POR SANTOS BENÍTEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE CÁCERES
El 19 de Enero de 1479 moría en Barcelona Juan II de Aragón, a la edad de 81 años, padre de Fernando el Católico. La noticia les llega a los Reyes Católicos en Guadalupe, por lo que se trasladan rápidamente a Trujillo y en la Iglesia de Santa María celebraron un funeral en su memoria.
En aquel tiempo, los Reyes Católicos seguían en lucha con Juana la Beltraneja en la guerra de Sucesión, ya que Mérida y Medellín seguían apoyando a la Beltraneja con la ayuda de los vecinos portugueses; hasta que por fin en Alcáçovas se alcanza la tan deseada paz, venciendo los Reyes Católicos la guerra.
Y en la ciudad de Toledo el 6 de Noviembre de ese año 1479 Isabel la Católica da a luz una preciosa niña a la que pusieron de nombre Juana en recuerdo del monarca aragonés fallecido y el mismo nombre que su hermano mayor y sucesor a la corona Juan.
JUANA fue formada en urbanidad, costura, bordado, lectura, música y en lenguas romances. Su educación fue supervisada por su madre la Reina Isabel, creciendo en los alcázares de Segovia, Toledo o Avila. Tuvo de preceptor a Alejandro Geraldino y, sobre todo, a Beatriz Galindo, conocida como «La Latina». Sus biógrafos destacan sus excelentes habilidades y destrezas en la danza y en el toque de clavicordio. Pero desde bien pequeña dio muestras de un carácter muy independiente y de un escepticismo religioso que le hicieron chocar innumerables veces con su madre que nunca llegó a entenderla.
Juana jamás pensó en llegar a ser reina pero la muerte de sus hermanos Juan e Isabel, de su sobrino Miguel de Paz y de su padre Fernando el Católico la hicieron convertirse en heredera de las coronas de Castilla y Aragón.
EN EL Archivo Municipal de Cáceres tenemos dos documentos donde aparece Juana I de Castilla. En el primero de ellos, de fecha 1513, Juana confirma el privilegio dado por Sancho IV el 18 de febrero de 1291 sobre los adehesamientos del Casar, aldea de Cáceres, para que nadie pudiera adehesar en media legua de terreno alrededor del pueblo. El Casar luchó por independizarse de Cáceres pero tenía un grave problema carecía de término municipal. Sancho IV no les concedió territorio pero prohibió el adehesamiento de su término.
Y en el segundo documento aparece Juana confirmando el Privilegio dado por Enrique IV a Gutierre de Solís, por el que se le concedía 40.000 maravedís de juro sobre las Alcabalas y Tercias de la Villa de Cáceres a través de una Real Provisión de Juana I de Castilla de 2 de Noviembre de 1509. Gutierre de Solís era hermano de Gome de Solís, maestre de la orden de Alcántara, y alcanzó estas mercedes por el buen trato que tenía con Cáceres.