Los núcleos urbanos históricos de los municipios del sureste de Gran Canaria en su desarrollo urbanístico, tanto hacia sus extremos como en la creación de barriadas periféricas, tienen la tendencia a expandirse hacia el litoral a partir de la segunda década del siglo pasado, en virtud de la desaparición del modelo tradicional de producción agrícola y ganadera de labranzas en las zonas medias de regadío y en las de secano de medianías y cumbres que favorece el desplazamiento humano hacia zonas costeras que ya se había iniciado con los cultivos de tomates y la proliferación de almacenes de empaquetado, a lo que se añade el desarrollo industrial, aeropuerto y áreas turísticas, con las ventajas que ofrecía la autopista, tanto hacia Las Palmas como a las amplias playas sureñas, favorecidos por una etapa de bonanza económica que propiciaba la vivienda autoconstruida.
Apreciamos este fenómeno en Arinaga-Cruce con respecto al municipio de Agüimes; Vecindario-Doctoral-Pozo Izquierdo en Santa Lucía y Juan Grande-Castillo del Romeral en San Bartolomé de Tirajana, constituyendo un caso aparte Playa del Inglés-Maspalomas con un fenómeno exclusivo de desarrollo turístico. Los primitivos núcleos de población en los cascos históricos sufren un parón en su desarrollo y se descentralizan en beneficio de estos nuevos núcleos poblacionales que van acaparando paulatinamente el desarrollo comercial y los servicios, así como las oficinas de los organismos político-administrativos.
FUENTE: https://www.laprovincia.es/gran-canaria/2023/01/30/capellania-jurada-82183820.html