POR EL CRONISTA OFICIAL DE GRADO, GUSTAVO ADOLFO FERNÁNDEZ, 

A Grado no le faltan, ni le faltaron nunca, flores. De halagos va servida la villa, por ejemplo, por su antiquísimo Mercáu Tradicional, que acaba de recibir el premio «Moscón de Oro» en su categoría local. Y también de fiestas, ferias y eventos especiales como La Flor. «La Flor de Grau, declarada el año pasado Fiesta de Interés Turístico regional, era históricamente el primer gran mercado, la primera feria, tras la invernada y la llegada de la primavera», explica el cronista oficial del concejo y director del área de Cultura del Ayuntamiento de Grado, Gustavo Adolfo Fernández.

Celebrada el fin de semana siguiente a Pascua, la Primera Flor trae consigo el certamen de la Faba Asturiana IGP y productos afines. Un marco incomparable con los productos de la tierra como protagonistas que reunió, el pasado abril, miles de personas de toda Asturias en la villa moscona. Seis semanas después, coincidiendo con el Mercadón de Primavera, llega la Segunda Flor. Aunque, como destaca Fernández, no siempre se nombró así.

«En el Catastro de Ensenada, de 1752, se dice que las ferias de la villa eran las de La Flor y La Florina, y duraban tres días. Confieso que me fascina el nombre de Florina, con ese diminutivo de resonancia tan cariñosa y tan típicamente asturiano», destaca el cronista.

Aunque no asegura con certeza cuándo dejó de utilizarse el término «Florina» para designar la feria, la pérdida del nombre no restó esencia al tradicional encuentro, «que hoy, 272 años después, conocemos como la Segunda Flor». «Su nombre ha ido cambiando ligeramente a lo largo del tiempo. En 1907, por ejemplo, Fernández Miranda habla de ‘La Flor primera y la Flor postrera’, que duraba entonces dos días, domingo y lunes», explica.

Ya en los años veinte del siglo pasado, se habla, como ahora, de La Flor Primera y La Flor Segunda. Expresiones que conservan el carácter vivo de las ferias mosconas, que forman parte del ADN local. «No pretendo que se le cambie el nombre a la Segunda Flor… Pero quizá podría recuperarse, de alguna manera, esta palabra tan guapa de Florina y que ambas denominaciones convivan», valora el cronista.

Es a finales del siglo XVIII, «y sobremanera desde el siglo XIX», cuando Fernández señala la decadencia de los mercados periódicos asturianos, con la creación de un comercio de tiendas permanentes. El mercado de Grado, sin embargo, sobrevive y sigue siendo uno de los principales reclamos del municipio.

FUENTE: https://www.lne.es/grado/2024/10/11/fascinante-nombre-carinoso-asturiano-antano-109173695.html