POR JUAN IGNACIO FERRÁNDEZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE CARTAGENA (MURCIA)
Hoy se cumplen 50 años de la inauguración oficial en el Ensanche del nuevo edificio del Hogar de la Infancia, institución conocida por todos los cartageneros como la Casa Cuna y que anteriormente había recibido el nombre de Casa de Expósitos. Y era nuevo por cuanto el viejo inmueble de la plaza de la Merced no reunía las condiciones adecuadas de habitabilidad para los niños, las nodrizas y las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl que cuidaban de ellos.
Importantísimo durante muchos años fue el papel desempeñado por la Junta de Damas que regía el establecimiento y digna de elogio la labor realizada por la que fuera su presidenta durante muchos años Maruja Dorda. Precisamente ella, el doctor cartagenero Eduardo Bonet y el torero Juan García Jiménez ´Mondeño´ fueron los promotores de unos festivales taurinos con los que se buscaba recaudar dinero para conseguir construir un nuevo hogar para los niños.Quizás fue el origen humilde del torero ´Mondeño´ lo que lo animó a colaborar con esta causa, pero también tuvo mucho que ver la buena relación que mantenía con el doctor Bonet, que era un gran aficionado a la tauromaquia. El torero, que tuvo su apogeo a finales de los años 50, decidió en 1963 ingresar en la Orden de los Dominicos y cambiar el traje de luces por el hábito, pero regresó a los ruedos en 1966.
El primer festival se celebró en octubre de 1960 y participaron grandes figuras como el rejoneador Álvaro Domecq y toreros como Manolo Vázquez, Rafael de Paula y el propio ´Mondeño´. Año tras año por la plaza de toros de Cartagena pasó lo mejor del panorama taurino como el rejoneador Fermín Bohorquez, los diestros Miguel Báez ´Litri´, Julio Aparicio, Paco Camino, Antonio y Juan Bienvenida, Jaime Ostos o el mismísimo Curro Romero.
El reconocimiento a todos ellos llegó en octubre de 1964, cuando el Ayuntamiento decidió denominar ´Avenida de los toreros´ a la calle donde se estaba construyendo el nuevo edificio. Como curiosidad, en 1966 la actual baronesa Thyssen Carmen Cervera, que entonces era Miss España, participó en el festival taurino que se celebró siendo la encargada de pedir las llaves de la plaza. Sirva para que el lector se haga una idea de la importancia de estos festivales el dato de que entre 1960 y 1966 se recaudaran casi tres millones de pesetas de la época. La ciudad entera, esta ciudad de la Caridad, respondió en cada festival obligando a colgar el cartel de «no hay billetes».
El propio ´Mondeño´, en una entrevista en 1966, confesó que el festival formaba parte de su vida y que el corazón no le cabía en el cuerpo cuando veía que el resultado económico de los festejos iba a ser generoso con ´sus niños´, como a él le gustaba referirse a los acogidos en la benéfica institución. Y llegó el 29 de octubre de 1967, un domingo como hoy, día en el que el reverendo Gabriel Cebrián en presencia de las autoridades provinciales y locales, Junta de Damas, toreros y mucho público, bendijo el que sería el nuevo Hogar de la Infancia. El mismo que medio siglo después sigue cumpliendo una función muy importante y en cuyo vestíbulo se puede ver la placa que dice: «Gratitud eterna al pueblo de Cartagena y a los toreros españoles en la persona de Juan García Jiménez ´Mondeño´ que hicieron posible esta obra».
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