POR BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA (ALICANTE).
Ya son 10 exposiciones las que he tenido el honor de organizar en conmemoración de la Fira de Nadal de Xixona. Este año quizás haya sido la muestra más difícil, no tanto por la materia, puesto que la elaboración tradicional y artesanal de turrones y dulces es relativamente; sino por las circunstancias ajenas a la muestra que la han rodeado.
En primer lugar, este 2021 no está siendo mi mejor año, ya que la enfermedad me ha atacado y parece ser que ahora estoy empezando a ver el final del túnel. Por eso me he encontrado limitado a la hora de hablar en público y he tenido que recurrir a la tecnología para que me ayudara. ¡Que raro me veía con un micrófono de diadema en la cabeza (¡Un calvo con diadema!-pensaba) y una petaca de altavoz en la cadera!; pero ha sido mi salvación para no forzar mi maltrecha voz. A pesar de que mi logopeda me indicase: “tranquilo, respira profundamente e intenta cuadrar tu respiración diafragmática con la emisión de la voz”, cuando alguna pregunta o observación me interesaba desataba en mi interior una gran cantidad de palabras que salían en tropel y reconozco que en ocasiones tenía que repetir, al ser de difícil interpretación. Es evidente que tengo que acostumbrarme a esta nueva realidad e intentar calmarme y hablar de forma relajada y coordinada.
En segundo lugar la pandemia ha provocado que este año se haya tenido que abandonar el pasillo y el aula de exposiciones de la casa de Cultura para trasladarnos al Teatret, un espacio mucho más amplio con el que poder asegurar la distancia social, aunque posee también alguna limitaciones al tener que dejar libre la nave central para la realización de conferencias y actuaciones musicales y tener que disponer la muestra en las capillas laterales.
Para cumplir con los aforos los visitantes tenían que reservar con antelación en la Oficina de Turismo. El aforo por sesión era de 15 personas al tener que disponerse la muestra en cada capilla del Teatret y tener que ir de capilla en capilla. Para no crear aglomeraciones en las visitas más numerosas, los visitantes se disponían unos delante y otros detrás y cuando entraban unos el resto esperaba.
Es por ello que no hemos tenido un horario fijo ,como en otras ocasiones, sino que hemos realizado las visitas guiadas cuando no había actividades. Así el horario ha sido el siguiente: el viernes 3 de diciembre a las 17.30 y las 19.00h; el sábado 4 a las 17.30, el domingo 5 a las 10.30, 17.30 y 19.00h, el lunes 6 a las 13.30h, el martes 7 a las 19.00 h y el miércoles 8 de diciembre a las 11.00, 12.30, 17.30 y 19.00h. En total han sido 12 pases que se han realizado.
La muestra pretendía ilustrar sobre los métodos artesanales de elaboración de turrones y dulces mediante una serie de fotografías que se pueden datar desde principios del siglo XX hasta la década de 1960.
En esta exposición el Ayuntamiento ha contado con la colaboración del Consejo Regulador de las IGP Jijona y turrón de Alicante; José Manuel Sirvent Baeza, propietario del Museo del Turrón e Hijos de Manuel Picó Llorens, quienes han prestado imágenes y materiales para que esta muestra fuera posible. Muchas gracias a todos ellos, ya que sin su colaboración y amabilidad hubiera sido imposible organizar la muestra.
En cada una de las capillas de la iglesia conventual se han distribuido los diferentes procesos productivos como: la selección de almendra, la elaboración del turrón de Alicante, el turrón de Jijona, el envasado manual de los turrones y dulces, otros productos además de los turrones (pasteles de gloria y de yema, pan de Cádiz, peladillas, polvorones), la comercialización y venta y la publicidad. Debido a que la muestra se hallaba en el Teatret no he podido renunciar a explicar las características arquitectónicas y la historia del convento de la Mare de Déu de l’Orito, construido entre 1595 y 1628, que posee una decoración barroca fruto de una restauración de 1734. Dado que se conservan 8 obras de Octavio Vicent, que se hallaban expuestas en la hornacina de cada capilla, ha explicado quién fue este escultor valenciano y su vinculación con Xixona.
Quisiera agradecer la asistencia del público, porque es quien da sentido a todo el esfuerzo realizado y es quien me daba fuerzas para intentar mejorar las explicaciones. Hemos tenido visitantes de diferentes puntos de España: pueblos de la província (Alacant, Sant Vicent del Raspeig, Elche, Orihuela, Cocentaina, Alcoy), pueblos de la Comunidad Valenciana (Albaida, Ontenient, Bocairent, València), Sevilla, Cádiz, Cuenca, Madrid, Mallorca, Oviedo e incluso una chica nacida en Moscú, pero afincada en Madrid.
De diferentes profesiones: jubilados, estudiantes, periodistas, historiadores,maestros turroneros,…. Entre ellos también había algunos jijonencos.
Un público deseoso de conocer no sólo la producción artesanal y tradicional de los turrones y dulces, sino de saber un poco de la historia y del futuro de la industria turronera de la ciudad más dulce del mundo. Normalmente una vez finalizada la visita los más interesados seguían preguntando entablándose una animada tertulia que se prolongaba en el tiempo y llegaba a empalmar con la visita siguiente.
Algunas preguntas eran sencillas de responder. ¿Cuál es el mejor turrón? O no. Evidentemente les indicaba que todos los turrones que se venden en la XIII Feria de Navidad son de calidad garantizada y muy sabrosos. En ocasiones insistían y evidentemente no podía decantarme por ninguna marca. Eso sí, al final les recomendaba diferentes productos y presentaciones que no se encuentran en los tradicionales circuitos comerciales de las grandes superficies, como pudiera ser la torta o coca de turrón de Jijona, el turrón a la piedra y el terronico.
También comentamos el excesivo uso de la palabra turrón en algunos productos dulces que nada tiene que ver con la acepción tradicional, como pudiera ser el turrón de palomitas de maíz con cobertura de chocolate con maíz frito crujiente, relleno de praliné de maíz con fruta de la pasión y tajín, o el turrón de chocolate con churros, o el turrón de mojito.
Una pregunta que a los jijonencos que estábamos allí nos llegó al corazón y se nos clavó como un puñal fue que ¿dónde se produce turrones El Almendro? Entonces les explicamos que la marca se fabrica en Sonseca por turrones Delaviuda y analizamos, según nuestro conocimiento, las circunstancias por las que, una empresa líder del sector A. Monerris Planelles, terminó siendo adquirida por la multinacional Kraft Jacobs Suchard que la vendió a nuestra principal competidora Delaviuda SL.
Además comentamos qué iniciativas está tomando el sector para desestacionalizar su consumo, como pudiera ser: potenciar el uso gastronómico del turrón ya sea mediante su empleo por grandes y renombrados chef, como así se hizo en la feria con el showcooking “El turrón, aplicación a la cocina salada” de Joaquín Baeza o a través de la iniciativa de Tapeando con turrón por Jijona para acercar al consumidor algo tan común como las tapas, aunque elaboradas con turrón; o fragmentando el producto (En la feria se ofrecer lotes con miniporciones o hay lotes con productos de 75g) para atraer al público más jóvenes.
Analizando la fragmentación del turrón me vino a la cabeza las baby porciones de la década de 1960 en envases de madera y cartón y el acercamiento a la infancia aparecieron las figuras de Pepito el Almendrito, la Famita y Mamá Noel La Jijonenca. Vendría muy bien dedicar una muestra sobre el acercamiento de los turrones y dulces a los niños y jóvenes.
También hicimos gala de poseer una de las mayores plantas productoras de chocolates (Antiu Xixona de Sanchis Mira) que produce una inmensa variedad de productos y da trabajo todo el año.
Para mi estas exposiciones son lugares para aprender a través de los conocimientos y experiencias que me aportan los visitantes.
Así al hablar sobre el turrón primigenio que se elaboraría a principios del siglo XVI que era una especie de mezcla de todo tipo de frutos secos tostados o no, con miel y azúcar, ponía de ejemplo el alajú producto tradicional de Cuenca y un conquense en la sala confirmó mi teoría y nos explicó como era y que seguía fabricándose tanto en casas particulares como en pastelerías de su ciudad. https://cadenaser.com/emisora/2019/11/30/ser_cuenca/1575123699_020711.html
Hemos descubierto que existen en la terminología jijonenca del mundo del turrón que existen diferentes nombres de productos que son genéricos, pero de los cuales desconocemos su origen. Un caso especial es el pan de Cádiz, como así comentamos en esta publicación del blog. Un gaditano me comentó que en su tierra su pan de Cádiz era idéntico a la explicación que había dado sobre su fabricación, aunque ahora le faltaba saber si el gusto era el mismo, sobre todo por el tipo de mazapán empleado.
Comentando que el dulce tradicional de los valencianos en Reyes es la casca y que el roscón de Reyes nos llegó con los borbones en el siglo XVIII un madrileño me expuso que en su ciudad ahora se quiere imponer la denominada corona de la Almudena, una especie de roscón de reyes, aunque sin la fruta confitada. https://www.elmundo.es/metropoli/gastronomia/2021/11/09/6188feca21efa03f4c8b4589.html
En la muestra descubrí la necesidad de plantear nuevas temáticas para años sucesivos. Mi tocayo y buen amigo, con quien comparto dos pasiones, el turrón y la música, Bernat Sirvent (madeinjijona.com) me comentó que una empresa foránea a nuestra población y gran competidora está utilizando el tradicional lema turrón, turrón empleado ya como descubrimos en la muestra por Hijos de Vicente Sanchis Mira SL en la década de 1960 con su eslogan Queremos turrón, turrón, turrón, pero que vea que sea Antiu Xixona…Creo que es obra de concluir mi investigación sobre lemas empleados por las industrias turroneras y comerciales (No discuta casa Selfo, la mejor fruta) de nuestra Xixona.
También fue mi tocayo, quien me hizo una pregunta directa y complicada de responder, esta era si el boixet fue el invento más importante en la historia de Xixona. Difícil, porque en unos segundos tuve que repasar mis conocimientos de la historia de la ciudad más dulce del mundo, aunque la respuesta era evidente. La invención del boixet supuso un antes y un después en nuestra industria ya que permitió pasar de una elaboración artesanal a una industrial, con el consiguiente incremento de la producción y asentar un nuevo producto como era el turrón de Jijona, cuya paternidad podemos reclamar con todo honor y merecimiento junto con el turrón a la piedra y el terronico.
En fin, quiero agradecer de nuevo a patrocinadores y público que han hecho que esta muestra sea especial y que nada más cerrar la puerta ya esté pensando en la siguiente edición. Muchas gracias y bon Nadal (Feliz Navidad).