POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
Junio se despide en este largo y cálido miércoles, cediendo el reloj del tiempo a julio. Un nuevo mes que traerá noches de insomnio, tardes de siesta, mediodías de picadillo y gazpacho. Julio acarrea la festividad de San Fermín, en el medio la Virgen del Carmen, y en el tramo final Santiago, Santa Ana, San Joaquín y San Ignacio. Días amplios, largos, con mucha luz; tanta luz que duplican a los del oscuro diciembre. Así es el nuevo mes que ya llega, haciendo que chirríen los cangilones de la noria en el silencio de la tarde. Quedando fija y quieta a la higuera, que bajo su sombra zumban moscas y avispas, inquietando el ambiente de su fresca penumbra, donde una larga columna de hormigas trepa por su tronco.