POR FERNANDO JIMÉNEZ BERROCAL, CRONISTA OFICIAL DE CÁCERES.
Llevo varios meses publicando diferentes crónicas sobre la estructura urbana cacereña y su evolución durante los últimos siglos. Un paisaje que ha cambiado la vida ciudadana a través de las diferentes actuaciones que se han sucedido a lo largo de la historia reciente. Después de recorrer la vida pasada y presente de la vieja villa, es necesario un reencuentro con la ciudad intramuros. Este espacio urbano, encerrado en un recinto amurallado. Una muralla, donde se manifiesta el mestizaje cultural de la villa cacereña a través de los siglos. Un barrio que se caracteriza por una arquitectura monumental que nos aproxima a familias y clanes que ocuparon el mismo solar desde la Edad Media. Con el paso de los siglos, este espacio urbano conocerá la construcción de palacios, iglesias y conventos que hoy forman parte del rico patrimonio arquitectónico del que esta ciudad hace gala en todos los foros nacionales e internacionales.
Patrimonio que ha convertido a Cáceres en una ciudad única, ideal para perderse en el tiempo y gozar de un amplio inventario de palacios renacentistas con fachadas dinteladas y patios interiores, que los hacen vivos y acogedores. Un recinto intramuros repleto de lugares únicos y también de vida natural. Los campanarios y torreones son espacios donde anidan cigüeñas y decenas de especies de aves que encuentran en este recinto un hábitat donde se relacionan el patrimonio cultural y el natural. Por ello, cada año, se celebra en la ciudad el “Festival de las Aves”, que traslada hasta Cáceres a cientos de personas interesadas en el mundo de la ornitología.
También este patrimonio arquitectónico y natural es un lugar idóneo para los apasionados de la fotografía, para los estudiosos de la heráldica, para los amantes del arte y de la historia, siendo cientos los rincones y detalles arquitectónicos que estimulan tanto al artista como al curioso. Un barrio monumental que ha sido plató cinematográfico de decenas de películas y series de T.V, habiendo sido uno de los lugares elegidos en 2017 como escenario de la serie “Juego de Tronos”. Podemos afirmar que, visitar el recinto amurallado de Cáceres es un ejercicio agradable que emociona la sensibilidad del viajero y le traslada en el tiempo.