POR MARÍA TERESA MURCIA CANO, CRONISTA OFICIAL DE FRAÍLES (JAÉN).
Nuestra feria ya es cuarentona, ¡ojo! la feria en agosto, cuarenta años de celebrar la feria en agosto creemos que es suficiente perspectiva histórica para poder hablar de un tema. Retomamos el tema de la feria ya que en otra ocasión lo hicimos desde este mismo foro, hablando de las ferias en las que primaban los intercambios comerciales, y primaba la ilusión de la chavalería y los más jóvenes.
La llegada del gobierno democrático a la alcaldía de Frailes, trajo aparejado cambios de toda índole, como nunca antes se habían realizado, cambios políticos, sociales y festivos. La nueva corporación encabezada por Encarnita Anguita Delgado, hizo necesario un cambio en la fecha y lugar de celebración de la feria anual.
El lugar en el que se venía celebrando tradicionalmente, la Plaza de la Iglesia y sus aledaños, calle Rafael Abril, Santa Lucía y plaza Miguel de Cervantes, había quedado pequeño. Los propios feriantes se quejaban de que llegar, con sus desbaratados camiones, hasta la zona , era una auténtica carrera de obstáculos. Por otra parte el público asistente a la feria, a penas encontraba espacio para solazarse en su feria. Pero el motivo fundamental era que para San Miguel, 29 de septiembre, la fecha de celebración, de finales de septiembre y primeros días de octubre, no era los más idónea, por dos motivos fundamentales: Una mayoría importante de fraileros no podían disfrutar de su feria, ya que eran tiempos en los que una gran mayoría de gentes emigraban como temporeros a la vendimia en Francia o la Mancha. Y un segundo motivo la climatología. Hacía frío y había lluvias .
Así que, se imponía un cambio, y se pusieron a transformar de raíz la feria de la Villa. El primer cambio la fecha, pasar de otoño a pleno verano; y el lugar, que pasaría del centro neurálgico a un antiguo egido a las afueras, las Eras del Mecedero. Por cierto que el nombre de mecedero hace referencia a un instrumento para remover el vino o el jabón.
Como eran tiempos de transición política, también el doble cambio de fecha y lugar de la feria, tuvo su transición. El nuevo Ayuntamiento democrático el año de su toma de posesión, 1979, y 1980, celebró la feria en lugar y fecha de costumbre. En la feria de 1981 llegó el gran cambio. Se trata de la fecha, que pasó a los primeros días de agosto, y el lugar, se eligió el patio de las antiguas instalaciones de la cooperativa de aceite San Rafael. Casetas de turrón y de juguetes, se instalaron a lo largo de la calle Tejar, y también los caballicos y las cunicas. Para el baile, se decidió el patio de la almazara. Era el espacio en donde se venía celebrando también el patrón San Pedro, ya que en las inmediaciones se encontraban los bares emblemáticos: Bar Nuevo y La Cueva, regentados por Manuel Arenas Sánchez y Francisco Álvarez López; y el recién creado Bar la Raja, comandado por Juan Martínez Castillo. La fecha resultó un éxito, ya que era cuando Frailes doblaba su población con aquellos que habían tenido que emigrar y volvían cada verano a casa de sus familiares.
El hito lo marcó el año 1982, siendo alcaldesa Encarni Anguita Delgado, secretario accidental José María Robles Tárrago, que también lo era de Alcalá la Real; la Comisión de festejos la formaba María Garcés Molina, Francisco Castro Garrido y Manuel Gallego Mudarra, sobre el que recayó la responsabilidad de organizar la feria. Entre los objetivos que se marcó Manuel Gallego figura el de organizar una feria para todos, contando con la participación de chicos y grandes; tomando el protagonismo de la fiesta los mayores, sus hijos y sus nietos, todos, los que viven en la Villa y los que tuvieron que marcharse por diversos motivos; para los fraileros y los de otras localidades vecinas; a los que les gustaba el baile y la música, y a los que les gustaba el deporte … en fin, multitud de actividades para todas las edades y los gustos, y con un espíritu de participación global.
Había que preparar el paraje de las Eras del Mecedero, para que se pudiesen celebrar las actuaciones musicales, la verbena y partir de cero pasando de unas eras a un recinto ferial. El que fuera responsable de las obras en el Ayuntamiento, Antonio Morales Liranzo, fue el encargado de diseñar el escenario en semicírculo, albergando en el semisótano los servicios. Cuarenta años después y tras un último lavado de cara luce como el primer día. Lo que fuera la primitiva pista de bailes se acondicionó con zahorra, del cortijo de Ezequiel Mudarra López. El recinto ferial con el paso de los años, se ha ido mejorando con una barra de obra, ahora ya cerrada, una cubierta, y suelo de cemento, además de una cerca, dejando el espacio como local de doble uso para feriar y como zona para caravanas. Los premios que se dieron a los participantes, fueron donados por los comercios de la comarca, como da buena cuenta la publicidad que apareció en el programa de fiestas.
La fecha elegida era aquella en la que un mayor número de fraileros y visitantes se encontraban en la localidad. 7, 8, 9 y 10 de agosto, de sábado a martes, añadiendo un día más a los tradicionales días de fiesta. A las 10 de la mañana del sábado 7 de agosto de 1982, se inauguraban las fiestas con un desfile de gigantes y cabezudos, de esta manera se daba el pistoletazo de salida que se continuaba con una tirada al plato, y para los pequeños un concurso de pintura, en las Eras del Cerrillo. Las mujeres pudieron disfrutar de una exposición de trabajos de artesanía, en la que se expusieron bordados y costuras que ellas habían trabajado. Y por la tarde concurso de juegos de cartas, con el juego que más gustaba, “la Escalera”, y como no, fútbol, entre equipos de la comarca. Al anochecer la cita estaba en la caseta municipal, ahora sí, en las Eras del Mecedero. La orquesta seleccionada para inaugurar la caseta fue 24 quilates.
El segundo día. 8 domingo, era el día grande, a las 10 de la mañana, diana con los cabezudos, que prestó a Frailes, la localidad de Pegalajar y que lo gestionó el concejal Antonio Murcia Garrido. Acompañaba lo que quedaba de la banda de música de Frailes. A las 12 de la mañana daba comienzo una de las actividades que más impacto causaron: Marathon Popular. El concejal Manuel Gallego Mudarra se ocupó y preocupó de organizar un verdadero Maratón popular, en dónde la participación fuera eso, POPULAR. En el participó todo el pueblo, según su edad y estado. Unos corrieron, otros prepararon los dorsales, y las mujeres, que no participaban en ninguna actividad física, prepararon limonada, totalmente natural, y estaban atentas al paso de los corredores, a fin de ofrecerles algún tipo de hidratación. La Guardia Civil de Tráfico con sus imponentes motos, abría la carrera, anunciando con sus sirenas que se acercaban los corredores. El recorrido de la Maratón se realizó por todo el pueblo; y créanme, yo que fui testigo, Frailes y sus gentes, gozaron como nunca se había visto.
A las 13 horas, Vermut en la Caseta Municipal, otra de las innovaciones de aquella inolvidable feria. Ir a la caseta, en el nuevo recinto ferial desde la mañana para los niños y jóvenes, y para los mas maduros desde el medio día; es lo que más tarde se dio en llamar la feria de día. Nada más tomar el aperitivo se continuaban los concursos de escalera, torneo de ajedrez, para todas las edades, fútbol; y a las 20 horas, una obra de teatro La Educación de los Padres, por jóvenes aficionados de la localidad y dirigidos por María Teresa Murcia Cano. Y luego a bailar hasta la media noche, con la orquesta 24 Quilates. A la media noche, la elección de Reina de las Fiestas y sus damas de honor.
A pesar de ser lunes, aquel 9 de agosto quedó grabado en muchos fraileros y visitantes. Repasamos lo acontecido: por la mañana el pasacalles con gigantes y cabezudos. A las 11 horas, Atletismo y concursos múltiples, en la Caseta Municipal. Y continuar con los concursos de cartas y ajedrez, ya a primera horas de la tarde. A las 20 horas, Divertida actuación del grupo de Varietes, en donde actuaron grandes artistas de la localidad. Los niños y adolescentes de la localidad, montaron una serie de números musicales, que hicieron las delicias de sus familiares y asistentes a la Casata Municipal, y que ya no abandonaron, pues fue lo nunca visto en Frailes ni en los alrededores, la orquesta que amenizó la verbena. Orquesta Versalles. ¡Que buenos recuerdos!. Eran de Aranjuez, y toda una sensación de la época. ¡Formidables! Aquellos 8 músicos que impactaron a los fraileros y a las gentes de la comarca que en el silencio de la noche escucharon los sones de tan maravillosos músicos y se acercaron a la feria para comprobar que de cerca eran aún mejores. Dos noches convirtieron las Eras del Mecedero en la antesala del paraíso de las orquestas de feria. Se les recordó durante muchos años, pues en ninguno de los pueblos de alrededor, nunca se había visto una orquesta de a categoría de Versalles, en ninguna de las ferias para amenizar la verbena.
El cuarto y último día de feria, se abrió con la tradicional Diana y los cabezudos, se cerraron los concursos de redacción para los pequeños, y los de naipes y ajedrez. Se homenajeó a los jubilados con la actuación de una rondalla de jubilados de Valdepeñas, y culminó siendo una de las mejores ferias que ha vivido la Villa. Y lo hemos querido dejar por escrito, porque nadie hablará de ella cuando hallamos muerto.
FUENTE: http://cronistafrailes.es/la-feria-de-la-puerta-de-la-iglesia-a-las-eras-del-mecedero