POR JOSÉ ANTONIO RAMOS RUBIO, CRONISTA OFICIAL DE TRUJILLO (CÁCERES), Y OSCAR DE SAN MACARIO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE CASAS DE DON ANTONIO (CÁCERES).
En el interior del Palacio de la Isla, construido en el siglo XVI por la familia Blázquez (Marqueses de la Isla desde el siglo XVIII), se conserva la capilla de la Cruz, cuya entrada principal está en la calle de su mismo nombre, poseía como símbolo más destacado una cruz de madera. Un escudo mantelado, de Blázquez y de Mogollón; en el mantel, de Figueroa.
El edificio principal palaciego ostenta en la fachada una hermosa portada renacentista que sigue las pautas arquitectónicas clasicistas desarrolladas por el italiano Serlio, caracterizadas por el uso de grandes sillares almohadillados. A lo largo de la fachada resalta la siguiente inscripción: “MODERATA DURANS, NOBILITAS ANIMUS NON ACTA PARENTUM” (Las cosas moderadas duran. Ennoblece el ánimo, no los hechos de los parientes). Sus dueños fueron los Blázquez-Mogollón, Marqueses de la Isla, cuyo escudo campea en la fachada, mediante dos blasones de Mogollón, partidos de Blázquez.
En el interior, el palacio tiene un patio porticado, destaca un gran escudo en esgrafiado sobre una en que las paredes con cuarteles de Mogollón, Aldana, Blázquez y Tapia (con seis cabezas de cuervo); y el lema “VANITAS VANITATUM ET OMNIA VANITAS” (Vanidad de vanidades y todo es vanidad). Se construyó en el XVI a expensas de una rama de la familia Blázquez que se había instalado por aquellos tiempos en Cáceres y que no era reconocida por la rama de la familia que llevaba en la ciudad desde tiempos de la reconquista. Esta disputa familiar explica las dos inscripciones en latín que hemos citado. No obstante, podemos afirmar que el palacio tiene un estilo renacentista mezclado con diferentes estilos anteriores como una combinación medieval del espacio, junto con elementos del arte gótico, destacan en este palacio un importante número de elementos medievales como las ventanas que se abren en la fachada con molduras góticas o el patio, de aspecto pesado y algo tosco en columnas y arcos en sus tres pisos, que contrastan con elementos avanzados para su tiempo como la portada de estilo manierista, a base de voluminosos y rústicos sillares almohadillados.
Pasando el patio, mediante soportales con arcos de medio punto cubiertos con bóvedas de aristas encaladas, llegamos a la pequeña capilla de la Cruz construida en el siglo XV, sobre los restos de la que había sido sinagoga judía. Capilla de una nave con cabecera rectangular, un gran arco triunfal de sillería permite la separación entre la nave y el presbiterio. Altar mayor en arco de medio punto con dovelas, sobre el cual destaca el escudo de Blázquez y de Mogollón al igual que en la clave de las bóvedas de la nave y del presbiterio; aún se conserva el pedestal del altar de yesería teniendo en su frontal una gran cruz.
La judería nueva, extramuros, donde fueron ubicados los judíos por la Corona en 1478, en la zona Río Verde/colación de San Juan, es decir, calle de la Cruz y calle Panera, existiendo, según la tradición una sinagoga, luego ermita de la Cruz, donde el actual Palacio de la Isla. Por tanto, en el siglo XV (1478) cuando se ordena de reagrupamiento de los judíos en un solo entorno urbano fuera de las murallas, los judíos abandonaron su barrio intramuros, la judería vieja, para instalarse en la nueva zona de expansión y comercio, la judería nueva. Allí levantaron su lugar de culto que los nobles cristianos convertirían después en la ermita de la Cruz y palacio.
El edificio, que fue hasta 1983 sede de la Biblioteca del Estado y del Archivo Provincial, cuenta con una superficie de terreno que asciende a 686, 36 m2, en la actualidad está bajo la tutela del Ayuntamiento y en él se encuentran, entre otras dependencias, el Archivo Municipal. Recibió en los años 80 del siglo XX una importante restauración realizada por Abreu Construcciones y bajo la dirección del arquitecto don José Luis Hernández y Álvarez, destinada a ubicar los archivos municipales y otros usos culturales respetando sus plantas, volúmenes, fachada a la calle y a patios con sus huecos. Se llevó a cabo la edificación de cuatro plantas, una entreplanta y torreta sobre rasante a nivel de calle con el siguiente programa: Planta semisótano destinada a acceso general, salón de actos, despachos, aseos y espacios libres. Las tres plantas restantes destinadas para exposiciones, oficinas, aseos y fundamentalmente el archivo municipal. El proyecto de rehabilitación respetó la estructura existente.
FUENTE: CRONISTAS