POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA
Por fin, y si la suerte ayuda y no se levanta alguna tormenta de verano, parece ser que ha llegado la hora de actualizar y poner a punto una de las vías de más solera, de la península Ibérica, esa vía que con tres mil años de historia a la espalda, sobre ella se han escrito más páginas de la historia que sobre el resto y esta aparente exageración no cuenta además con ese aspecto que se refiere a la definición, calificación y clasificación de los grupos, conjuntos, tendencias, siglas y nombres propios, cuya definición ha quedado muy clara a lo largo de todo ese tiempo histórico a lo largo del cual la ignorancia, el abandono y las malas tendencias han olvidado, postergado y despreciado a una de las vías más antiguas de eso que llamamos Europa y que parece ha comenzado despertar de un sueño.
Por fin la carretera Nacional 630, ese eje Norte-Sur, que ha visto nacer, crecer y pasar, ideas, ilusiones y hasta pueblos enteros, que ha sido utilizada como vía comercial, ruta de invasión, unas veces táctica y otras estratégica y siempre abierta, sin duda a lo largo de estos milenios ha ido acumulando a lo largo de su trayecto los restos de pueblos que no se han preocupado nunca de valorar su riqueza y las posibilidades de tan singular como valioso camino y despreciándola la han dejado con toda esa carga tan pobre como miserable de lo que se ha debido hacer. Por fin le ha llegado la hora y parece, que ahora sí, el camino histórico entre Zamora y Benavente va a acabar convertido en autovía. El último tramo de carretera de la Ruta de la Plata que no se había desdoblado va a ser una realidad en meses.
La historia se ha escrito a lo largo de los caminos y hasta las ideas han seguido esas rutas, muchas veces salvando simas y abruptos despeñaderos, veredas y senderos falsos y atajos traicioneros, pero siempre el camino firme y real se ha impuesto y ha sobrevivido al tiempo y a la ignorancia de los hombres empeñados en mirar siempre hacia adelante.
El anecdotario histórico que podríamos desarrollar en esta histórica vía, nos dejaría perplejos, eso sin salirnos del pasado siglo veinte y nada digamos si nos lanzamos a lo largo de los siglos, de la misma manera que si comentamos los avatares de la Raya, esa especie de mutilación Ibérica que pensadores de dentro y de fuera han visto como uno más de los tristes ejemplos históricos que tenemos en nuestro haber.
No podemos menos de felicitar con toda la carga emocional que permite esta decisión del comienzo de unas obras que hace más de medio siglo han debido realizarse y de este desatino, hay decenas y decenas de nobles que cuyas responsabilidades si se escribieran, ocuparían millones de folios. Llegó la hora, como siempre tarde. Pero al fin llegó y eso es de agradecer.
Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/