POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
LA FIESTA DEL ÁRBOL
En 1915 el Boletín Provincial declaró obligatoria la celebración anual de la Fiesta del Arbol en cada término municipal. Correspondía a la Corporación fijar la fecha en que había de celebrarse y consignar el presupuesto para la adquisición de terreno para la siembra, plantaciones y riego. Se acordó celebrar esta fiesta el primero de mayo, con un presupuesto de 500 pesetas.
Gran entusiasmo entre el profesorado, alumnos y autoridades locales despertó esta celebración, durante varios años.
En uno de los cursos, cercanos al año 1930 se compraron plantones de árboles a la casa Juan Leiva, de Granada, por importe de 518 pesetas. Los alumnos asistentes fueron invitados a una merienda. La Corporación adquirió 240 naranjas, 215 bollos y 11´5 kilos de chorizos a Tomás Navarrete, José Campos y Alfonso Poveda, respectivamente.
La celebración de esta fiesta en el año 1926 constituyó un gran éxito. Éste es el extracto de la crónica enviada por EVAR a “El Pueblo Católico”:
“En la tarde del domingo 21 de marzo del grupo escolar “Alfonso XIII” salieron formados gran número de niños de las diversas escuelas nacionales, bajo la dirección de sus profesores. En las puertas de las Casas Consistoriales, aguardaba la banda de música de la Cruz Roja, la que, al aparecer los niños que tremolaban el glorioso paño de nuestra bandera, ejecutó la Marcha Real, que escuchó el público descubierto.
Seguidamente se dirigieron Autoridades, Maestros, niños y gran cantidad de público a la plaza de Alfonso XIII, en donde tuvo lugar la bendición y plantación de los arbolitos en cuya faena pusieron los niños gran entusiasmo, terminada la cual entonaron el gigante himno a la Bandera de Silverio Delgado, que el público emocionado oyó con la cabeza descubierta.
A continuación se dirigieron todos a nuestro bonito coliseo, en el cual después de una copiosa merienda, que se sirvió a los niños, tuvo lugar un acto cultural.
Ocupaban el estrado presidencial el Sr. Alcalde, don Florencio Ibáñez Montoya; las señoritas Mayor, Esbrí y Cobaleda, Maestras Nacionales; señores Bens Armayor, Teniente de la Guardia Civil; Molina de la Poza, cura Párroco; Valladar Angulo (don José); Martín Vicente; de la Paz Criado (don Alfredo) Maestros Nacionales; Bueno Labrador (don Luis); Bedmar (don Manuel); Ortuño (don Emilio); Peña Vélez y del Sol, concejales del este Ayuntamiento; Marco (don Antonio) Médico Titular y Ors Martínez, secretario del Ayuntamiento.
El señor Alcalde declaró abierto el acto y concede la palabra a don Crescencio Martín Vicente, que dijo “Cultivar el árbol es cultivar los sentimientos nobles y elevados de los pueblos y es labor que robustece y vigoriza las razas…”. Fue unánimemente aplaudido el culto e ilustrado maestro nacional, que tanto honra al noble sacerdocio que profesa. La señorita Mayor López, pidió a los niños “que imiten a los árboles en todos los actos de su vida, que así como de pequeño el árbol crece recto, ellos procuren no desviarse de las máximas y consejos de sus padres y maestros”. Los calurosos aplausos fueron significativos del talento y juicio de esta joven autora que dedica todas las energías a formar conciencias rectas en el santuario de la escuela.
Acto seguido fueron desfilando por el escenario una pléyade de angelicales niñas y encantadores pequeñuelos que deleitaron grandemente al auditorio recitando preciosas poesías que les merecieron justos aplausos.
Y como digno broche que cerrara tan brillante acto hizo uso de la palabra, el sacerdote, D. Matías Molina de la Poza, que finalizó: “de madera es la cuna donde se meció nuestra infancia y el sarcófago en donde han de reposar nuestros restos.” Quiso infundir a los niños un temor para que todos odien el crimen y el libertinaje, para que no se denigren y envilezcan. Al terminar su disertación el auditorio prorrumpió en unánime y fervientes aplausos.
La banda de música dejó oír las emocionadas melodías de la Marcha Real que escuchó todo el mundo en pie, prorrumpiendo a su terminación en vivas fervientes a España”.
PRIMERAS COMUNIONES.
En la breve crónica de El Pueblo Católico de junio de 1926, podemos evocar la celebración de las primeras Comuniones: “El día 30 del pasado mes tuvo lugar en nuestro hermoso templo parroquial el acto de recibir el Pan de los Ángeles los niños y niñas de las escuelas nacionales.
Fue un acto sencillamente emocionante y bello, en que los niños y niñas ellas con sus vestiditos blancos, de una blancura que rivalizaba con sus almas, se acercaban palpitantes de emoción al recibir en sus pechos la Sagrada Eucaristía, dirigiéndoles a tal efecto nuestro ilustre párroco, una sentida y bella plática, explicándoles el significado del acto que iban a realizar.
Felicitamos efusivamente y con especial atención a las ilustradas maestras de Villanueva, que con tanto acierto han cooperado a revestir de mayor importancia y esplendor el acto realizado”.
EPIDEMIAS:
El año 1922 una epidemia de sarampión obligó a cerrar las escuelas de D. José Valladar, D. Juan Zafra, y Dª. Isabel Espinosa.
AUXILIARIAS VOLUNTARIAS:
En reunión con el Inspector, en febrero de 1905, se acordó crear las auxiliarías voluntarias para facilitar a los profesores de Instrucción Primaria el cumplimiento de sus deberes y muy especialmente los que se referían a la disciplina y orden escolares. Aunque reportaban interesantes beneficios a la educación, no podían sufragarse por la angustiosa situación económica del municipio, por lo que su contratación se realizó de manera ocasional.
SOLICITUD DE MATERIAL
Los maestros solicitaron diverso material pedagógico: proyectores, máquinas de coser y utensilios manuales, cartillas de gimnástica infantil…
Se concedió una máquina de coser Alfa, a la Escuela de niñas número 2 en el año 1929. Enviaron 357 ejemplares de aleluyas sanitarias para repartir entre niños y niñas. Remitieron cuadernos sanitarios para utilización de los niños, que debían escribir máximas higiénicas o, según la inspiración del maestro, una frase alusiva.
En 1925 se recibieron en las escuelas ejemplares del poema “El dos de mayo” de Bernardo López, para repartir a los niños.
En 1927 concedieron material pedagógico para la escuela de Dª. Matilde Mayor y López: pala, sacacorchos, martillo, papel, tazón y un termómetro.
En el año 1929 el Director General de Primera Enseñanza confirmó el envío de tres cajas de diapositivas, para el aparato de proyecciones, y que todo había sido entregado al maestro de la Escuela Nacional de Niños, nº 1, D. Petronilo García Alcalde.
LA PROPAGANDA ANTIPATRIOTICA EN TIEMPOS DE PRIMO DE RIVERA.
Fue enviada a todas las escuelas la Orden de 13 de octubre de 1925, sobre propagandas antipatrióticas y antisociales:
“Los maestros, que por la delicada misión que el Estado le encomienda al entregarles la educación de las nuevas generaciones, deben dar ejemplo paladino de virtudes cívicas dentro y fuera de las aulas y conducir sus discípulos por la senda del bien y del orden social… Así lo realiza la inmensa mayoría del Profesorado pero hay unos pocos, que estiman que, terminada su labor docente, ninguna relación hay entre ellos y el Estado de quien dependen, para dedicarse a propagandas más o menos encubiertas contra la unidad de la patria o contra instituciones como la familia, la propiedad, la religión o la nación…
Los inspectores de Primera Enseñanza, en las visitas que realicen, examinarán los libros de texto en las Escuelas y si no estuviesen escritos en español o contuvieren doctrinas de tendencias contrarias a la unidad de la Patria, o contra las bases que constituyen el fundamento de régimen social, los harán retirar inmediatamente y procederán a formar expediente al Maestro, suspendiéndole de empleo y medio sueldo y dando cuenta.
También examinarán a los niños sobre la instrucción que hayan recibido y de observar alguna falta o negligencia, procederán con el mayor rigor.
Los Inspectores deben enterarse de la conducta que los Maestros observen y si comprueban que se dedican a propagandas antipatrióticas o demoledoras del orden social establecido, procederán a la formación del oportuno expediente”.
Firmó la orden Primo de Rivera y la dirigió al Sr. Subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes.
La carencia de libertad política inicia su ebullición como un volcán en esta época de la Dictadura.
MAESTROS CURSILLISTAS.
El afán del magisterio local por mejorar su preparación es intenso y podemos comprobar cómo se desplazan varios maestros a Madrid para asistir a la Asamblea Pedagógica, celebrada en 1928.
Este es un breve resumen de los primeros años escolares, de las primeras inquietudes, de las primeras simientes de la enseñanza en nuestra localidad; de la entrega y esfuerzo de los maestros.
Se logró la construcción del edificio, tantas veces proyectado, las Escuelas Nuevas, aunque por distintos motivos, que desconozco actualmente, fue recibido con cierta decepción por los maestros y políticos locales, incluso el nombre del primer proyecto “Alfonso XIII” es cambiado posteriormente al de Mercedes, que ha estado vigente hasta la última década del siglo XX.