gris y se huye de las tradicionales tipografías cuadradas y de líneas rectas empleando líneas curvas. Incluso las letras de la palabra Jijona no se distribuyen en una misma línea. Todo ello quiere dar la sensación de modernidad.
Estéticamente la obra presenta importantes novedades la primera es que está realizada con gouache y plumilla. En la composición predominan las manchas de colores primarios (azul, rojo y amarillo). El dibujo se realiza mediante la ausencia de color y la proximidad con las manchas. El rostro del cristiano no está perfilado, es simplemente una mancha blanca. No está dibujado porque apenas importa quien sea realmente, lo significativo es el enfrentamiento entre estas dos culturas. Además tan siquiera el rostro del personajes musulmán se ve al estar de espaldas.
Este mismo dibujo fue empleado para crear un cartel con clara intención turística, ya que a su pie se escribieron los horarios de los actos en castellano, inglés y francés.
Tras su fallecimiento algunas de sus obras fueron empleadas como portadas del programa de fiestas. La más significativa es la de 1989 no sólo por su composición y dibujo, sino por su utilización como cubierta.
Se trata de una obra realizada en 1960 en las que presenta una calle del casco antiguo de profundas raíces morunas. En concreto es la subida desde la Placeta Nova a la calle Font Nova. Al típico paisaje urbano se le ha añadido a la derecha un moro haciendo sonar un instrumento musical y a la izquierda una mora con la intención de entrar a su casa. Posiblemente se trata de una simplificación tanto en personajes como en edificios, de una obra anterior realizada en 1954 y que artículos posteriores comentaremos. Resalta que si bien en 1954 las puertas y ventanas de las edificaciones presentan arcos de herradura ahora se perfilan adinteladas.
Esta obra es propiedad de Alfonso Soler Coloma, en aquel momento a la sazón presidente de fiestas e impresor de la revista de fiestas. Fue tan fiel a la obra de su gran amigo José E. López Mira, que no se atrevió a colocar texto alguno; convirtiéndose en la única cubierta del programa de fiestas que no presenta inscripción alguna.
En 1990 se empleó como cubierta de la revista de fiestas el boceto de uno de los grandes cuadros existentes en las dependencias de El Casino. El 9 de agosto de 1985 fue inaugurada la reforma de las instalaciones de la Agrupación Cultural Casino de Jijona. A partir de aquel momento el salón central está presidido por 4 grandes cuadros, que venían a representar las estaciones del año. El verano viene representado por una pareja de jijonencos que ofrecen limonada a una niña, siendo el marco de la escena una representación de todas las filaes jijonencas.
En 2011 la Federació de Sant Bartomeu i Sant Sebastià con la colaboración de la Agrupación Cultural Casino tuvo a bien regalar a los compradores de El Programa una reproducción de este gran cuadro. En el boceto, realizado en acuarela, están perfectamente trazados los cuatro personajes principales, sin embargo el fondo, integrado por un buen número de festeros, apenas aparece esbozado. En el cuadro definitivo su número e identidad variará.
DIBUJOS DE LAS PÁGINAS INTERIORES
Como hemos dicho con anterioridad los dibujos y bocetos de José E. López Mira sirvieron para ilustrar las páginas interiores del Programa de Fiestas. Entre todos ellos resaltamos la serie de dibujos que sirvieron para ilustrar el programa de actos de 1967.
Son cinco tiras apaisadas de 7 x 21 cm que se distribuyen en las páginas pares en la parte inferior de las hojas, mientras que en las impares al contrario, en la zona superior. La temática expuesta es: la dansa, l’Entrà, els trons, l’Ambaixada y los festejos populares.
A nivel artístico destaca por el empleo de líneas de color negro sobre un fondo que en cada cuadro es diferente. Los trazos dibujan los motivos a representar. Ya se comienza a vislumbrar que lo importante no son los rostros en sí de las personas, sino la escena que conjuntamente se representa.
ESCRITOR DEL PROGRAMA DE FESTES
José E. resaltó además de por ser un cualificado artista plástico por saber expresar su arte mediante el empleo de la pluma. Siempre que tuvo ocasión aprovechó las páginas del programa para deleitarnos con su saber. Especialmente memorables fueron sus artículos sobre la cultura tradicional jijonenca. Su primer artículo se publicó en el programa de fiestas de 1956 y lleva por título Evocación, que es una remembranza del asalto al castillo por parte de las tropas musulmanas en la edad Media.
Su último artículo apareció en la edición de 1986 y fue escrito y dedicado a su amigo y maestro Gastón Castelló en junio de 1986, quien acababa de fallecer (16 de mayo de 1986).
Bernardo Garrigós Sirvent, cronista oficial de Xixona.
BIBLIOGRAFÍA
GARRIGOS SIRVENT, Bernardo, «José E. López Mira, artista de la fiesta», El Programa, Federació de Sant Bartomeu i Sant Sebastià, Xixona, 2014, págs. 84-93.
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