POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO ( JAÉN).
LOS LOCALES, ESCUELAS
En 1884 el Sr. Alcalde informaba a la Corporación de que había recibido escrito del profesor de la 1ª escuela pública de niños manifestándole que: “La escuela y casa que él mismo habita en el ex-convento de San Francisco estaba en muy mal estado de conservación y había necesidad de hacer algunas reparaciones.
Que en la visita girada a los locales escuelas ha observado esta Junta que el local de D. Juan Cárdenas, era reducido y se podría ampliar con una habitación que hay lindando con dicho local y así llevaría mejores condiciones de higiene que actualmente tiene. El Ayuntamiento acuerda que se proceda a las obras necesarias con cargo al capítulo 6º”.
En 1897 recibe el Ayuntamiento una instancia colectiva de los profesores y profesoras de Escuelas Públicas de instrucción primaria, solicitando que el edificio del ex-convento de San Francisco vuelva al servicio de los recurrentes, ya que con este fin lo cedió el Gobierno.
El Ayuntamiento considerando justas las pretensiones realizadas, acuerda: “Que a la profesora Dª. Torcuata Rodríguez se le agregue una habitación. Que al profesor D. Juan Cárdenas se le agreguen dos habitaciones de la antigua y contigua Casa Cuartel, que ha dejado el inquilino Pedro Sánchez Fernández. Por último a la profesora doña Vicenta Segarra se le agregará el pasadizo que colinda con la planta baja de su casa escuela”.
El Alcalde, D. Dionisio Bueno Medina, acordó iniciar el desahucio de los inquilinos, que no habían pagado al Municipio el precio del arrendamiento acordado. El informe de los peritos denunciaba el estado de ruina de la casa con riesgo de la seguridad personal de los inquilinos, de los Maestros recurrentes y de los inocentes niños que iban a las Escuelas, pidiendo el desalojo del edificio.
En diciembre de 1901, continuaba sin resolverse este problema: “Que los Maestros de Instrucción Primaria de esta villa por iniciativa propia cerraron sus escuelas manifestando que tan extrema determinación la imponía el hallarse ruinoso con peligro de hundimiento un edificio público contiguo a los locales de aquellos establecimientos de enseñanza. Fundado en el hecho brevemente expuesto y estimando justas las quejas que colectiva e individualmente formulan a diario los padres de los niños, que en vez de asistir a las clases vagan por las calles con grave detrimento de la buena educación”.
En 1911, el Alcalde D. Miguel María Bueno Bueno, exponía, “que ya en el acuerdo de agosto de 1909 informábamos de que los locales destinados a escuelas públicas de niños de ambos sexos no responden a los altos fines de la enseñanza a causa de la falta de capacidad para la colocación ordenada de los alumnos, la escasez de luz y carencia absoluta de condiciones higiénicas”.
En agosto de 1915 podemos leer: “Que hace más de cuatro años, que el edificio del ex-convento de San Francisco, destinado a Escuelas Públicas de ambos sexos, hubo necesidad urgente de abandonarlo por ruinoso, desde cuya fecha se improvisaron locales-escuelas en casas que el Municipio lleva en arrendamiento, obligaba al Ayuntamiento a ocuparse de la pronta construcción de un edificio adecuado al importante fin a que se va a destinar. Los concejales estimaron justas las quejas de muchos padres que con frecuencia lamentan que en este pueblo no haya un digno edificio escolar. Que están persuadidos de que es imposible continuar por más tiempo ante el evidente detrimento de la enseñanza y de la salud de los maestros y de los niños. Se acuerda iniciar el expediente para construir un edificio escuela de niños y niñas y se nombra una comisión compuesta por D. Juan Ambrosio Benavides Millán y D. Florencio Ibáñez Montoya. Que como el Municipio carece de bienes propios enajenados para disponer de su importe, ni es posible acudir al empréstito municipal ni a la venta del edificio, ni a los donativos, visto que el coste total es de setenta mil seiscientas setenta y cinco pesetas, se consigne en uno o varios presupuestos y solicitando al Gobierno la mitad del gasto. El plano lo realizó el arquitecto D. Justino Flores Llamas.
LAS ESCUELAS NUEVAS
Tras largos años de esfuerzo de toda la sociedad local y de los maestros se realizó por fin un soñado grupo escolar llamado “Escuelas Nuevas”, también “Grupo Mercedes”, aunque en el proyecto inicial lo denominaban “Alfonso XIII”.
En la Memoria justificativa del proyecto indican: “Villanueva no tiene locales donde instalar sus cuatro escuelas y no puede esperar que se le concedan las seis más que necesita para sus mil doscientos escolares. “ Se ha proyectado un edificio dentro de la mayor sencillez, se ha procurado enclavar la construcción en un espacioso y elevado, terreno dominando el paisaje, lejos de la edificación y de capacidad suficiente a contener varios jardines, campo de juego, parcela de experiencias agrícolas y de observaciones metereológicas.
Las aulas tienen ventilación directa y de cincuenta metros cuadrados para un número máximo de cuarenta alumnos. En la parte de arriba van cuatro viviendas para maestros. El nuevo Grupo Escolar llevará el nombre de Alfonso XIII”
El Grupo Escolar, antes de ser inaugurado, sufrió ciertas críticas a su adecuación, incluso el acto de recepción careció de solemnidad, según las crónicas del corresponsal de El Pueblo Católico.
En julio de 1921 se hallaban paralizadas las obras del edificio en construcción y en septiembre se deberían reanudar las tareas escolares en los mismos locales que, faltos de condiciones higiénicas y pedagógicas, disfrutaban los maestros.
El Inspector no autorizó el traslado provisional, mientras no se pusiera el edificio en las condiciones higiénicas de seguridad y capacidad.
En julio de 1922 visitó las obras el arquitecto don Sebastián Ruiz Tortajada, encargado de la construcción, acompañado del hermano político del Sr. Foronda, D. Manuel Gómez Urribarri, con objeto de hacer entrega en su nombre y representación, del centro escolar.Tras un detenido examen parece que no quedara muy satisfecho de la solidez de la obra, capacidad y ubicación.
En septiembre de 1922 las escuelas no pudieron entrar en funcionamiento, lo que se justificó por una epidemia de sarampión pero las causas fueron que los ventanales no disponían de cristales; que a pesar de haberse instalado un buen servicio de aguas para retretes, el motor no funcionaba, ya que la Compañía eléctrica no autorizó el fluido necesario y los caminos de acceso al edificio estaban intransitables.
Intervinieron elementos de valía de la localidad para poner fin a la problemática del Grupo Escolar, y se fijó como fecha de inauguración el 16 de octubre.
En agosto de 1922 publicaba la revista “D. Lope de Sosa”: “Los señores D. Manuel Gómez Uribarri y D. Sebastián Ruiz Tortajada hicieron entrega al Ayuntamiento de Villanueva del Arzobispo del Grupo Escolar “Mercedes”, donado a dicha población por la ilustre dama Sra. Dª Mercedes Gómez Uribarri, Marquesa de Foronda. El edificio, obra del Sr. Ruiz Tortajada, reúne además de su belleza y amplitud, todos los elementos necesarios para los fines pedagógicos a que se le destina. Esta donación, como la idéntica que hicieron a Cazorla, es un rasgo culto, espléndido y prócer de los Marqueses de Foronda, digno de toda gratitud”.
Lamentablemente el inicio de este grupo escolar se vio envuelto en la polémica.
María Navarrete, nos contaba algunos aspectos de su maestra, en las Escuelas Nuevas. Dª. Isabel Espinosa Arenas:: “era recta, cariñosa, cristiana, y nos llevaba a realizar los Jueves Eucarísticos en Santa Ana.
Los domingos íbamos a misa y asistíamos a todas las procesiones. Celebramos con gran entusiasmo la Fiesta del Árbol y fuimos a plantarlos a la casilla de Blanca.
Esta maestra recorrió distintos lugares en donde se ubicaba su local-escuela, en la Carretera, en casa de Burgos, en la calle de los Charcos, actualmente, calle 28 de febrero y por último los grupos escolares o Escuelas Nuevas. Enseñaba a sus alumnos a leer y escribir perfectamente y memorizaban poemas, que recitaban el día de la Primera Comunión.
Evocaba la sencillez de las ropas, el “banquete” que se les ofrecía consistente en un chocolate para las niñas y familiares. Era imprescindible el que los alumnos con mejor memoria, recitasen algunos sencillos poemas, bien en la ceremonia de la Santa Misa, o con anterioridad en la escuela correspondiente.
En estos poemas se resaltaba la figura de Cristo y de la Virgen”.