EL ARREGLO HA CORRIDO A CARGO DE LA PROPIA PARROQUIA, APOYADA POR CONTRIBUCIONES DE LOS FIELES, EL ARZOBISPADO Y EL SEGURO DE LA DIÓCESIS, CONVIRTIÉNDOSE EN UN “PROTOTIPO DE SOLIDARIDAD”, HA ASEGURADO VICENTE RUIZ DE MENCÍA, MIEMBRO DEL CONSEJO DIOCESANO DE ECONOMÍA Y CRONISTA OFICIAL DE BURGOS

Villangómez se ha instituido como un símbolo de solidaridad, el ejemplo más claro de lo importantes que son iniciativas como la Campaña Pro-Templos o el Convenio de Goteras para conservar y recuperar el patrimonio religioso. La iglesia de San Cosme y San Damián ha recuperado su funcionalidad seis meses después de que un temporal se llevase por delante su espadaña, destrozando parte de la cubierta y la estructura interna de la parroquia, que se ha rehabilitado con aportaciones de los fieles y el Arzobispado de Burgos.

El aparejador de la Diócesis, Miguel Ángel Ortega, ha recordado que la caída de la espadaña provocó una rotura de la cubierta y de su estructura de madera. También se derrumbó la bóveda, el coro y la balaustrada del siglo XVI. El proyecto de recuperación se ha ejecutado en dos fases. La primera, con una inversión de 16.000 euros, para desescombro y consolidación de la espadaña; la segunda, con 17.300 euros, para rehabilitación del tejado y colocación de la estructura nueva. Todo ello ha permitido que la iglesia pueda estar operativa.

Eso sí, para futuras intervenciones quedan pendientes la reconstrucción de la espadaña, la bóveda y la balaustrada, ha asegurado Ortega, con la intención de presentar proyecto al Convenio de Goteras suscrito entre Arzobispado y Diputación. El arreglo ha corrido a cargo de la propia parroquia, apoyada por contribuciones de los fieles, el Arzobispado y el seguro de la diócesis, convirtiéndose en un “prototipo de solidaridad”, ha asegurado Vicente Ruiz de Mencía, miembro del consejo diocesano de economía y cronista oficial de Burgos.

Pro-Templos

La diócesis de Burgos ha presentado esta mañana la nueva Campaña Pro-Templos, que se celebra el próximo domingo. La iniciativa veraniega cumple su décimo primera edición con el objetivo de superar los 44.707 euros recaudados el pasado año. El dinero recogido en la colecta se destina a la recuperación de patrimonio religioso que no tiene acceso al Convenio de Goteras, por ejemplo, y que se encuentran en municipios “débiles y desprotegidos”, ha apuntado Vicente Rebollo, el vicario de asuntos económicos.

La colecta Pro-Templos de 2016 sirvió para financiar, en parte, las obras de Villangómez. También para otras pequeñas intervenciones, como las que se han realizado en Ircio, Santibáñez Zarzaguda, Mambrilla de Castrejón, Padilla de Abajo, Barruelo, Ayuelas, Valverde de Miranda, San Quirce de Riopisuerga u Orón durante la última década. Se trata de intervenciones urgentes, para evitar “males mayores”, ha apuntado Miguel Ángel Ortega, cuyas patologías comunes son las goteras, el agrietamiento de muros o los derrumbes por humedad.

Fuente: http://burgosconecta.es/