POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS. CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Ayer por la tarde, en Montijo, coincidiendo con el jalogüin, la Agrupación Cultural Agla organizó un taller y pasacalle con “La Calavera el conqui”. También Lobón organizó esta actividad que les encanta a los más pequeños. Actividad que solíamos hacerla en verano, pues así lo narré y escribí en su día en mi libro “Los quehaceres y los días. Montijo en la Memoria”: “Agosto trae en sus paseos por los rincones oscuros de las callejas de la noche sonido a cadena, miedo, pánico y susto en el cuerpo por la sombra blanca que produce la silueta de una pantaruja. En agosto transita el rito de una sandía hueca con ojos tenebrosos y boca feroz, donde en su interior una vela la iluminaba y le daba aspecto fantasmagórico. La redonda sandía horadada y perforada era pegada sobre una tabla para ser sacada en nocturna procesión, mientras un coro infantil de penitentes y acompañantes, en su despedida, en la emoción, la velaban y le cantaban “Pobre sardina ya se murió, le cantaremos misa mayor. La calavera el conqui”.
EL JALOGÜIN ES DE LOS CHINOS
Si me lo permiten, lo explico. El jalogüin, sí, el “jalogüin”, con todos sus avíos no es de los americanos. Qué va. El jalogüin es de los chinos. ¿De los chinos? Sí, de los chinos. Vaya usted a un chino y encontrará brujas, calabazas, arañas, calaveras, murciélagos, capas y fantasmas. Todo el jalogüin de los chinos abierto las 24 horas. Respeto lo respetable pero no me dejo influenciar por la globalización del miedo de los muertos de todos los muertos del jalogüin. Tanto protestar contra los americanos y ahora venga jalogüin.