POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
Las visitas de ola inspección a las escuelas. a las Escuelas. En abril de 1932
El Inspector D. Agustín Serrano de Haro, visitó la localidad para conocer las condiciones de los locales escuelas, rechazando el de la escuela de niños, número 4, que se trasladará a otro local de la Calle Goleta, dando como útiles el resto de locales.
.- En el siguiente curso el Inspector D. Francisco Ambón Montaña, consideró los locales preparados aceptándolos.
.- Reunión del Consejo Escolar en 1935
Se reunieron los miembros del Consejo Escolar con el Inspector D. Marcelino Reyero, quien con su elocuencia, sencillez y bondad dirigió sus primeras palabras para enaltecer la figura de los maestros por su labor, quedando satisfecho en el aspecto educativo e instructivo. Resaltó la labor de las maestras orientada en el sentido que la escuela fuese la continuación del hogar dada la convivencia y afecto que entre maestra y niñas existía.
Trataron la posibilidad de crear una cantina y ropero escolar, acordándose poner en marcha primero el ropero.
Elogió a los componentes del Consejo Escolar por el entusiasmo y actividad desplegada y así lo hizo constar al Consejo Provincial.
D. Miguel Baena Rodríguez, enero de 1936
Presidió la reunión el Inspector. Acordaron el traslado de varias escuelas para formar graduadas en la calle Vera-Cruz, Colegio Mercedes, y Carretera de la Fuensanta, pero no fue aceptada como graduada las escuelas de calle Dr. Velázquez.
Agradeció al Ayuntamiento la dotación de material nuevo y pidió que se restaurara el material anterior muy deteriorado. Se aprobó el funcionamiento de la cantina escolar y que se le pagase a D. Ricardo López, la casa-habitación.
D. Diego Cabrera en 1937
Comunicó al profesorado que si alguno se retrasaba al llegar a su escuela se comunicase a la Inspección para adoptar la medida sancionadora, dado el sacrificio que las actuales circunstancias imponían a todos los ciudadanos y mucho más a los funcionarios públicos.
Manifestó su adhesión a la labor del Presidente del Consejo Escolar y que no se aceptase su dimisión, ya que el legalismo e intransigencia de que lo acusaban algunos, ponía de manifiesto el elevado concepto que tenía de la función que le estaba encomendada y respondía al concepto que debía tenerse siempre del deber, máxime en los momentos que la Patria exigía de todos el mayor sacrificio.
Recomendó que se realizase el censo escolar, incluyendo los niños de 3 a 6 años y que se hiciese cumplir con la máxima exactitud la asistencia escolar, no permitiendo la entrada de los escolares considerándose a todos los efectos, falta.
Visitas de Inspección a dos maestros
Logramos rescatar dos cuadernos de las visitas de Inspección a dos maestros, hombre y mujer gracias a los hijos de D. José Manuel, que nos ofrecieron esta delicia del ayer. Estos son los resúmenes de los textos:
Visita a la maestra María Dolores de la Rosa Cobos: Recibió las visitas de los inspectores D. José Briones en 1934, D. Marcelino Rejero en 1935 y D. Miguel Baena en 1936.
“Lleva los programas en plan cíclico y concéntricos, el local decorado y armonioso. Los alumnos practican una lectura reflexiva. Aplica el dibujo a todas las disciplinas y tiene clasificados a los alumnos en dos grupos para el trabajo simultáneo”.
“Girada visita ordinaria, encuentra en esta Sra. cualidades de maestra, muy aceptables: posee una cultura amplia, una vocación y afecto por sus niñas, que por sí son cualidades de un valor ponderado para la profesión que ejerce.
Su escuela está animada de un espíritu de orden, armonizada con la libertad y el trabajo, que hacen de ella un sitio agradable para las niñas y la maestra. Completan esta nota de belleza profusión de macetas, que las niñas cuidan con esmero y que la maestra utiliza para orientar a las alumnas en el cuidado y amor a las plantas.
Tiene la Sra. especiales aptitudes para el canto regional y labores domésticas.
Es deseo de esta inspección recompensar a esta Sra. y aunque sea poco decide otorgarle un voto de gracia”.
“El local de clase limpio, decorado y pintado gracias a los cuidados de la Maestra que se preocupa de inculcar a sus alumnas hábitos de higiene y estética dignos de elogio.
El estado de la enseñanza y los trabajos de las niñas dan ideas de la cultura y dotes pedagógicas de esta Maestra, a la que el Inspector se complace en felicitar”.
Su muerte el 11 de junio del año 1937 causó un grave pesar en toda la comunidad educativa, remitiendo a los familiares el ascenso concedido con una dotación de cuatro mil pesetas. Esta temprana muerte dejó a su esposo, D. José Jiménez Ardoy, sumido en una dolorosa desolación.
Visita a D. José Manuel Jiménez Ardoy. 1935
“Girada visita ordinaria a la escuela unitarias de esta localidad, dirigida por D. José Manuel Ardoy, el Inspector firmante encuentra plena satisfacción al ver en este maestro cualidades muy apropiadas para la profesión.
Posee una cultura muy amplia, vocación decidida, espíritu de sacrificio suficiente para no desmayar ante las muchas dificultades que por causas diversas pudieran
presentársele; aspectos estos que, unidos al sentido pedagógico y educativo, harán que logre el Sr. Ardoy éxitos fecundos en su carrera o, mejor dicho en su profesión de maestro.
Trabaja sin descanso en la clase y hace que el niño haga constantemente labor, sugestionado por el maestro; así logra una actividad plausible, mucho más cuando esto cristaliza en el cuaderno del alumno en forma de redacciones y dibujos, expresión fiel de la personalidad infantil y de lo que puede hacer.
Debe el Sr. Ardoy laborando con el entusiasmo que lo viene haciendo, cuidando de dejar al niño todas las iniciativas que sean posibles y adaptando las explicaciones al lenguaje infantil en todo momento.
He examinado los trabajos de los niños, con una gran variedad de ejercicios, producto del espíritu de trabajo que el Sr. Ardoy logró crear en la clase y el ambiente de libertad y orden que hizo aflorar la personalidad infantil tal como es. Esta inspección se congratula de encontrar un maestro de vocación tan clara y un espíritu verdaderamente apostólico y que lo aplica a la enseñanza con evidente acierto hasta la fecha.
Por todas estas razones estimo de justicia felicitar efusivamente, al Sr. Ardoy por la labor tan tenaz que realiza y le estimula a seguir trabajando con el entusiasmo que lo hace, encauzando toda su labor hacia un sentido profundamente pedagógico y con una orientación infantil educativa y moralizadora. El Inspector Marcelino Reyero.
Fuente: M.L.F.