POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
Don José Manuel Jiménez Ardoy. Charlamos con D. José Manuel, de los cambios de los edificios, para la enseñanza, generalmente eran los arrendatarios de estos lugares, los que bien por subida del alquiler, necesitar la casa para otras necesidades, o la petición de los vecinos para que estuviesen en lugares próximos a los domicilios de una mayoría de alumnos. De esa charla intensa de recuerdos, D. José Manuel, me pidió un tiempo para él escribir su biografía. He tenido el privilegio, que su hijo José María, me haya facilitado, a la muerte de su padre. un valioso material de la vida y escuela de aquel periodo.
“El cuatro de octubre de 1934, D. Jesús Muñoz, Secretario de la Junta de 1ª Enseñanza, me dio posesión de la Escuela Unitaria, número 5. D. Jesús, maestro insigne, como toda su familia, encontrando en ellos las virtudes de todos los valores para seguirlos y aprender.
Los alumnos de la humilde escuelita, aprendieron de mí, pero me enseñaron muchísimo más, más humano, más Maestro. Tomé posesión de la escuela número 5 de niños, y la de niñas regida por Dª Dolores, madre de Miguel Yeste. Señora adornada de virtudes y preparación pedagógica ejemplar y a la que debo recordar como mi propia madre¡siempre! Los dos locales instalados en la casa de Juan Álvarez Bievoy, eran sanos y luminosos. Por cierto que el gobierno comunista de la localidad me agregó a D. Pascual Megina y a D. José Pablo Bueno, estudiantes, entonces, para darle ocupación provechosa y armónica. D. Pascual recibió en mis prácticas lo que fue su posterior profesión de maestro. El padre Aldama me ofreció la dirección del Grupo de la Sagrada Familia, al fundarlo; yo opté por seguir la enseñanza oficial con positivo acierto gracias a Dios. Posteriormente me nombraron Bibliotecario Municipal, y posteriormente Delegado de Información y Turismo. Después estuve en el Grupo Escolar, de las Escuelas Nuevas. Mis alumnos en los momentos de dolor y en mis penas profundas no me dejaron solo.
Por concurso General de Traslados en el año 1956 fui destinado a Madrid. Tras pasar por varios Centros, llegué al Colegio Nuestra Señora de la Concepción con 2.250 niños, un colegio piloto. Mi escuela número 21 fue elegida por el Ministro de Educación y Ciencia, Sr. Arias Navarro, acompañando al Príncipe D. Juan Carlos, para visitarla con los miembros de la Unesco”.
Cita a D. Miguel Ángel Extremera, Párroco de Terrinches, en los años veinte como un gran mentor que lo introdujo en los autores Ruiz Amado y Maader Orison Suet.
Obtuvo por oposición la escuela de Bárcena de Toranzo en Santander, en junio de 1931, con un sueldo anual de 3.000 pesetas. Por concurso de traslados llegó a Villanueva hasta el año 1956.
En visita de Inspección de D. Simeón Oliver, en febrero de 1952, reconoció la excelente labor que realizaba al frente de la escuela, la buena organización pedagógica y buen estado cultural de los alumnos, le concede un VOTO DE GRACIAS, por su excelente labor.
Algunos de los alumnos de Villanueva, lo recordaron y escribieron : “En aquella escuela aprendimos todas las reglas de conducta que inspiraron después nuestras vidas. Nuestro maestro nos enseñó a admirar y valorar la laboriosidad, la fidelidad, la sinceridad y la solidaridad humana. (Miguel Hueta, octubre de 1974)
“Influyó enormemente en mi manera de pensar. Porque no solamente nos enseñaba la geografía, gramática, historia, aritmética…con gran sencillez, sino que nos enseñaba a vivir y a razonar” (Miguel Martínez Carrillo, abril de 1995).
Daniel Fernández, escribió: “ Cuando D. José Manuel nos veía capacitados escribíamos con tinta; tinta que hacíamos con unas pastillas marca Fix, diluidas en agua caliente en cualquier tintero. Escribíamos con una plumilla Corona o Cervantina, con cañón o palilleros, que por poco dinero adquiríamos en las librerías de Segarra o Lely. La escuela era verdores de acacias y jardines
entre blancuras de cal del Barrio Imperial. Alegre y luminosa, entre cuidados jardines y un pequeño huerto sembrado de azafrán, ajos porros y habas verdes” Murió D. José Manuel en el año 1999, pero sus cenizas llegaron a Villanueva donde está enterrado.
FUENTE: M.L.F-