POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
En la Roma clásica, la de los emperadores y conquistas, la de la buena mesa y múltiples fiestas, la de la enorme lista de dioses y diosas( es decir, de divinidades), todo era motivo de celebración y banquete.- Así, por ejemplo, en las calendas de marzo las mujeres casadas (o con pareja, como se dice ahora) tenían su «día de folixa» en las fiestas denominadas MATRONALIAS , en honor de la diosa Juno, gozando esos días de los privilegios reservados a los varones.
¡Vaya! Algo parecido a la fiesta de las Aguedas, en Zamarramala (Segovia), lugar donde cada 5 de febrero las mujeres «toman el mando», incluso con nombramiento de dos alcaldesas, y se «independizan de la esclavitud marital».
Tales fiestas «matronalias» se extendieron por los paises conquistados por Roma y «dominados» por su cultura, como fue (es) el caso de España.
Cuando la religión cristiana se impuso en nuestro país y con ella los días penitenciales de la Cuaresma, muchas gentes para «compensar» el sacrificio del ayuno destinaron los tres días anteriores al Miércoles de Ceniza (domingo, lunes y martes de carnaval o de antroxu).
Había que preparar y programar los festejos carnavaleros y para ello nada mejor que reunirse el JUEVES anterior con el fin de cambiar impresiones al respecto. Y como la Cuaresma iba a exigir abstinencias, ¿por qué no conversar ayudándose de una comida nutritiva y grasa?
Aquí viene ahora mi clase diaria de latín.
La palabra latina LARDUM refiere la manteca o grasa del cerdo.
Aquel alimento (cibus) que contenga cerdo o su grasa será un «cibus lardarius»; es decir un alimento LARDERO.
ESE FUE EL APODO QUE SE DIO AL JUEVES ANTERIOR AL CARNAVAL y que el refranero confirma con su sabiduría popular: JUEVES LARDERO, LONGANIZA EN EL PUCHERO.
Ya estamos en COMADRES, fiesta de mujeres en jueves lardero para «tratar de sus cosas» y preparar los carnavales. Dícese que esta fiesta tuvo sus orígenes en Pola de Siero (Asturias) para luego extenderse por todo el Principado y hasta en países americanos donde hube emigración asturiana. La merienda obligada era a base de BOLLOS PREÑAOS (un bollo mediano-pequeño con un chorizo dentro), merienda que al correr de los años «se amplió» a una fritura de picadillo, a unos callos, a pinchos de tortilla y a dulcería carnavalera como apuntábamos ayer (frixuelos, torrijas, florones, orejas…).
¡Ah! Hubo unos años -creo que ya superados- donde el «comadreo» se ampliaba con espectáculos «sexy boys» un tanto «poco recomendables».
Pues nada, nada… Las señoras, señoritas y mozas galanas, a COMADRAR.
Los señores, señoritos y mozos galanes, a COMPADRAR y a comentar el partido de ayer (R. Madrid 0, Barça 3) y el Valencia-Betis.
¡Feliz día!