POR JOSÉ ORTIZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE MONTORO (CÓRDOBA)
Aprovechando la festividad de San Sebastián, hoy ponemos una fotografía de un alboroque o fiesta del final de la campaña de la recogida de la aceituna.
No obstante hablaremos del Día de San Sebastián en las faneguerías o del Santo, como corrientemente se le conocía.
Hasta hace relativamente poco, todos los años durante la campaña de la aceituna, se tenía un día algo liviano donde se celebraba la fiesta del Santo o de San Sebastián.
Durante la misma (según recogemos en algunos apuntes del siglo XVII y XVIII) las faneguerías no acudían al tajo para hacer las tareas atrasadas al estar de asiento en el cortijo una buena temporada. Después se seguía la jornada con juegos y el famoso «lagareo» (ir de casa en casa de campo organizando bailes).
Este día era bien conocido tanto por los operarios de la aceituna como por los agricultores del trigo, ya que este día se aprovechaba para hacer una misa en la iglesia de San Sebastián ante el famoso «Segadorcito», una talla de un Niño Jesús en pie, al que los segadores le realizaban una fiesta solemne con bailes típicos.
En la fotografía, que nos facilitó en su día Maricarmen Lorenzo, vemos como chiquillos y adultos hacen una bandera (final de la campaña) donde se pintaban frases y símbolos de gratitud. Sin duda otra época que muchos no logran entender al día de la fecha.