POR BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA (ALICANTE)
La fiesta de moros y cristianos de Xixona ha estado presente a lo largo de toda la evolución estilística y artística de José E. López Mira, por ser un tema por el que sentía especial predilección al igual que su público. Seguidamente exponemos algunas de estas obras que presentan características artísticas especiales, dispuestas cronológicamente.
Iniciamos esta descripción con una primera obra realizada en su juventud a finales de la década de 1940. Una obra donde emplea el gouache, las manchas de colores para ilustrar una especie de baile nocturno donde distinguimos a los músicos de la orquesta y a los danzantes y en la que todos ellos lucen vestidos a la moda islámica. No se trata de una obra en sí terminada, si no de un boceto inacabado, en el que podemos observar como nuestro artista experimenta y traza caminos artísticos, que después no seguiría.
En 1954 realizó una composición que en primer lugar sorprende por sus dimensiones, al ser una obra de grandes dimensiones 130 x 101 cm. El artista trata de recrear el ambiente de un mercado islámico dibujando en primer plano a la izquierda a un orfebre sentado en la calle ofreciendo sus productos a una mujer. En frente se halla un tenderete con telas de diferentes colores. El autor hace partícipe al espectador de la escena con un personaje que aparece de espaldas a la derecha y va caminando hacia la izquierda. Todo ello se sitúa en un marco arquitectónico perfectamente reconocible, las escaleras de subida desde la placeta Nueva a la calle Fuente Nueva.
Además se trata de un espacio que utilizará para ambientar una grabación del Nodo de TVE realizada por el Grupo de Coros y Danzas ese mismo año sobre las costumbres típicas jijonencas (el bautismo).
En esta ocasión José E. utiliza arcos de herradura en puertas y ventanas para recordarnos la arquitectura islámica.
Seguimos con una producción que dejará a más de uno boquiabierto. En primer lugar por su temática, ya que presenta a un percusionista recibiendo la inspiración de la musa de la música y disfrutando de un momento de euforia. En segundo lugar, porque técnicamente constituye una verdadera revolución en el mundo artístico de nuestro José E. López Mira. Esta obra de 1975 destaca por la adopción de una técnica mixta, la reducción de las figuras a los mínimos trazos, haciendo un guiño a la abstracción y la irrupción potente, fuerte de las manchas de color con sentido artístico y emocional.
Un nuevo tema festero aparece en el amplio repertorio de nuestro autor: la diana. En 1977 pintó al óleo a dos escuadras de su querida filà Marrocs desfilando delante de la puerta de la Iglesia Vieja. Algunos de estos festeros pueden ser reconocibles por el gran público. Durante las pasadas fiestas de 2010 su propietaria Ana Ibáñez decidió regalar este cuadro a la filà Marrocs, que ahora lo expone en su kàbila.
En 1982 pintó la festividad de San Sebastián, que es el germen y el origen de las actuales fiestas de moros y cristianos. No olvidemos, que hasta 1904 las fiestas patronales de Xixona unían dos festividades, la de San Sebastián, el 20 de enero y la Candelaria, el 2 de febrero. Dentro de ellas los tres o cuatro últimos días se realizan las fiestas de Moros y Cristianos. Se trata de una gran pintura, que podríamos llamar coral, donde destaca la gran cantidad de personajes que ataviados con sus trajes típicos acompañan a San Sebastián, que se halla en el centro de la obra. Lo importante en sí es la escena, el ajetreo de personas que siguen con su mirada al santo y no el retrato de los personajes, que es secundario. Incluso podemos comprobar que son muy pocos los que miran directamente hacia el espectador. Llama profundamente al espectador la amplia paleta de colores y la luz desbordante que inunda toda la escena y que caracteriza a nuestro autor.
Para la exposición pictórica de diciembre de 1982 José E. López Mira compuso una obra que resulta sencillamente espectacular. Se trata del desfile de una escuadra oficial masculina de la filà Moros Verds durante la Entrada. Esta aparece en primer plano por la Plaça rellenando por completo la composición de luz y color. El primero que aparece es un cabo de escuadra, en el centro de la obra, que con sus brazos extendidos parece incitar al espectador a introducirse en la escena. El marco escénico está representado por la densa vegetación de los árboles de la Plaça y por las banderitas que actúan de decoración. Es una pintura coral donde no es importante el reconocimiento de cada uno de los rasgos físicos de los festeros, lo esencial es la sensación que transmiten de unión festera.
Una obra inconclusa es el alardo. Los pinceles de José E. dibujan un nuevo tema. Tres miembros de la filà Marrocs, en el centro de la composición, se disponen a participar en el acto del alardo en la Plaça, reconocible por sus árboles y las guirnaldas. Con breves pinceladas de acuarela muestra su maestría.
BIBLIOGRAFÍA
GARRIGOS SIRVENT, Bernardo, «José E. López Mira, artista de la fiesta», El Programa, Federació de Sant Bartomeu i Sant Sebastià, Xixona, 2014, págs. 84-93.
FUENTE: https://bgarrigos07.wordpress.com/2022/05/28/jose-e-lopez-mira-artista-de-la-fiesta3-otras-obras-festeras/
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