EN ESE ACTO IBARRA ESTARÁ ACOMPAÑADO POR FRANCISCO JOSÉ FRANCO, UNO DE LOS CUATRO CRONISTAS OFICIALES DE LA CIUDAD
Trabaja en Navantia, ejerce como sindicalista de Comisiones Obreras (CC OO), es historiador y, además, ha tenido tiempo de escribir cuatro libros, todos con Cartagena en su título. ‘Cartagena en llamas’ es el último proyecto de José Ibarra y refleja el punto de vista de los trabajadores y de los sindicatos sobre los hechos del 5 de febrero de 1992 en la ciudad. Aquel día tuvo lugar uno de los episodios más recordados de la crisis de Cartagena: la quema de la Asamblea Regional. La presentación de la obra será el próximo viernes, 15 de diciembre a las 19.30 horas en la sede de la Fundación Cajamurcia. En ese acto Ibarra estará acompañado por Francisco José Franco, uno de los cuatro cronistas oficiales de la ciudad.
– ¿Qué significa Cartagena para usted?
-Soy cartagenero de nacimiento y todos mis parientes han vivido en esta ciudad. Desde siempre hemos trabajado en Bazán, mi familia lleva 104 años involucrada en esa empresa. Lo que ha sucedido a lo largo de los años en esta industria ha repercutido directamente en nosotros. Por eso, tanto Cartagena como su tejido industrial han sido muy importantes tanto para mi como para todos mis parientes.
– ¿Ha hecho esa relación que escriba este libro?
– Además de mi estrecha relación con la situación que se vivió en el 92, considero que había un hueco en la historia por rellenar y decidí abordarlo. Hubo un proyecto parecido, editado por Manuel Ponce, que abordaba aquella época desde una perspectiva periodística, pero yo quería hacerlo desde el punto de vista de los trabajadores y de los sindicatos.
– ¿Cómo consiguió documentar su obra?
– Este libro fue mi trabajo de fin de carrera de Historia. Lo hice en 2002 y consulté el archivo de CC OO, que guarda toda la prensa de esos años. Además, conté con los testimonios orales de personas que participaron en estas movilizaciones, por lo que solo tuve que ponerme a trabajar.
– ¿Hasta dónde le gustaría llevar su proyecto?
– Me encantaría que fuese la antesala del 25 aniversario de este hecho y también poner con ello mi granito de arena en la conmemoración de este momento histórico, que espero que sea recordado con algún acto organizado
– ¿Qué supuso este suceso en la historia de la ciudad?
-Lo sucedido el 5 de febrero de 1992 estableció un clima de solidaridad en torno a todos los ciudadanos, que entendieron que la situación de la industria era un problema global que les afectaba a todos por igual, fuesen o no trabajadores de ese sector.
– ¿Existen consecuencias de la quema de la Asamblea en la actualidad?
– Sí. La industria no se ha recuperado lo suficiente y la ciudad ha tenido que buscar otras fuentes de riqueza. No ha vuelto a tener el peso industrial que tenía. Hace unos 5 o 10 años comenzamos una lenta recuperación, pero hay mucho por hacer.
– ¿Cree en el poder de las movilizaciones como forma de protesta?
-Por supuesto. Aunque ha habido un gran cambio social, ahora la gente se moviliza menos. En aquella época los sindicatos cogieron el poder en la ciudad porque los políticos la habían abandonado y no hicieron bien su trabajo. El pueblo se puso en manos de los sindicatos que fueron los que llevaron adelante todas las reivindicaciones. En Cartagena se perdieron 15.000 puestos de trabajo, mientras el resto de las ciudades del entorno crecían. La ciudad estaba deprimida y abandonada institucionalmente, por lo que las movilizaciones ciudadanas jugaron un gran papel y esto tuvo unas consecuencias políticas.
Fuente: http://www.laverdad.es/