EL CRONISTA OFICIAL DE NOREÑA Y MIEMBRO DEL JURADO, MIGUEL ÁNGEL FUENTE, CONVOCÓ LAS DISTINCIONES
La familia Porcófila de Noreña continúa creciendo. Desde hoy el popular periodista, José María García, y el traumatólogo y el presidente del Colegio de Médicos de Asturias -muy vinculado a Noreña-, Alejandro Braña, ya forman parte de ella. El restaurante La Ferrada, de la villa Condal, acogió la entrega de los galardones: el tradicional blusón de matarife y la estatuilla que les acreditan como tal.
«Es un auténtico honor recibir premios, pero si los que recibo vienen de Asturias, que es mi tierra, el honor es mayor», aseguró García, que como él mismo apuntó «yo nací en Madrid por accidente, pero siempre digo que soy asturiano. Mi madre era asturiana, de una aldea pequeña del occidente, Ferrera de Merás, cerca de Luarca, la villa blanca de la Costa Verde». Aldea en la que García siempre pasó sus veranos (de tres meses) por lo que reconoció que «en mi carácter ha tenido una influencia decisiva Asturias». García recordó las ferias de ganado, que se hacía cada 15 días, donde dos paisanos estaban una hora discutiendo por un duro, en la transacción de un ternero, y cuando llegaban a un acuerdo «se daban la mano y decían: está hecho, está hecho». Y esa palabra ya era suficiente, aunque llegase otro ofreciendo más. Una palabra que representaba «la sinceridad, la naturalidad y, sobre todo, el trabajo y la perseverancia». Un significado que considera que se ha perdido porque «se ha acabado con el mundo rural y con el campo, matado las villas».
Su compañero de galardón, el doctor Braña, que no nació en Noreña, pero que se considera noreñense al haber pasado «los primeros años de mi vida aquí», donde forjó «las amistades más entrañables» y que, con el paso de los años, ha conseguido mantener para conservar esa vinculación con Noreña a la que tiene «un amor tremendo», aseguró.
En su intervención también recordó la lejana vinculación de los médicos «también conocidos como galenos, en referencia a Galeno de Pérgamo, uno de los mentores de la medicina por sus grandes descubrimientos en la anatomía que sirvieron hasta el siglo XIV, unos avances que consiguió con las disecciones de los cerdos», explicó.
En el acto también se aprovechó para agradecer el apoyo del empresario local Miguel Cuesta y el crítico gastronómico, José Manuel Vilabella. Ambos se llevaron el blusón de matarife.
La alcaldesa de Noreña, Amparo Antuña, fue la encargada de cerrar el acto refiriéndose al cerdo como «animal totémico de Noreña, pero como las cosas cambian que es una barbaridad, donde se llegaron a sacrificar 25.000 cabezas no hace muchos años, estamos ahora en la cota cero de sacrificios». La edil confía que el dinámico José Alberto Panero -propietario del Matadero Central- pueda recuperarlo, a pesar de estar más volcado en el ganado vacuno.
Además anunció que Noreña contará con otro monumento al gochu, «pero esta vez de granito, que nos llegará pronto desde Burgo de Osma, ciudad hermanada con Noreña, y donado por la familia Martínez Soto». El cabeza de la saga chacinera, Gil Martínez, acompañó a la familia porcófila noreñense en la entrega de los premios.
El Cronista Oficial de Noreña y miembro del jurado, Miguel Ángel Fuente, antes de disfrutar de la pitanza preparada para la ocasión -con gran presencia del gochu en los platos- convocó los Premios Porcófilos 2020.
Fuente: https://elfielato.es/