EL GRAN MAESTRE, ANTONIO LUIS GALIANO, CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA, DIO CUENTA DE LAS ACTIVIDADES DE LOS INTEGRANTES DE LA ORDEN EN ESTE AÑO Y PRESENTÓ A LOS NUEVOS

Una semana antes de tiempo, Orihuela concluye la Pascua, como indica el refrán, con las fiestas del barrio de San Antón, una onomástica que tiene lugar el 17 de enero a partir del cual y también según el dicho, empieza a notarse que el sol alumbra durante más tiempo y alarga las jornadas. Así, la tradición marca que los turrones, las yemas, los dátiles y las bolas de caramelo suplan en las mesas a mantecados, relentes y pastas floras, y así debió ocurrir en muchos lugares de la ciudad, porque desde por la mañana fueron muchos los que se acercaron a este tradicional barrio a comprar `la pesá´, aunque había muchas más cosas que hacer, como bendecir a los animales de compañía, disfrutar de un chocolate con mona gentileza de los vecinos del barrio o escuchar las ocurrencias de los charlatanes en la 32 edición de su concurso nacional, además de disfrutar de las rifas y la feria, algo que también desde primera hora no dudaron en hacer los más pequeños teniendo en cuenta que en la jornada del sábado la climatología no acompañó.

La jornada comenzó sobre las nueve de la mañana, con un pasacalles por el barrio acompañado por el disparo de cohetes que anunciaba que a los pies del Monte de San Miguel y junto al Palmeral, se cocía una de las tradiciones más arraigadas de la ciudad y cuyo adelantamiento para no coincidir con la feria de Elche no ha gustado a muchos vecinos tanto de San Antón como de otros puntos de la ciudad. A las diez y media el padre José Luis Satorre ofició la misa en su segundo año como Señor de San Antón, un nombramiento que realiza la Diócesis y que tendrá que renovarse de cara a la edición del 2015 de la fiesta. Mientras tanto en la explanada frente a la ermita se concentraban vecinos con sus mascotas. Perros, gatos, un pony y muchos gallos se dieron cita junto a la escalinata de uno de los salones de la parroquia para que el párroco los bendijera. Junto a ellos la cerda que se rifó al final del día y sus lechones aguardaban tranquilamente a que su nuevo propietario, que saldría de los boletos de la tradicional rifa, se los llevara a su casa.

Un chocolate con mona para reponer fuera y ver el concurso de charlatanes dio paso a que numerosas personas pasearan por entre los puestos de productos típicos y otros no tan típicos, ya que en los últimos años se han sumado a esta feria paradas de ropa, juguetes y otros productos. Una de las críticas fue la de la eliminación del concurso de caliche que llevaba a San Antón a jugadores de buena parte de la comarca y que este año ha desaparecido del programa de fiestas. Emeterio Navarro aseguró que el Ayuntamiento ha pagado hace poco los premios del año pasado y consideró que no es de recibo que se elimine un concurso que, indicó, «es tan tradicional como la rifa de la cerda».

Ya por la tarde la fiesta se tornó solemne con la celebración, en la iglesia de Santo Domingo, de la ceremonia de investidura de los Caballeros, Dama e Instituciones de San Antón, que este año son respectivamente Esteban Sanmartín y Vicente Gimeno; Julia Valoria; el Colegio Público Manuel Riquelme de Hurchillo y la Organización Nacional de Ciegos (Once). Durante este acto, en el que se celebró el medio siglo de estos nombramientos, se contó con un concierto a cargo del Ensemble de Metales del Conservatorio Profesional de Música Pedro Terol, dirigido por Antonio J. Pujol y que a lo largo de la ceremonia interpretó varias piezas. También acudió, entre otras autoridades, el obispo, Jesús Murgui, máximo representante de la entidad al abrigo de la cual en su 400 aniversario se crearon estos nombramientos. El gran maestre, Antonio Luis Galiano, cronista oficial de Orihuela, dio cuenta de las actividades de los integrantes de la orden en este año y presentó a los nuevos.

Fuente: http://www.laverdad.es/ – Pilar M. Maciá