POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
Leyendo la biografía del político y humanista inglés Thomas Moro, nacido en Londres, en el año 1478, perteneciente a la nobleza inglesa y, educado en la Universidad de Oxford, me encuentro con uno de sus escritos, cuyo contenido me llamó poderosamente la atención. Dicho libro se titula «Utopía».
Sin lugar a dudas, trasladándome en el tiempo, seis siglos atrás, saco unas jugosas conclusiones, de palpitante actualidad.
En uno de sus capítulos se detiene a desmenuzar «la imperante cultura del obsequio», entre la clase política y clerical británica; así como de las administraciones públicas y privadas.
En sus escritos disecciona las costumbres de los ciudadanos y avisa del enorme peligro de dichos obsequios, catalogando a los mismos como «regalos envenenados». Incluso, en una de sus homilías llego a concienciar a los feligreses para que dichas dádivas se derivaran a cubrir las necesidades de los menesterosos londinenses.
Dado el peligro de dichos obsequios, el escritor José Molina invita a los cargos de la administración y funcionarios a que no acepten regalos de una cuantía superior a 50 euros y, si es posible, aconseja que esas dádivas se las hagan llegar a cualquier O.N.G.
Ya, Thomas Moro, en su libro «Utopía», escrito hace 500 años, implica a Administradores, Clérigos y mandamases políticos para qué, de una vez por todas, pasen del terreno de la corrupción a la «transparencia».
Tanto en sus escritos como en sus homilías afirma, categóricamente, que los problemas públicos solo se pueden resolver con eficacia, cuando los políticos e instituciones estén libres de corrupción.