POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
Las moreras
Entre los sueños y el buceo en el pozo de los recuerdos, no puede faltar la cría de gusanos de seda, la recogida de las hojas de morera, con numerosas dificultades y el agradable sabor de las moras de todos los tamaños y colores.
En el año 1948, el Gobernador Civil de la provincia, envió un bando a los diferentes Ayuntamientos: “He prometido mi ayuda con la colaboración de los Alcaldes, para resurgir la industria sedera, que se ha ido perdiendo y que estamos dispuestos a hacer renacer. Para ello necesitamos la propaganda entre personas que tengan fincas y terrenos para ello, como igualmente en los Grupos Escolares, que es donde más interesa, ya que se tiene miras de instalar en los lugares que se haga plantación Centros Serícolas para la cría de gusanos de seda.
Estos plantones los envía el Ministerio de Agricultura a través de la Sección Femenina, no teniendo que abonar el solicitante nada más que los portes”.
El Delegado Local de Enseñanza, D. Ricardo López, contestó al Alcalde: “ He de manifestarle que el único sitio donde, a mi juicio, se podrían plantar unos veinte árboles es el Grupo Escolar, ya que hay en su exterior una gran explanada”.
El certificado de Estudios Primarios
Imprescindible para poder ingresar en talleres, fábricas y comercio era la obtención del Certificado de Estudios Primarios. Se convocaba el examen para todos los mayores de 12 años. Las pruebas comprendían escritura al dictado, redacción sobre un tema de la vida cotidiana, análisis gramatical, problemas de aritmética y geometría, dibujo lineal, artístico, prueba objetiva con un máximo de 50 preguntas sobre cuestionarios oficiales. Para la expedición del títulos los alumnos abonaban 50 pesetas. Uno de los bandos del alcalde de la localidad D. Silvestre Sánchez Cátedra, pedía la colaboración de padres y maestros para que concurriesen a esta prueba, el mayor número de alumnos.
Los alumnos
En los años cincuenta era máxima la preocupación de los maestros y autoridades ante la asistencia irregular de los alumnos. Los maestros decidieron controlarla por medio de papeletas expedidas por la Junta Municipal. En marzo de 1949 una circular del Gobernador incidía en la asistencia escolar y en la enseñanza clandestina, impartida por personas sin título. Se reiteraron las órdenes de clausura de las escuelas no oficiales, regidas por mujeres en la ciudad y hombres en los anejos y cortijadas.
Una circular del Gobernador Civil de Jaén en 1953 indicaba sobre el tema de asistencia de los alumnos: “ La verdadera , justa y cristiana solución , está en proporcionarles lo indispensable para que hagan una comida en la escuela”.
Al finalizar el curso la Junta Municipal de Educación Primaria, de acuerdo con los maestros presidieron los exámenes en las escuelas, adjudicando premios a los alumnos distinguidos.
Los maestros debían remitir los sábados la relación y domicilio de aquellos alumnos que habían faltado a clase para imponerles la sanción correspondiente.
Un bando de la alcaldía en octubre de 1953, ordenaba: “ Que todos los alumnos comprendidos en la edad escolar deben asistir sin pretexto alguna a las escuelas de la localidad.
Los agentes de la autoridad procederán a tomar nota de la filiación de aquellos que se encuentren vagando por la calle durante las horas de clase.
El incumplimiento se sancionará y la reincidencia supondrá una agravación de la multa y llegado el caso de pondrá a los infractores a disposición de las autoridades específicas”.
En 1955 el alcalde vuelve a publicar : “ Por cuanto las estadísticas dan un porcentaje elevadísimo de analfabetos en comparación con otras provincias españolas, lo que constituye un grave perjuicio pero además un motivo deshonroso para quienes pertenecemos a la Provincia de Jaén, por lo tanto Ordeno:
1º Queda terminantemente prohibido durante las horas de clase la presencia de niños menores de 14 años en calles, paseos, parques y lugares públicos. Los niños y sus padres serán considerados infractores. Los Agentes de mi autoridad procederán a tomar el nombre de dichos niños y a la detención, si lo considerasen oportuno. Serán sancionados con una multa de cien pesetas.
2º Los señores Maestros me comunicarán cada sábados la asistencia durante la semana y las faltas injustificadas.
3º Cuando lo estimo oportuno y por medio de Agentes a mis órdenes me personaré en visita de inspección en las Escuelas y locales docentes para comprobar el más exacto cumplimiento por parte de todos de las obligaciones escolares”.
En las estadísticas que solicitaban a los maestros, sobre las causas de las faltas de asistencia de los alumnos a la escuela, estos indicaban: realización de trabajos agrícolas, poco interés de los padres, falta de cantinas o comedores escolares, penuria de los padres, realización de trabajos caseros-las niñas- y los niños buscar leña, trapos viejos, chatarra(en definitiva pobreza) mal tiempo…
La Escuela de las Fuentecillas. Recuerdos de un alumno
En el curso 58-59 hice un periódico “Aire libre”, y gané un concurso provincial. El premio fue de 1.500 pesetas y un lote de libros.
El maestro era D. Antonio, al entrar cantábamos “ Cara al sol”, lo alumnos teníamos entre 5 y 12 años.
Me nombraron para repartir la leche en polvo y el queso de bola. Cuando podía me llevaba alguno a mi casa para repartir a mis hermanos.
Solamente utilizábamos la Enciclopedia y todos leíamos en ella. Los utensilios lápiz, goma y pluma con tintero.
La disciplina era dura, si hacíamos alguna trastada funcionaba la regla para darnos en las manos.
Teníamos escuela cinco días a la semana, pero pocos podíamos acudir todos los días, ya que ayudábamos a nuestros padres en distintas tareas, especialmente en la recogida de aceituna.
FUENTE: M.L.F.