POR ALFONSO ROVIRA, CRONISTA OFICIAL GRÁFICO DE ALZIRA (VALENCIA)
Siempre ha sido, es y será una gozada participar en las excursiones culturales que prepara y organiza don Paco Momblanch, presidente querido de los cronistas oficiales del Reino de Valencia. En esta ocasión al destino eran tierras de Segovia y Ávila, para visitar las exposiciones de las “Edades del Hombre en Arévalo; Palacio de La Granja de San Ildefonso y recorrer poco a poco detenidamente las calles, catedral, Alcázar, Monasterio de Jerónimos en “El Parral”, Acueducto, Iglesia de la Vera Cruz, de la Orden de Malta y Real Monasterio de San Antonio, todo esto en Segovia.
Debo añadir, antes de dar comienzo a desgranar el disfrute de esta expedición a tierras castellanas, que para el que firma estas líneas, la más agradable excursión que organizó Don Paco, fue a la “Ruta del Insigne Caballero Don Quijote de la Mancha -una de ellas- en 2005, entre el 21 y 23 de abril.
El jueves 10 de octubre, aprovechando el “puente” del Pilar, al comenzar la tarde, partíamos desde Valencia, emprendiendo el viaje al centro de la “piel de toro”, llegando a última hora a Segovia, alojándonos en el hotel Puerta de Segovia, donde fuimos muy bien atendidos.
A la mañana siguiente, viernes 11 de octubre, viajamos al Real Sitio de San Ildefonso, donde nos recibió el alcalde de la localidad, Don José Luís Vázquez Fernández, quien muy bien acompañado de Eduardo Juárez, cronista oficial de La Granja, nos dio una lección magistral e histórica del entorno, población y palacio donde pasaba el verano el rey Felipe V -personaje de desagradables recuerdos para los valencianos-. Tras la recepción visitamos detenidamente el palacio del Real Sitio, siguiendo la ruta programada para este día hacia Arévalo, con parada obligatoria en Santa María Real de Nieva, donde nos recreamos recorriendo su iglesia y maravilloso claustro. Al mediodía degustamos las delicias culinarias de la cocina castellana en el restarante “La muralla”, visionando después el castillo de los Fonseca.
A la hora convenida con el guía en Arévalo, recorrimos las instalaciones donde se mostraban “Las edades del Hombre”, que se exponían en tres iglesias del lugar bajo el lema de “Credo”.
El sábado12, festividad de la Virgen del Plar, patrona de la Hispanidad, lo dedicamos enteramente a recorrer la ciudad de Segovia, comenzando por la catedral donde coincidimos con la celebración de la eucaristía, presidida por el Ordinario del Lugar, con la participación del Beneméri Instituto de la Guardia Civil en homenaje a su Patrona. Seguimos la visita para encontrarnos toda la expedición en el Alcázar, donde el rey Carlos III fundó el real Colegio de Artillería.
Aquella tarde del sábado 12, don Paco organizó la visita a la iglesia de la Vera Cruz, donde antaño los Caballeros de ls Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, celebraban frecuentemente sus oficios. De este lugar nos trasladamos el monasterio de Jerónimos “El Parral”, donde a pesar de estar cerrado al público por ser dia festivo, nos permitieron visitar la iglesia y el claustro. Por la vereda del río Eresma, nos dirigimos a visitar la Real Fábrica de Moneda, que mandó construir Felipe II, disfrutando de los ingenios movidos hidráulicamente, siguiendo a continuación para entrar en elc convento de San Juan de la Cruz de los PP Carmelitas descalzos, con los que conluiría las visitas del día.
El domingo 13 de octubre dedicamos la mañana especialmente a visitar el convento de San Antonio, una de las más sobresalientes joyas que conserva la ciudad de Segovia, habitado por religiosas de clausura de Santa Clara. Este edificio fue casa de recreo de Enrique IV cuando era príncipe y, al comenzar su reinado, fundó un convento de PP franciscanos, que posteriormente cedieron el monasterio a la monjas de Santa Clara. La iglesia posiblemente fuera el salón principal del palacio, con un techo mudéjar que es una auténtica joya.
Tras la suculenta comida disfrutada en el hotel Puerta de Segovia, con viandas populares de aquellas tierras, regresamos a Valencia, después de unos días maravillosos transcurridos en Castilla, compartiendo con buena compañía en este entrañable viaje. Gracias don Paco.