LA CRONISTA OFICIAL DE OVIEDO, CARMEN RUIZ-TILVE ASISTIÓ AYER A UN ACTO QUE SIRVIÓ DE REINAUGURACIÓN
Ya está casi todo listo para que el lunes reabra la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo después de cinco meses cerrada por obras. La primera impresión de quien entra en que capilla del palacio de Alfonso II es que ha recuperado una luminosidad que muchos desconocían. Es el color original de su piedra. Los trabajos han pretendido precisamente eso: destacar lo antiguo de lo añadido en la reconstrucción tras la voladura del 34. Se advierten distintas texturas en la piedra de las paredes, e incluso añadidos en las esculturas.
La intervención más importante que se ha realizado en la capilla deja ver policromías añadidas, conserva los hierros donde se colgaban las velas que la iluminaban, descubre inscripciones realizadas por peregrinos, y un zafiro azul en uno de los ojos de Santo Tomás (en la primera columna a la derecha nada más entrar). Ha mejorado la iluminación para realzar la importancia escultórica del apostolado románico o las labras de la bóveda. Y ha reordenado las reliquias. Continúan estando detrás de la verja oscura que contrasta con la claridad que ahora ha adquirido la estancia.
Permanecen de una forma más organizada, delante las más relevantes y detrás las menores jerarquizadas en vitrinas. A los dos lados en primera línea, las cruces, de los Ángeles y la Victoria, con el Cristo de Nicodemo y la Caja de las Ágatas. Una serie de espejos colocados detrás o debajo de las piezas permite ver también su reverso, sus tallas y piedras. En el centro, el Arca Santa (pendiente de una profunda restauración) y el Santo Sudario, adquieren un especial protagonismo.
La tela que para los creyentes envolvió el rostro de Jesucristo en su muerte y resurrección, finalmente ha sido introducida en una urna hermética para preservarla de los contaminantes que la deterioraban, con la humedad y temperatura idóneas para su conservación. El Centro Español de Sindonología lo aconsejaba desde hace años, pero ha sido ahora cuando el Cabildo ha decidido hacerlo coincidiendo con la restauración de la Cámara Santa.
Una visita guiada
«Es el auténtico», indicó el arquitecto Jorge Hevia, responsable de la intervención y uno de los autores del Plan Director de la Catedral, que ayer hizo las veces de guía para los primeros que tuvieron la oportunidad de ver la renovada estancia. No se abre hasta el lunes pero ayer hubo una presentación para las autoridades y los medios de comunicación. Hasta el 27 de abril el Santo Sudario permanecerá sin la cortina que lo cubrirá de forma habitual (con un facsímil), como forma de celebrar su nuevo estado en la nueva Cámara Santa. Seguirá mostrándose tres veces al año como hasta ahora, aunque el procedimiento será distinto. Entre varias personas tendrán que portar la urna de cerca de 20 kilos desde la capilla hasta el Altar Mayor. Allí permanecerá durante la misa hasta que llegue el canto de Miserere, que será cuando, en un atril, pase al centro y el arzobispo lo bendiga. El Viernes Santo será su primera vez.
Jesús Sanz Montes asistió ayer a un acto que sirvió de reinauguración de la Cámara Santa. Citados en la Sala Capitular de la Catedral, donde se constituyó la primera Junta General del Principado en 1808, se encontraron los canónigos del templo y los responsables de la diócesis con políticos, como el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, el viceconsejero de Cultura, Alejandro Calvo, o el director general de Patrimonio, Adolfo Rodríguez Asensio, entre otros. Además de un buen número de representantes de la sociedad civil, como la cronista oficial de Oviedo, Carmen Ruiz-Tilve o los responsables del Arqueológico y del Bellas Artes, respectivamente, Ignacio Alonso y Alfonso Palacio.
Un encuentro que quizá pretendía escenificar lo que el arzobispo explicaría después sobre la Cámara Santa. La comparó con «un atrio», por no tratarse «propiamente el templo ni una plaza», y la definió como «un espacio intermedio donde creyentes y no creyentes se pueden encontrar» y hallarse «ante belleza compartida» con «raíces históricas enormes en la historia de Asturias». Es una especie de «contenedor de la gran historia cristiana, que no necesita poner de largo un museo lleno de joyas ni remozar paredes. Despierta curiosidad» por sí misma, apuntó, quizá pensando en ese museo de las reliquias que el Ayuntamiento pretende construir a escasos metros de la Catedral. «Tiene denominación de origen este espacio, lo que se custodia» en él, alabó.
«La Cámara Santa no es un mero oratorio sino el punto de encuentro que nos une a todos», un lugar que custodia importantes tesoros y reliquias, «donde deberían permanecer siempre», ahondó el viceconsejero de Cultura. Estableció esa misma separación, entre lo civil y lo cristiano, al destacar que la primitiva basílica de San Salvador se «erigió para reforzar la visión política y restaurar el reino visigodo». Porque, apuntó, «el papel de este edificio va más allá de lo puramente religioso». Aprovechó esa unión para argumentar el apoyo del Gobierno regional al templo.
La inversión
Estas obras las ha costeado el Principado y han supuesto una inversión de 234.000 euros, que se suman a las obras de la primera fase, en el exterior, y los estudios previos. En total, 356.000 euros. Calvo destacó que el Ejecutivo regional ha invertido en los 20 años de vigencia del Plan Director 6 millones de euros. También, que la Catedral asturiana es la que «más ha avanzado» de todas las seos españolas en el cumplimiento del documento, que alcanza el 95%, añadió en un día «especial» por tratarse del «corazón de la Catedral».
Reabre lustroso aunque deja «algunas cosas pendientes», advirtió el deán Benito Gallego agradecido al equipo multidisciplinar haber devuelto a la Cámara Santa sus colores y matices. Ellos, los arqueólogos, restauradores, historiadores y arquitectos, ayer también miraban la estancia satisfechos de lo conseguido.
Fuente: http://www.elcomercio.es/ – Ana Salas