POR ANTONIO BOTÍAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA

Las investigaciones del erudito Juan Antonio López Delgado, como todo buen autor que se precie, primero han sido aclamadas fuera de la Región. Y, desde hace algunos años, puede firmarlas como orgulloso miembro de la Real Academia de la Historia de España, fundada en 1738, y que atesora una de las más fabulosas bibliotecas del país. Mejor no ahondar demasiado en aquel funcionario que rechazó en su día publicar, nada más y nada menos, otro interesante trabajo de Juan Antonio sobre la biblioteca del conde de Floridablanca, obra que fue aclamada más tarde, claro, en otras latitudes. Lo que está sucediendo con su último libro: ‘Vida de Floridablanca’. Junto a la calidad de la obra, es su charla amena y afable la que otorga la guinda a la trayectoria del profesor, entre cuyos personajes históricos figuran Ros de Olano, Cánovas del Castillo o Eduardo Rosales. Casi nada.

-¿Qué siente al ser el autor de la única biografía completa que se ha realizado hasta ahora sobre el conde murciano?

-Una enorme responsabilidad, fundamentalmente. Fui, desde la Academia de la Historia, espoleado a ello por el consejo de mi maestro, Vicente Palacio Atard, en el sentido de que Floridablanca «esperaba encontrar aún un biógrafo que honrara su memoria (la prematura muerte de Cayetano Alcázar frustró ese intento)».

-¿Qué encontrará el lector en estas páginas?

-Es un estudio serio, riguroso, muy documentado, sin acomodaciones de los hechos a tendencia alguna de escuela o de clase, sin preocupaciones sintéticas y atento a deducir sinceramente de los documentos lo que ellos diesen de sí.

-Usted disfruta del honor de ser Académico de la Real de la Historia, ¿qué le supone esa distinción?

-Siempre, responsabilidad. He tenido la suerte de que aceptaran en ella con extraordinario beneplácito trabajos míos como los tomos sobre el general Ros de Olano, la ‘Expedición militar española contra Argel de 1775’ o la monografía de Cánovas del Castillo considerado como bibliófilo.

-Atesora numerosas obras y trabajos en su haber literario y científico, ¿cuál será la siguiente?

-Estoy enfrascado, aunque con mucho adelanto ya, en el ‘Epistolario’ del gran pintor Eduardo Rosales.

-¿Qué ha supuesto para España y Murcia la figura de Floridablanca?

-Representó toda una época de prosperidad interior y de respeto en toda Europa. El conde murciano no olvidó nunca a su tierra, como demostró, por ponerle un ejemplo, en su prurito de vías de comunicación y obras hidráulicas.

-¿Tendríamos los murcianos que conocer y reconocer más a este personaje histórico?

-Sin duda alguna. Conocer es casi sinónimo de admirar y amar. El reconocimiento viene después, cuando sabemos que era el suyo un patriotismo a ultranza, sin fisuras, pero también sin las acomodaciones y contemporizaciones de la alta política y de la más fina diplomacia.

-Usted publicó otro texto sobre la biblioteca del conde, ¿era nutrida?

-Era el de Moñino un espíritu abierto a todos los campos e inquietudes del saber. Ese libro me ha dado mucha nombradía fuera de Murcia (aquí no lo quisieron publicar). La reconstitución de su biblioteca privada nunca antes había sido abordada por ninguna persona.

Fuente: http://www.laverdad.es/