POR MANUEL LANUSSE ALCOVER, CRONISTA OFICIAL DE CULLERA (VALENCIA)
La Universitat de València presenta la exposición ‘Salvar el patrimonio, defender la memoria. Felipe Mateu y Llopis’, un proyecto organizado por el Vicerectorat d’Investigació y la Biblioteca Històrica con motivo de la conmemoración, este año, del 25º aniversario de la muerte de este insigne valenciano.
La iniciativa quiere recordar su esfuerzo en defensa del patrimonio y reivindicar la figura de un hombre merecedor de los honores reservados a los benefactores del patrimonio público. El recorrido por la trayectoria de este prestigioso historiador, que fue bibliotecario y numismático, hace evidente la especial deuda de gratitud que la cultura valenciana tiene con él.
Entre el 21 de junio y el 3 de septiembre, la sala Duque de Calabria del Centre Cultural La Nau albergará una selección de unas cuarenta piezas: libros, prensa, fotografías y documentos de archivo que subrayan la relevancia que Felipe Mateu tuvo en la vida social y cultural de Valencia.
En la inauguración, celebrada este miércoles, han intervenido el vicerrector de investigación, Carlos Hermenegildo Caudevilla; la directora de la Biblioteca Històrica, María Jesús García Mateu, y los comisarios de la exposición, Manuel Lanusse Alcover, cronista de Cullera, y Mateu Rodrigo Lizondo, profesor honorario de la Universitat de València.
Felipe Mateu y Llopis (Valencia 1901 – Barcelona 1998) se dedicó a los estudios de historia de nuestro país y, en particular, a la investigación de la moneda propia del Reino, llegando a ser un numismático muy reconocido. Pero sobre todo, y muy especialmente, hay que agradecerle su papel en el capítulo del salvamento y la defensa de algunos de los principales archivos valencianos durante la Guerra Civil (1936-1939), que amenazaba con destruir en unos meses las fuentes documentales y artísticas de nuestra cultura.
Fue catedrático de universidad de Paleografía y Diplomática, cargo que ejerció en Oviedo (1943), Valencia (1943-1945) y, finalmente, Barcelona (1945-1971); miembro del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos (1930), destinado en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, en el Archivo del Reino de Valencia (1937-1938), y ya, con carácter definitivo, ocupó la dirección de la Biblioteca de Cataluña (1940-1973).
La muestra se divide en cuatro secciones: “Reseña biográfica”, “Defensa y rescate del patrimonio documental y bibliográfico durante la Guerra Civil”, “Presencia en la vida cultural valenciana” y “Publicaciones”.
La primera sección, “Reseña biográfica”, muestra algunos documentos de su vida profesional, como el expediente académico o los informes que emitió en calidad de Inspector de bibliotecas de la “Zona de Levante”.
La segunda sección, “Defensa y rescate del patrimonio documental y bibliográfico durante la Guerra Civil”, se centra en el papel esencial que desempeñó en las operaciones de salvamento, imbuido de un elevado sentido profesional y de conciencia valenciana. Durante la Guerra Civil, que inició como conservador de Numismática del Museo Arqueológico Nacional, actuó valientemente en la preservación del monetario de oro, en gran parte confiscado y perdido. Pero el episodio más relevante lo protagonizó cuando, trasladado al Archivo del Reino de Valencia, asumió el rescate de una ruina segura de archivos de enorme valor, como los de las catedrales de Valencia y de Segorbe, fondos varios de la de Toledo y de Cuenca, archivos y bibliotecas conventuales, fondos nobiliarios y de particulares, como los del canónigo Sanchis Sivera. Igualmente, se debe a su intervención la recuperación de algunas obras de arte significativas de la catedral de Valencia. Entre las piezas expuestas se incluyen dos obras del siglo XVI que Mateu y Llopis rescató de les fábricas antes de que fueran convertidas en pasta de papel.
La sección “Presencia en la vida cultural valenciana” ofrece una visión sobre su implicación en este ámbito. Se exponen documentos de archivo, como cartas e invitaciones, que lo relacionan con el Centro de Cultura Valenciana y con ilustres personalidades como Nicolau-Primitiu Gómez Serrano, Francesc Almela i Vives, Manuel Sanchis Guarner y Joan Fuster.
En la última sección, “Publicaciones”, se expone una selección de la obra de Felipe Mateu, fruto de una dilatada vida de actividad infatigable y erudita. Entre su fecunda producción, destaca una bibliografía sobre historia monetaria, así como estudios sobre la sigilografía, la archivística y la diplomática. Se muestran igualmente algunas obras de carácter valencianista, como El País Valencià (L’Estel, 1933), premiada por el Ayuntamiento de Valencia, y dos obras que sistematizan su trabajo: el repertorio Titula de Felipe Mateu y Llopis (Barcelona, 1984) y la compilación antológica Studia et scripta historica ac litteraria (Barcelona, 2003) de la Fundación Abat Oliba.
Con Salvar el patrimonio, defender la memoria, la Biblioteca Histórica de la Universitat de València sitúa en su justo y elevado valor la figura de Felipe Mateu y Llopis y le dedica un homenaje, uno de los muchos que aún se le deben, por su trabajo y dedicación en pro del patrimonio y de la cultura valencianos, en los momentos trágicos de la Guerra Civil. Felipe Mateu y Llopis murió en 1998, a la edad de noventa y seis años, en Barcelona. Su vida fue un modelo de fidelidad, sensibilidad y profesionalidad que merece el reconocimiento del mundo de la cultura y, en especial, de toda la sociedad valenciana.