SEGÚN CUENTA JOAQUÍN CARRILLO, CRONISTA OFICIAL DE ULEA, EL PROPIETARIO JOSÉ RÍOS TORRECILLAS SE DEDICABA A LA EXPORTACIÓN DE FRUTAS Y TENÍA UN PUESTO DE VENTA EN EL MERCADO CENTRAL DE PARÍS
La Región de Murcia está llena de curiosidades, rincones llenos de anécdotas y datos que no mucha gente conoce y siguen llamando la atención a pesar del paso de los años. En Ulea, en el Valle de Ricote, se encuentra una de las casas más peculiares de toda la Región.
Esta casa se encuentra en la Plaza Mayor del pueblo y fue construida alrededor de 1910. Pero lo que hace especial a esta casa no son los años que lleva en pie sino quién se encargó de diseñarla y hacerla realidad.
José Ríos Torrecillas fue el propietario y quien encargó la construcción de la casa. El proyecto de dicha construcción recayó en Alexandre Gustave Eiffel, el ingeniero francés que hizo realidad la mundialmente conocida Torre Eiffel de París.
¿Cómo llegó Gustave Eiffel a diseñar una casa en Ulea? Según cuenta Joaquín Carrillo, cronista oficial de Ulea, el propietario José Ríos Torrecillas se dedicaba a la exportación de frutas y tenía un puesto de venta en el Mercado Central de París. Por esa razón viajaba mucho a la ciudad y en uno de sus viajes acabó conociendo a Gustave Eiffel.
Cuenta el cronista que Eiffel se acabó haciendo consumidor habitual de las frutas que José Ríos Torrecillas tenía en su tienda de París, tanto que acabaron haciéndose amigos. Y en una de sus charlas, el uleano le recomendó al ingeniero francés que un buen remedio para sus dolores articulares era hacer una visita al Balneario de Archena.
Así fue como Eiffel acabó llegando a Ulea, alojándose en la casa del exportador de frutas y visitando el balneario casi a diario en cada una de sus visitas. Y fruto de esa amistad y esas visitas fue como surgió la idea de construir una casa en Ulea, diseñada por él mismo.
Esta casa se conoció como la “Casa de París”, por los negocios de José Ríos Torrecillas, y como la “Casa del Cura”, ya que durante un tiempo fue allí donde residió el párroco. La casa acabó quedando deshabitada y abandonada. Fue en 1980 cuando se llevó a cabo su restauración, obras que finalizaron a finales de 1985.
Actualmente es uno de los lugares a visitar si pasas por Ulea, además de haberse convertido en una de las curiosidades más llamativas de la Región.
Fuente: https://cmonmurcia.com/