POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
All Blacks ganó el Princesa y el premio se fue a las antípodas, en el amplio sentido de la palabra, porque son de Nueva Zelanda y porque si el fútbol es en España el deporte rey, el rugby es el deporte mendigo, con un balón que ni siquiera es redondo y se maneja también con la mano, algo que en la dictadura franquista se consideraba cosa de maricas y aún en el fútbol actual se castiga duramente; se puede meter la pata, la mano no. Pues bien, honramos a la selección negra (el negro significa claridad nula) por incorporar manos y brazos al juego de la pelota y contribuir tanto a la integración de los miembros superiores del cuerpo humano como de todos los miembros de la comunidad, sin importar su origen, o, mejor dicho, importándolo, acogiendo a cada cual en favor de una legión que se manifiesta antes de los partidos con la danza “Ka mate”, “Yo muero”; o sea, “Soy un novio de la muerte”, a lo maorí.
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