POR MARÍA TERESA MURCIA CANO, CRONISTA OFICIAL DE FRAILES (JAÉN)
La Fiesta de la Candelaria es una celebración de la religión católica que se realiza cada año el día 2 de febrero, es también conocida como la Fiesta de las Candelas, Fiesta de Luz, Purificación de la Virgen y Presentación del Señor.
La fiesta popular ocurre 40 días después de la Navidad y, en algunos lugares, los actos relacionados a la advocación mariana pueden extenderse durante una semana. El origen de la fiesta es muy antiguo. Está relacionado con varios hechos narrados en la Biblia; como la presentación de Jesús en el Templo de Jerusalén que aparece descrito en el Evangelio de Lucas 2:22-40 y la Purificación de la Virgen después del parto que se encuentra narrado en Levítico 12:6-8.
Por ello, la fiesta es también conocida con la Fiesta de la Luz y Fiesta de las Candelas puesto que Cristo es visto como la representación de la luz en el mundo, simbolizando la iluminación de toda la humanidad gracias al advenimiento hecho por María quien es su progenitora y guía. La Fiesta de la Candelaria se realiza en varias regiones del país, en la tradición original la Fiesta de la Luz como también se le conoce, era organizada por mujeres que llevaban grandes candelas encendidas, otras encendían velas que eran bendecidas y luego estas adquirían virtudes protectoras. La festividad de la Candelaria se considera el ciclo de cierre de la Navidad, por ello la tradición original consistía en que las personas esperasen hasta este día para quitar los adornos navideños pues este era el momento en el que se purificaba y presentaba la imagen de Cristo en los templos.
Apuntamos la idea de que esta fiesta llegara a la Abadía alcalaína de la mano de la familia Raxis, quienes procedente de Cagliari llegan hasta nuestra ciudad. En efecto, “Buen Ayre”, la castellanización del nombre de la Virgen de Bonaria, es decir de la Virgen de la Candelaria, a quien los padres mercedarios habían levantado un santuario para los navegantes en Cagliari, Cerdeña, y que era venerada también por los navegantes de Cádiz, en España.
En septiembre de 1497 en un viaje comercial a Roma, ciudad en la que había sido fletada por Marco de Baeza. En el tornaviaje fue asaltada y apresada por un corsario en el puerto de Cagliari.
Cagliari, (Cáller en castellano antiguo, Casteddu en idioma sardo) es un municipio italiano y la capital de la isla de Cerdeña, una región autónoma de Italia. El nombre sardo de Cagliari, Casteddu, literalmente significa «castillo».
Pablo de Rojas. Pablo de Raxis. Alcalá la Real (Jaén), 16.XI.1549 baut. – Granada, c. 1611. Escultor e imaginero. El 16 de noviembre de 1549, en la parroquia de Santo Domingo de Silos de Alcalá la Real, era bautizado Pablo de Raxis, quien con el tiempo castellanizaría su apellido por Rojas. Décimo hijo del pintor Pedro de Raxis Sardo, el viejo, y de Catalina González, su padre, natural de Cagliari, en Cerdeña, había llegado aquí, vía Granada, hacia 1527, abriendo taller en la calle Real, la más emblemática de la ciudad.
LA CANDELARIA EN LA ABADÍA DE ALCALÁ LA REAL
Noticias muy antiguas son las que se conservan el el Archivo Municipal sobre la celebración en Alcalá la Real de la fiesta de la Candelaria. En 24 de marzo de 1668, durante el abadiato de Alonso Antonio de San Martín, se aprueba que los asistentes a la fiesta de la Candelaria , a los que asistía el cabildo municipal y el eclesiástico, este debía permanecer sin bonete, ante los regidores.
La fiesta tenía todo el abolengo que requiere tan señera celebración. Se celebraba en la Iglesia Mayor y acudía el cabildo con cera durante el siglo XVIII nombrando comisarios para dicho efecto como consta en Acta de Cabildo de 30 de diciembre de 1718. Se fijan unos comisarios en el cabildo de suertes para la asistir a los actos religiosos el Miércoles de Ceniza para tomarla, el Domingo de Ramos para tomar la palma, el Jueves Santo para la Comunión General y la Candelaria para la cera. En 26 de mayo de 1766, las actas municipales nos hablan de la armonía entre los dos cabildos.
Era muy celebrada en Alcalá la Real. Se celebraba en la Iglesia Mayor Abacial, y también en el convento de los padres dominicos de Nuestras Señora del Rosario, El final de siglo XVIII significó la desaparición de muchas cofradías y la fusión con la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús. Luego en la iglesia de Consolación.
Curiosamente, si nos trasladáramos al siglo XIX, en el año 1841, el culto de la Virgen de las Mercedes no habría cambiado salvo en pequeños detalles de poca importancia. En el mes de febrero, se encargaba de la fiesta de la Presentación del Niño en el Templo, o La Candelaria, costeando la torta y los pichones. A lo largo del año, se cantaban misas, salves, en su honor, el día de la Víspera se mantenían los fuegos y, así, a pesar de que se encontraba en la Iglesia de la Veracruz, allí se festejó en la noche de la Víspera, ya que era una tradición el traslado de la imagen a esta iglesia para realizar rogativas. La capilla de Música de Florencio de Alba amenizaba la velada de este día, donde la gente bailaba en los alrededores de la iglesia. También lo hacía en el resto de la de las funciones de Iglesia, misa, aguinaldos y salves del sábado.
Esta fiesta de la Candelaria figuraba dentro de la lista de las fiestas marianas que debían celebrar en todo el territorio de la Abadía. No obstante como fiesta de cabildo municipal se estableció en 1597. Los conventos e iglesia integraban sus actos con la ofrenda de tórtolas, el romero y el anuncio de las fiestas con una luminaria o candela para que el devoto acudiera a los actos litúrgicos. Incluso, celebraron autos sacramentales con el coro de niños o seises que hacían referencia a la Presentación de Jesús en el Templo. Las vestimentas eran guardadas en el archivo del cabildo municipal.
A ello se unió un pequeño convite tras la ceremonia religiosa con el reparto de la tarta. Hay noticias del siglo XVIII en el que, también hay constancia de celebrar esta fiesta las cofradías de Dulce Nombre de Jesús, Humildad, Veracruz y, más recientemente la de la Virgen de las Mercedes.
La fiesta de la Presentación del Señor y Purificación de la Virgen, popularmente conocida como la Candelaria, tiene en Alcalá la Real un matiz especial puesto que supone la celebración de la “fiesta menor” de su patrona, la Virgen de las Mercedes, cuya solemnidad tiene lugar cada año el día de la Asunción. Las celebraciones de la Candelaria comienzan en la víspera con la presentación de los niños pequeños a la Virgen tras la celebración de la misa del día uno y continúa esa misma noche con el encendido de una gran candela en el Compás de Consolación que da lugar a un rato de convivencia entre todos los asistentes durante el cual las cofradías organizadoras invitan al popular vino del terreno y otras viandas.
El día de la fiesta, dos de febrero, a las 11 de la mañana da comienzo la celebración con la procesión de entrada, que como es tradición, se desarrolla saliendo de la iglesia de Consolación para volver de nuevo a ella después de dar la vuelta a la fuente de La Mora situada enfrente. La procesión cuenta con la peculiaridad de que ante la Virgen desfilan dos grandes tartas y dos parejas de palomos originalmente vestidos portados en sendas andas.
Ya de vuelta al templo, estando éste completamente lleno de fieles y devotos, continuó la Eucaristía
Finalmente, también siguiendo la tradición, los miembros de las cofradías organizadoras invitan a degustar el contenido de las tartas a todos los asistentes en el compás de Consolación. Y todos aquellos que desean coger romero, esta a disposición en la puerta de la iglesia, que se bendice antes de iniciar la eucaristía. Los fieles y devotos los llevamos a nuestras casas aplicando el dicho de …Santo romero que salga lo malo y entre lo bueno.