POR DOMINGO QUIJADA GONZÁLEZ, CRONISTA OFICIAL DE NAVALMORAL DE LA MATA (CÁCERES)
En realidad era un crucero: monumento religioso constituido por una cruz, generalmente de piedra de granito, sobre un pilar, situado frente a una iglesia o ermita (caso similar al de la ermita del Cristo de mi pueblo natal, Montehermoso).
Si se ubica en un lugar público, principalmente cruces de caminos, “caminos reales”, inicio de los caminos principales de un pueblo o lugares elevados, reciben el calificativo de “Cruz de Término” (en Montehermoso llegó a haber muchas, perdurando aún algunas: Cruz de la Ansomá, Cruz de Graná, etc.); mientras que en Navalmoral, mi pueblo de adopción (bueno, es un decir, porque a mí, nadie me ha adoptado…) no las hay. Puede formar parte de un Vía Crucis (como el de la montehermoseña ermita de San Antonio).
En su mayoría proceden de finales del siglo XVI y XVII (tras el Concilio de Trento), que en el caso de Navalmoral se levanta una vez que se edifica la ermita de las Angustias. Y se trata de uno de los monumentos más característicos de Portugal, Galicia, la Cornisa Cantábrica, Castilla y León y muchos lugares de Extremadura.
Está constituido por varios elementos:- Plataforma: de una o más gradas. – Pedestal: normalmente cuadrangular, liso o con inscripciones. – Fuste (o varal): cuadrangular, octogonal o cilíndrico; liso, o con motivos diversos. – Capitel: clásico, o de compleja y variada composición. – Cruz: unas veces sola, como ésta de las Angustias o la del Cristo citadas; pero en Galicia y otros lugares se acompaña de un Cristo crucificado en su cara anterior, y una imagen de la Virgen María o de algún santo en la posterior.
Cuando hace 41 años me incorporo a la vida morala me informé por un grupo de personas mayores que existió un crucero frente a la ermita de su Patrona, más o menos donde hoy se halla la “Fuente Luminosa”. Y el rico folclore moralo lo confirmaba:
“Desde el caño de la Bamba
hasta la Cruz de la Ermita,
no me dejo de encontrar
más que moralas bonitas”.
Pero ya no se encontraba allí, ni nadie me supo indicar su paradero. La busqué e indagué, pero mis esfuerzos fueron en vano.
Hasta que hace unos años, el añorado Tinín Serrano me señaló que en la Hemeroteca Nacional de Madrid había revistas y periódicos de 1900, con imágenes del famoso Eclipse de Sol total que se produjo el 28 de mayo de ese mismo año, y que oscureció una amplia franja que entraba en España por la Sierra de Gata, valle del Alagón (Montehermoso, Coria y Plasencia incluidos), Navalmoral, …, hasta finalizar en Elche. Allí marché. Escaneé fotografías, sobre de las revistas “Nuevo Mundo” y “Blanco y Negro”, que adjunté a la ponencia que presenté el año pasado en los XXIV Coloquios Histórico-Culturales del Campo Arañuelo (que se publicarán en noviembre de este año).
Y, entre esas imágenes, había una que me impactó, y que muestro en este trabajo: unos observadores esperando a que se ocultara el Sol, junto a una columna, desprovista de cruz (tal vez arrancada en las revoluciones del siglo XIX, rebeliones que siempre les da por tomarla con la iglesia y sus monumentos; lo que luego se repetiría en la II República y en la Guerra Civil). Consulté, y me indicaron que habían oído a sus padres y abuelos que era así, hasta que desapareció.
Continué las pesquisas y, observando la foto (de mala calidad, que también plasmo en este relato) de la visita del rey Alfonso XIII a Navalmoral de la Mata el 12 de diciembre de 1926, durante una misa de campaña en la plazuela de la ermita, tras el altar de la ceremonia se aprecia algo cubierto de blanco. De donde extraigo la conclusión que era la columna mencionada en el Eclipse, pues en otra foto de mala calidad posterior a 1927 (pues aparece la ermita con la torre, construida ese año), se observa el mencionado pilar.
Por lo tanto, es lógico que la desplazarían más tarde. ¿Cuándo?
Pues creo que fue en 1938, cuando el municipio erige la primera Cruz de los Caídos en memoria de los moralos del bando nacional que perdieron la vida en la Guerra o asesinados por las milicias republicanas en el otro bando, añadiéndole la cruz al fuste primitivo. Cruz que sería reemplazada dos años más tarde por la actual.
¿Y qué fue de la primitiva Cruz de la Ermita?
En un principio pensé que habría sido destruida, en esta ciudad tan propensa a eliminar monumentos históricos: la romana y primitiva fuente de los Caños Viejos, los primeros Caños Nuevos, la ermita de San Andrés, más un largo etcétera; y por alcaldes supuestamente cultos, pues eran “licenciados”…
Pero, hace poco, por fin logré lo que buscaba (y había pasado junto a ellas muchas veces…): afortunadamente, no fue demolida, sino que se halla en el Cementerio. Tal vez en ese año 1938 (o en el 40, si la habían usado como 1ª Cruz de los Caídos), colocada en la calle principal del camposanto.
La he analizado detenidamente y, aunque un gran rosal la cubre en gran parte, sus elementos coinciden con la que aparece en las mencionadas antes (sobre todo el capitel). Y, quien quiera comprobarlo, ya les indico dónde se encuentra (a la derecha aparece la foto).