POR ANTONIO BRAVO NIETO, CRONISTA OFICIAL DE MELILLA
Juan Martín Zermeño fue uno de los personajes fundamentales de la ingeniería española del siglo XVIII. Llegó a Melilla siendo muy niño, y en esta ciudad se formó: fue alumno de la Academia de Matemáticas que existía en esta plaza y ya convertido en ingeniero trazó y construyó algunas de sus principales obras defensivas.
También en Melilla nació su hijo, Pedro Martín Zermeño que alcanzó, al igual que su padre, los mayores honores en la España del XVIII. Ya nos hemos ocupado en otras ocasiones de la figura de Zermeño y de su trabajo, y ahora presentamos un nuevo trabajo sobre este personaje, esta vez en relación con la ciudad de Orán y su intervención en la reforma de la iglesia mayor.
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