POR BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA (ALICANTE)
José E. López Mira (1922-1986) es el artista jijonenco más prolífico y polifacético de la ciudad más dulce del mundo. No tuvo ningún inconveniente en prestar sus lápices para el diseño de la indumentaria de las nuevas comparsas (para los jijonencos, filaes) que se incorporaban o reaparecían en las fiestas patronales de Moros y Cristianos. Estas celebraciones son más que bicentenarias puesto que en 1791 ya se citan como evoluciones militares de moros y cristianos dedicadas en honor de San Sebastián y se indica que se celebraban en la calle El Vall donde se han realizado en ediciones anteriores. Tras la Guerra Civil las fiestas se retomaron con la participación de las filaes del bando cristianos: llauradors (ñabradores), cristianos y contrabandistas y del bando moro: grocs (amarillos) marrocs (comparsa de Marruecos) y vermells (moros encarnados). Sin embargo,poco a poco
En 1948 dibujó el traje de una nueva filà mora, cuyas principales señas de identidad eran unos pantalones azules y un chaleco, que llevaba bordado a la espalda un caimán entre dos palmeras entrecruzadas.
Así nacieron los moros azules o Kaimans. Fue Amando Picó quien solicitó este diseño, sin embargo no fue del todo bien recibido. Porque como nos cuenta Amand Picó Morant: “Amb les faixes, pel contrari, no transigiesen, i recorren a Tomàs Iborra qui els dóna la idea (que acepten finalment) d’incorporar-hi unes ratlles verticals blanques que pinta sobre la faixa i que contrasten amb el color “burdeos” de la tela”.
El traje fue confeccionado por Inocencio Saiz y los bordados los hizo Valcárcel en Alicante. En total fueron 700 pesetas del traje más 300 de las babuchas.
En 1968, cuando un grupo de jóvenes decidió sacar de nuevo a la calle a la filà Moros Verds, José E. López Mira ayudó a sus componentes en el diseño del vestido festero.
En 1972 la filà Piratas Marinos, que celebraba la capitanía del bando cristiano, decidió cambiar la indumentaria masculina. Las llamativas camisas floreadas estilo hawaiano y los pantalones y botas negras fueron abandonadas por un pantalón raso color rojo, blusa negra con bordados, chaleco blanco, cinturón de cuero, pañuelo rojo anudado al cuello y botas negras con la parte de arriba ribeteada con tela blanca.
En 1973 realizó el diseño del traje masculino y femenino de la nueva filà dels Cavallers del Cid. La indumentaria masculina estaba formada por una túnica negra con el escudo foral de Xixona en el pecho, mallas plateadas en piernas, brazos y capucha, y un yelmo de metal con dos plumas azules. Sobre la túnica lucían un peto de color blanco, que dejaba ver el escudo foral. Las botas eran de color pardo con la cruz cristiana en marrón oscuro a lo largo de la bota. La capa era de terciopelo rojo y el interior azul, también llevaban manguitos de metal con la cruz cristiana grabada.
Por su parte en el traje femenino se mezclaban los colores utilizados en el traje masculino: blanco, negro, rojo y azul. Vestía camisa interior roja y túnica hasta los tobillos azul con una cenefa blanca en el centro en sentido vertical. Sus mangas eran largas y abiertas a la altura de los codos. Un cinturón dorado de talle alto abrochaba la túnica. La cabeza se cubría con una cofia negra y una corona dorada. Lucía también una capa azul con el forro rojo.
El 11 de junio de 1975 nació la Asociación de San Bartolomé y San Sebastián y José E. López Mira ocupó el cargo de Asesor de Fiestas. Uno de sus principales cometidos era velar por la pureza de los diseños oficiales de cada una de las filaes. Para ello a lo largo de 1976 dibujó los vestidos masculinos de las 10 filaes jijonencas. Como lo importante es el traje las figuras aparecen de pie con un fondo neutro, blanco. Fueron realizados con acuarela. Estos cuadros, debido a su función, quedaron en manos de la Asociación y siempre estuvieron expuestos en su sede. Dibujos que fueron publicados en el programa de fiestas de moros y cristianos de 1976.
El éxito que estos diseños tuvieron entre los festeros llevó a José E. López Mira a pintar al óleo los diez diseños masculinos jijonencos para que fueran puestos a la venta, en una muestra celebrada del 7 al 18 de diciembre de 1982. Así aparecen en actitudes más relajadas, sentados y con la aparición de un fondo que son paisajes típicos jijonencos, como: el castillo desde l’Aigueta (Marrocs), la venta Teresa (Moros Verds). E incluso algunos festeros son reconocibles y tienen nombre y apellido, así en el Marino, distinguimos a su gran amigo Alfonso Soler Coloma.
En esta misma exposición también se pudo contemplar un óleo que narra el desfile de una escuadra de la filà Moros Verds en l’Entrà. Esta obra resalta por la ambientación que nos traslada a las jornadas agosteñas y nos sitúa en el centro de la Plaça.
En 1978 surgen con esplendor y brío las fiestas de Moros y Cristianos de Invierno. Estas fiestas fueron creadas porque los jijonencos dedicados a la venta de helados artesanos no podían participar en las fiestas patronales que se celebran en la última quincena de agosto al estar atendiendo sus negocios. Es por ello que solicitaron al Ayuntamiento hacer una fiestas de Moros y Cristianos a finales de febrero cuando se encontraban de vacaciones.
José E. López Mira puso a disposición de estos nuevos festeros, sus lápices de colores y acuarelas.
En 1979 surge una revista festera, a imagen y semejanza de la impresa en agosto, con la intención de informar a los festeros y a los jijonencos, en general, sobre la cultura, la historia y las fiestas de invierno.
José E. López Mira realiza la cubierta de esta revista. En ella intenta reflejar la particular idiosincrasia de estas celebraciones. Dibuja un cristiano, que tras un tradicional carrito de helado, ofrece a dos turistas un chambit. Toda la escena está presidida por un intenso aguacero procedente de una nube en la que se ha impreso el texto Festa dels Geladors. Ello hace referencia a la lluvia y el frío que presidió la primera celebración en 1978. Técnicamente vuelve a recurrir a las manchas de color y al trazado rápido y ligero de líneas para manifestar la escena. El empleo del azul y el rojo intenso ponen algo de luz en un paisaje, que por la lluvia se presupone oscuro. La composición no requiere un fondo, que en este caso es neutro.
En 1984 se empleó un cuadro de José E. López Mira como cubierta de la revista de fiestas. En esta obra realizada en acuarela se observa en primer plano y un moro y un cristiano en actitud amigable que llegan a ocupar casi la totalidad de la escena. El fondo se completa con el escorzo de sus monturas. Es una obra donde el color es protagonista sobre el dibujo. La gama de colores es limitada predominando los tonos morados, azules y grises. Al pie del cuadro aparece el texto Fiestas de Invierno. Xixona 1984.
De sus manos salieron un gran número de diseños y bocetos. Muchos de ellos fueron confeccionados y dieron lugar a los vestidos de las filaes Almohades y Cruzados, sin embargo otros se quedaron en el tintero.
La túnica del diseñó masculino de los Cruzados recuerda a la de la filà Cavallers del Cid por su color negro, sin embargo esta es más larga, sobrepasa la rodilla y el cuello está ribeteado por una amplia franja de color blanco. En el pecho lleva una cruz, que parece una simplificación de la cruz empleada por la orden de Calatrava. En la parte inferior derecha lleva bordado el escudo de Xixona actual. Para darle a este diseño un talle más cortesano se recurrió a dotarlo de amplias mangas. Debajo de la túnica el festero viste una cotamalla, un tanto peculiar, ya que está dividida en dos mitades siendo el lado derecho de color azul y el izquierdo rojo, siguiendo la división de colores del escudo. Esta misma división de colores se produce también en el casco. Un ancho cinturón de color marrón anuda la túnica y sirve para sujetar la capa. Esta es de color Burdeos y blanca al interior. Calzan botines de color marrón.
De este mismo año se conocen dos bocetos, uno masculino y otro femenino, que bien pudieran ser ideas para dicha filà y que no llegaron a materializarse. Son trajes de estilo cortesano.
El traje masculino sobresale por emplear más bien una túnica de escasa longitud y que deja al aire las rodillas, hecho inusual en Xixona. Era de color negro y en el pecho llevaba bordado un gran escudo de Xixona. A sus pies salía, en su lado izquierdo una gran franja de color azul y en el derecho una roja que ribetea la túnica. Debajo de la túnica vestía cotamalla de color pardo. La capa es de color azul exteriormente y roja en su interior. Su cabeza se cubría con un yelmo dorado decorado con dos plumas: una azul y otra roja.
El diseño femenino sobresalía por una gran vestido negro que llegaba hasta los pies. En el centro y desde la cintura se encontraba un gran escudo de Xixona bordado.
José E. López Mira también dibujó el diseño del traje masculino y femenino de la filà Almohades, conocidos popularmente como els blaus por el color de su bombacho.
El traje masculino es un diseño a la usanza turca. El festero luce camisa azul ribeteada con pasamanería dorada. Sobre ella se dispone un chaleco azul ricamente bordado con motivos florales. El bombacho también es de color azul. La faja es de color blanca aunque decorada con finas líneas verticales en rojo, amarillo y azul. Sin embargo, finalmente fueron sustituidas por unas franjas de mayor grosor que casi llegan a ocultar el color blanco. Las botas son negras con decoraciones doradas. El vestido se complementa con una capa blanca con los bordes ribeteados en azul y un turbante blanco en su parte delantera y azul en su zona posterior.
El traje femenino sigue los patrones tanto en el diseño como en el color marcados por el masculino. La túnica es una evolución de la camisa masculina hasta los pies, resaltando su tono azul y la pasamanería dispuesta en una franja central. La cintura se ciñe con una faja más bien estrecha a modo de cinturón. Las mangas de la túnica son mucho más amplias que las masculinas y no se ciñen a las muñecas, sino que más bien se abren. La capa es blanca y ribeteada en su parte exterior por una franja azul. Se sujeta al cuerpo a modo de camisa sin mangas. El turbante es alto y color blanco complementado con un velo azul. Los pies se calzan con sandalias azules.
Estas son algunas de las principales aportaciones que realizó Jose E. López Mira en el diseño de las filaes de Xixona, seguramente fueran más , por lo que pido benevolencia en el caso de haberme olvidado de alguna y si es así me gustaría conocerlas para complementar este trabajo.
BIBLIOGRAFÍA
GARRIGOS SIRVENT, Bernardo, «José E. López Mira, artista de la fiesta», El Programa, Federació de Sant Bartomeu i Sant Sebastià, Xixona, 2014, págs. 84-93.
PICÓ MORANT, Amand, «El Caimans», Programa de Fiestas de Moros y Cristianos, Xixona, Asociación de San Bartolomé y San Sebastián, 1984.