SEGÚN EL CRONISTA OFICIAL DE MEDINA DEL CAMPO ANTONIO SÁNCHEZ DEL BARRIO LA OBRA «AHORA SE HA RECUPERADO PARA EL PATRIMONIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE MEDINA DEL CAMPO, GRACIAS A LA DONACIÓN QUE SUS PROPIETARIOS
Lucir como nueva y con cabeza. Este ha sido el objeto final de la restauración integral que Francisco José Boldo Pascua ha realizado sobre la escultura orante (bulto funerario) del abad Diego Polanco Giraldo, datada hacia 1660 y atribuida a Luis Fernández de la Vega, que será durante todo este mes de diciembre la pieza del mes del Museo de las Feria de Medina del Campo y que, cuando finalice el año, será finalmente depositada en la entrada del convento de las madres Agustinas de la localidad.
Esta monumental obra escultórica tallada en piedra arenisca, como la denominó el director del Museo de las Ferias y cronista oficial de Medina del Campo, Antonio Sánchez del Barrio, ha permanecido durante más de medio siglo en el patio en una finca de la pedanía de Gomeznarro y que «ahora se ha recuperado para el patrimonio histórico artístico de Medina del Campo, gracias a la donación que sus propietarios, los hermanos Bienvenido y José Antonio Fernández Martínez han realizado a la Cofradía Penitencial de la Oración del Huerto y la Vera Cruz».
Durante dos meses, en el patio del Museo de las Ferias y tras el traslado de la pieza por parte de la brigada de obras del Ayuntamiento, Boldo Pascua ha procedido a la restauración integral. «La pieza estaba muy deteriorada ya que se encontraba a la intemperie desde hace más de dos décadas», explicó el restaurador, quien agregó que «al llevar tanto tiempo al aire libre estaba muy deteriorada por lo que las labores de restauración han sido arduas». Además de restaurar todos y cada uno de los pliegues de la obra escultórica, Boldo Pascua también ha sido el artífice de la nueva cabeza que luce desde ayer mismo esta pieza, cuya financiación ha corrido a cargo de la Cofradría Penitencial de la Oración del Huerto y la Vera Cruz y de la Fundación Museo de las Ferias.
Concebida para el sepulcro que el abad Polanco tuvo en la desaparecida iglesia penitencial de la Vera Cruz, la escultura ha permanecido durante décadas en el patio de una finca privada tras la demolición del templo ubicado en las proximidades del barrio de la Mota entre septiembre de 1961 y marzo de 1962.
«Sus características de estilo la acercan a la producción artística de Luis Fernández de la Vega, reconocido escultor formado en el taller de Gregorio Fernández del que sabemos que en la década central del siglo XVII trabajaba en Medina del Campo para el Obispo Caballero de Paredes, en la iglesia del entonces convento de Agustinas Recoletas, hoy de San Juan de la Cruz, de Carmelitas descalzos», aseguró Sánchez del Barrio. A su juicio, «las características de la talla de la piedra recuerdan las de alguien que conoce de cerca la obra de Gregorio Fernández.
Fuente: http://www.elnortedecastilla.es/ – P. G.