POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN).
Revista La Moraleja, número 95
La Plaza Mayor fue el centro neurálgico de nuestra localidad, aquí se celebraban los tradicionales festejos taurinos; la “iluminación especial”, para celebrar acontecimientos decisivos en la vida nacional; la proyección de películas, los conciertos de las bandas de música; aquí aconteció el triste “Día de los Tiros”, en el año 1931; la coronación de la Virgen de la Fuensanta, en 1956, el desfile de carrozas de la Fiesta del Aceite, en 1961, y numerosos hechos y acontecimientos, más de felicidad, que de dolor. En este lugar se ubicó la que pudo ser la primera fuente y pilar, llamada en principio Fuente de los Leones.
La Fuente de los Leones o de la Mina, debió ser la primera de la localidad, situada en un céntrico lugar, con un pilar abrevadero del numeroso ganado, pero especialmente para los animales de labor, como burros, mulos, caballos… Encontramos varios cambios y pocos textos que nos den luz sobre los primeros años de su existencia.
Consultando carpetas sobre la economía municipal referida al año 1833, encontramos el texto que, trata sobre algunas reparaciones realizadas en la fuente. Por lo que la época de su construcción sería anterior, que no puedo datar. En este documento económico, podemos leer: “pago a Juan de Alaminos, maestro carpintero, por la compostura de la imagen con que está coronada la fuente pública”. Pero desconozco la imagen que pudo haberse colocado en el lugar.
Dos años más tarde se deben realizar obras en la cañería de la fuente, por importe de 120 maravedíes.
Mantener la fuente de la Mina, es tarea constante del Ayuntamiento. En 1857: “hacer dos pilas de piedra para la fuente pública y a Vicente Florenciano por hacer dos caños”
Unos años más tarde leo: “Pagar a Juan Manuel Muñoz, de esta vecindad, su trabajo en echarle a uno de los leones que hay al lado de la Fuente Pública, unas manos de piedra y una peana”. Nos da información sobre los leones, que había, según parece al lado de la Fuente.
Son los libros de actas de plenos los que nos aportan datos, que nos confirman, y nos van acercando a su trascurrir en el tiempo: “En 1881 por el Sr. Alcalde se informó a la Corporación que hace tiempo que se encuentra la cañería de la Fuente Pública de esta villa completamente deteriorada y rota, sin embargo, de las recomposiciones que se le han hecho, pero en virtud que todos los años particularmente en la época de lluvias y con motivo de pasar atravesando distintos molinos aceiteros se filtra la jamila y se une con el agua de lo que resulta un gusto muy malo y no se puede beber, en contra de la higiene y salud que el Ayuntamiento debe velar”.
Se inicia un expediente, encargado al Maestro de Obras, Francisco de Urbita, para que haga estudios, presente el plano, el proyecto necesario y presupuesto de la obra. Haciéndole saber que en virtud “de tiempo inmemorial han venido ocupándose los terrenos por donde corre el agua”, no hay necesidad de expropiaciones de ningún género.
Que viendo el trayecto, que puede ser de 300 metros, se haga el estudio. Que siendo muy abundante el caudal de aguas para la conducción, los tubos deben tener 10 mm de diámetro interior y 10 de grueso y de hierro fundido. Que una vez presentado el proyecto se dé cuenta al Gobernador para su aprobación superior si lo considera como obra pública. Solicitando permiso al Ingeniero de la carretera Albacete-Jaén para hacer las obras.
El presupuesto desde el nacimiento del agua a los caños asciende a seis mil doscientas veintiocho pesetas. Poca prisa o urgencia consideró el Gobernador, ya que en 1882, faltan 2.583 pesetas para completar el gasto total de la fuente pública, por lo que no se aprueba.
Posteriormente se realiza la subasta de las obras, en donde se exponen las necesidades de los metros de tubo, su calidad y grosor, la zanja de cincuenta centímetros de ancha y un metro de profundidad. Se subasta en la cantidad de 7.028 pesetas y el único postor es Francisco Muñoz López.
Años más tarde de haberse realizado las obras: “varios vecinos han hecho reclamaciones verbales sobre el mal estado en que se encuentra el enlosado de la fuente pública de la Plaza Mayor, pues está intransitable y expuesto que ocurran desgracias en algunas personas, principalmente en las de corta edad. Que se dé orden a dos peritos para que reconocieran la expresada fuente, que efectivamente reconocen el peligro del enlosado bastante deteriorado, que necesitaba una pronta reparación, ya que de seguir el abandono, posteriormente será más costosa, cuando en la actualidad y según el cálculo formado con el mayor detenimiento, puede llevarse a cabo por 480 pesetas. Los concejales aprueban la recomposición del enlosado de la Fuente Pública, cuyas obras se llevarán a cabo por administración”.
Continuó el tema de las piedras peligrosas, junto a la fuente: “Que en la plaza de la Villa están amontonados con perjuicio del tránsito público las piedras extraídas de la fuente de agua potable, de dicha plaza. Que el Ayuntamiento, previo un breve expediente se haga constar el número de piedras y su valor calculado pericialmente, se adjudique en subasta al mejor postor. Que si la subasta no se pudiera celebrar por falta de licitadores, se celebrará una segunda o el alcalde tomará la decisión de dejar expedita la vía pública y depositar la piedra en lugar que ofrezca seguridad”.
El lugar desde el que llega el agua a la Fuente de la Plaza Mayor es la Pedriza, por lo que varios vecinos protestan por una demolición con barrenos, que realizan junto al lugar de las aguas que abastecen al pueblo
En 1900, el alcalde D. Esteban Marín Bueno propone y se acepta “Que se construya una barandilla cuyos balaustres serán de hierro, formados a gusto del artista encargado de la construcción para colocarla en el Pilón de la Fuente Pública de la Plaza Mayor, en toda la extensión que aquel ocupa”. Este proyecto no se llevó a cabo.
En 1902, el alcalde propuso que la Virgen del Triunfo que se hallaba en el paseo público de esta villa se trasladase y colocase en el nicho que había sobre la Fuente Pública de la Plaza. En una descripción de este lugar escriben “Dentro de la hornacina aconchada está una Virgen con el Niño, Nuestra Señora de Loreto”.
José Luis Nula nos comentó sus recuerdos y la aportación oral de sus mayores: “La fuente consistía en tres caños de bronce que salían de tres sillares de cantería del muro de la casa, con adornos labrados en forma de rombos; por encima a cierta altura había una gran hornacina de fina cantería con tejadillo de loza en forma de pirámide y como remate una cruz de forja. En su interior daba cobijo a una imagen también de piedra, de la Virgen Purísima con un ángel a cada lado; por debajo de la repisa un gran escudo de fina cantería. Los caños vertían el agua sobre tres piletas empotradas en el suelo. Por debajo de la fuente un hermoso pilar recogía el derrame de las piletas. El pilar tendría unos veinte metros de largo por tres de ancho, también de sólida cantería”.
Hay una serie de intervenciones para reparar y limpiar la fuente; trabajos realizados por Rafael Piedra y Miguel Rubio.
En 1909 se paga a Francisco Ruiz Pinel en jornales y materiales para la construcción de una baranda de hierro para el pilón de la Fuente Pública en la Plaza Mayor, cobrando 141,20 pesetas
En 1910 se paga la colocación de la baranda de la Fuente Pública a Pedro de la Piedra Cano, por jornales y materiales invertidos, 100 pesetas y a Andrés López Uceda 17 sacos de cemento.
Las distintas corporaciones cuidan el mantenimiento de la fuente, con obras y cuidados, que no podían esperar el final y cambio de una de las primeras fuentes de la localidad.
La imagen de la antigua fuente de la Mina, pasará al recuerdo con la construcción, años después, del nuevo edificio de la Casa de Doña Lutgarda.
Actas de Plenos del Excmo Ayuntamiento.
Carpeta 931, Cuentas municipales 1885-2Carpeta 1953. Libros de caja 1909-1917
FUENTE: CRONISTA