POR JOSÉ SALVADOR MURGUI SORIANO, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS (VALENCIA)
Con motivo de las Fiestas Patronales, en el Libro de fiestas del año 2024, he publicado esta Crónica en homenaje a Juan Murgui y sus descendientes, recordando su participación en la Guerra de Cuba.
En su honor y agradecimiento a su familia.
Juan Murgui Murgui, nació en 1842. Su nombre y apellidos son el más claro referente identificador de su procedencia: Murgui y Murgui, de Casinos. Sus padres Juan Manuel Murgui y Rubio y Juana Murgui y Murgui estaban censados como vecinos de esta Villa, en la calle de San Francisco.
En el siglo XXI poco podemos recordar de aquel acontecer, cuando la calle de San Francisco por aquellos años estaba muy poblada; pero en el seno de una familia Murgui nace el héroe que recibirá una condecoración que ciento cincuenta y dos años después merece este honesto recordatorio.
Siguiendo el hilo conductor de esta historia encontramos en el Acta de Sorteo de Quintas del año 1863 (Archivo de la Diputación Provincial de Valencia) la siguiente explicación: “Partido del Villar. Casinos. Quinta de 3.500 hombres”.
En la sala capitular de Casinos, día 22 de marzo de 1863, reunidos los señores del Ayuntamiento, anotados al margen con los facultativos, don Vicente Cubel Médico y don Vicente Cervera, ambos titulares de este pueblo y de los talladores: Pascual Muñoz y Manuel Murgui, designados al efecto, con poca anticipación a este acto, siendo las nueve de la mañana y presentes los interesados de la quinta del año actual y de las dos inmediatos anteriores sorteos: se dio cuenta por el Alguacil de haber fijado los edictos en los parajes de costumbre y verificado las citaciones personales exigidas en los artículos 71 y 72 de la ley de reemplazos.
Seguidamente se manifiesta que se iba a proceder a la medición y declaración de tres soldados y tres suplentes que han correspondido a Casinos, según el reparto inserto en orden oficial número 61 del 12 de marzo actual, recargo con los pueblos que cita y sorteo de décimas con la Puebla de Vallbona quedaron enterados. Previo, pues, el juramento de ambos facultativos y talladores de concluir fielmente en sus respectivos cargos, declarando estos últimos estar conforme la talla que han reconocido (que de ser la misma que está destinada y usa para estos actos, yo el secretario certifico) y asociado este a su petición de dos testigos de providad se dio principio al acto de forma siguiente:
Mozos:
Pascual Ten y Muela
Carmelo Llorens y Niñerola
Rafael Murgui y García
Nicolás Murgui y Pastor
Terencio Sancho y Rubio
Pablo García y Urdiel
Juan Murgui y Murgui
Salvador Casino y Navarro
Bernabé Blay y Fuertes
León Gaspar y Pastor
Tomás Latorre y Murgui”.
Juan Murgui Murgui es llamado a quintas en 1863, con veintiún años de edad y el Acta de Quintas dice:
“Nº 7 – Llamando el mozo Juan Murgui y Murgui que obtuvo en el sorteo el número siete y medido, resulta tener de talla un metro seiscientos sesenta y dos milímetros. Preguntado si tiene alguna cosa que objetar contesta que su padre Manuel tiene sesenta años y tiene que trabajar para mantenerle -por ser pobre- cuando le sale jornal, por cuya circunstancia no le corresponde ir al servicio de las armas y no alegando cosa en contra el cuerpo de Mozos y siendo cierto lo expresado por el interesado, el Ayuntamiento corresponde con el parecer del Síndico y del mismo cuerpo de Mozos. Lo declaró exento. Caso uno, artículo 76”.
Termina el Sorteo así: “Y estando sacados los tres soldados y tres suplentes que han correspondido a este pueblo, salvo la responsabilidad de la Puebla de Vallbona, se dio por terminado este acto a las doce de la mañana; disponiéndose las filiaciones de cada uno por triplicadas y demás cumplimientos prevenidos, nombrándose por comisionado para la conducción y entrega de quintas a la capital a José Muñoz. Regidor primero. Lo firmaron = Ayuntamiento = José Muñoz = José Usach. Facultativo = Vicente Cubel = Vicente Civera = Talladores = Pascual Muñoz y Manuel Murgui, no saben = Policarpo Latorre y Miguel Usach = por los que no saben Juan Calduch Secretario.
Es copia: el Alcalde Gaspar Usach, el Secretario, Juan Calduch”.
Por tanto Juan Murgui se libra del Servicio Militar pudiendo concluir de esta forma su etapa de servicio a la Patria.
La Guerra de Cuba hizo que muchos españoles fueran a combatir en un conflicto que solo conocían a través de oídas y muy lejos de España. Aquellos soldados podrían contar las penalidades sufridas no sólo en Cuba, sino desde el momento que partieron de sus casas y emprendieron el viaje; hasta que tiempo después volvieron a sus hogares.
Dos hijos de Casinos pudieron dar fe de ello Juan Murgui y Julián Sancho Murgui, casado con Manuela Murgui Ten.
Juan Murgui, según nos refiere su familia, fue a Cuba para ganarse un jornal, intentando mejorar la situación económica de su familia.
No es momento de entrar en todos los conflictos vividos en Cuba, pero al estudiar la “Revista de Historia Militar, 127 (2020), pp. 42-82. ISSN: 0482-5748” nos cuenta un episodio histórico que es importante dar a conocer en nuestra historia como pueblo y saber de los hijos ilustres de Casinos.
El hecho ocurrido que describe la Revista Militar citada, nos dice: “1871: TORRE DE COLÓN (CUBA), UNA DEFENSA ÉPICA.
A lo largo de la historia militar de España, han sido múltiples los casos en los que un grupo de nuestros soldados se ha encontrado aislado y ha tenido que defender una posición, un baluarte, una trinchera, ante una fuerza muy superior. Y muchos son los ejemplos, de todos conocidos, en los que los defensores, a pesar de encontrarse en abrumadora inferioridad, estuvieron dispuestos a cumplir las órdenes de defender su puesto llegando hasta las últimas consecuencias.
Ciñéndonos a las especiales circunstancias de este caso de Miskrela en el que sus defensores, todos, fueron recompensados con una condecoración de prestigio, la Medalla militar, encontramos antecedentes, aunque haya que remontarse unos cuantos años y tengamos que desplazarnos de nuevo a Ultramar, a la isla de Cuba cuando todavía, a pesar de la guerra, era una parte de España: la defensa de la torre óptica de Colón el 20 de febrero de 1871.
Se trataba de una estructura defensiva de madera dotada de un heliógrafo ubicada sobre la elevación de Pinto, a cuatro leguas de Puerto Príncipe. Su guarnición, que dirigía el Alférez Cesáreo Sánchez estaba formada por el Sargento José Garabito, tres Cabos, un corneta y 21 soldados del Batallón de Chiclana; además de tres civiles. Al amanecer de aquel día, unos 500 insurrectos atacaron la instalación pero, a pesar del elevado número de atacantes, los defensores no se dejaron amedrentar. Las certeras descargas de los fusiles españoles causaron sensibles bajas en las líneas enemigas. Aun así, los insurrectos alcanzaron el foso defensivo intentando llegar hasta la misma estructura de madera con intención de incendiarla.
Dada la proximidad de atacantes y defensores, los rebeldes eran rechazados a punta de bayoneta, pero en el combate también los españoles sufrieron bajas, entre estas la del Alférez Sánchez, que resultó herido en una pierna. Cuando la situación estaba más comprometida, el corneta Garrido Andreu se ofreció voluntario para atravesar las líneas enemigas e ir a buscar auxilio en un puesto cercano.
En aquellos momentos tan críticos, los defensores se conjuraron decidiendo morir todos abrasados antes que rendirse. Pero no desfallecieron en la defensa y, finalmente, los adversarios decidieron parar el ataque y retirarse llevándose con ellos a sus heridos y muertos. En la guarnición española el balance de bajas fue de cuatro muertos de tropa y heridos: el Oficial, doce de Tropa y un paisano.
El 16 de octubre de 1871 se concedió la Cruz laureada de San Fernando al Alférez Cesáreo Sánchez. La posterior reclamación del Sargento Garabito, que había quedado inútil durante la acción, motivó la apertura de un juicio contradictorio a los demás defensores de la torre de Colón. Finalmente se concedió la Laureada a todos los defensores y a los tres paisanos, recibiendo cada uno la pensión anual de 400 pesetas”.
Leemos en la GACETA DE MADRID. Núm. 10 de 17 ABRIL DE 1871 – 867 MINISTERIO DE LA GUERRA.
“Excmo. Sr.: El Sr. Ministro de Guerra dice hoy al Capitán General de la isla de Cuba lo siguiente:
«Enterado el Rey (Q.TC’CÍ.) de la carta oficial, núm. 848, que dirigió, V.E. a este Ministerio con fecha 2 de Marzo próximo pasado, proponiendo para recompensa al Alférez del Batallón peninsular Cazadores de Chiclana expedicionario a esa isla D. Cesáreo Sánchez y Sánchez por la brillante defensa que hizo de la Torre de Colón al ser atacada por los insurrectos el día veinte de febrero anterior; en vista de lo heroico del hecho y de la extraordinaria recomendación con que reitera V. E. la referida propuesta en el parte quincenal de operaciones, correspondiente al 18 del expresado Marzo, se ha servido S. M. resolver:
1° Al mencionado Alférez, gravemente herido en tan distinguido servicio, se le concede el empleo de Capitán, sin perjuicio del derecho que le asista a la Cruz de San Fernando; que ha solicitado en juicio contradictorio.
2º Igual procedimiento se incoará para que, si les corresponde, obtengan la misma condecoración todos los individuos de tropa que concurrieron a la defensa de que se trata, y a los cuales se les confirman las recompensas otorgadas por V. E. en los términos que indica la adjunta relación; que comienza con el nombre de José Garabito Fernández y concluye con el de Pedro Esquivel.
3° Se instruirá el oportuno expediente para acreditar el fallecimiento de los que sucumbieron en tan glorioso hecho de armas, con objeto de que puedan obtener sus familias las pensiones a que haya lugar.
4º y último. La guarnición que con tanto denuedo rechazó al enemigo defendiendo él referido fuerte desfilará con su Comandante a la cabeza al frente del Batallón de Chiclana, que formado en batalla le tributará los honores que corresponden al empleo de Capitán General de Ejército; siendo también la voluntad de S. M. que la presente resolución se publique en la orden general del Ejército, Gaceta y Boletín Oficial, como justa distinción al valor y abnegación de los interesados, y para que sirva de satisfacción y noble estímulo a todas las clases militares”.
De Real Orden, comunicada por dicho Sr. Ministro, lo traslado a V. para su conocimiento, con inclusión de copia del parte detallado dé la acción de referencia.
Dios guarde á V. E. muchos años. Madrid 8 de Abril de 1871. Subsecretario interino, Marcelo de Azcárraga”.
En la “Relación de los individuos de tropa del Batallón peninsular Cazadores de Chiclana, expedicionario en la isla de Cuba, a quienes S.M. el Rey confirma por orden de esta fecha las gracias que a continuación se expresan, concedidas por el Capitán General de dicha isla recompensa del distinguido mérito que contrajeron el día 20 de febrero del año actual en la defensa de la Torre óptica de Colón.
Soldado Juan Murgui Murgui. Contusión en la mano derecha, leve. Se le concede Cruz del Mérito militar pensionada con un escudo mensual vitalicio (cuatrocientas pesetas)”.
Juan Murgui Murgui casó en primeras nupcias con Juliana Ruiz Murgui, teniendo una hija que figuró con el nombre de Trinidad; siendo llamada por Petrolinda.
En segundas nupcias casó con Felicia Salvador Adriá, natural de Liria, el 27 de noviembre de 1881; de cuyo matrimonio tuvo y dejó los siguientes hijos: Amparo, Florencia, José María, Juan, Luis, Miguel y Vicente.
Acta de Defunción. Nº 11-1897 Juan Murgui Murgui. “En Casinos a las doce de la mañana del día dieciséis de junio de mil ochocientos noventa y siete ante Don Honorio Usach Muñoz, Juez Municipal y D. Vicente Rodríguez, Secretario, comparece Constantino Murgui Murgui, natural de esta Villa, provincia de Valencia, mayor de edad, casado, labrador, domiciliado en la misma, calle de San Miguel nº 10 (Cedula Nº 390) -manifestando: Que Juan Murgui Murgui, natural de Casinos, provincia de Valencia, de 55 años de edad, labrador, y domiciliado en la calle de San Francisco nº 9, falleció a las cinco de la tarde del día de ayer, a consecuencia de neumonía infecciosa; de lo cual daba parte en debida forma como hermano del finado”.
Descendientes de Juan Murgui Murgui:
Del primer matrimonio con Juliana Ruiz, queda una nieta llamada Amparo García Murgui.
Del segundo matrimonio con Felicia Salvador, es importante reseñar una larga descendencia:
Amparo: dos hijas, Concepción y Soledad.
Florencia: un hijo del primer matrimonio: Juan Guillermo Roig Murgui. Del segundo matrimonio: José, Francisco y Florencio Santacruz Murgui.
José María, emigró a Argentina, formando una familia numerosa.
Juan: un hijo, Juan Murgui Cano que se casa con María Balbina Cano Murgui; los hijos son: Juan, Salvador, José, Modesta y Rosario.
Luis: se casó con Bárbara, quedando una descendiente llamada Luisa.
Miguel: de estado civil soltero.
Vicente: se casó con Margarita Murgui Capilla y del matrimonio nacieron siete hijos: Luis, casado con María Esteve; Margarita, casada con José María García; Vicente casado con Trinidad Navarré; Juan, casado con Josefina García Patrocinio; Francisco, casado con Teresa Vidal; Rafael, casado con Manuela Lafuente y José María, casado con Alicia Marqués.
Es un momento para el recuerdo de aquellos hombres y mujeres de Casinos que lo dieron todo por la supervivencia, creyendo en un mundo mejor para ellos y sus familias.
Recuerda un nieto de Juan que, hace muchos años, Juan y Felicia fueron a Valencia para asistir a un desfile militar; ostentando Juan Murgui sobre su camisa la Cruz Laureada de San Fernando; por lo que tuvo el honor de poder mandar “¡Descansen Armas!” a la Tropa desfilante.
Son detalles que si no se recuerdan quedan en el olvido, pero la historia del mundo la escriben grandes hombres que desde el silencio y el anonimato lo dan todo por el bien común.
Gracias als Festers del año 2024, por hacer posible que estas notas de historia lleguen a todas nuestras casas y sirvan de recuerdo y homenaje a Juan Murgui Murgui y toda su descendencia.