POR LEOCADIO REDONDO ESPINA, CRONISTA OFICIAL DE NAVA (ASTURIAS)

Con tiempo gris, orbayu e incluso lluvia torrencial, pasaron los días del Festival de la Sidra, que este año celebraba su XL edición, y mejor tiempo hizo el domingo 16, en el que, con sol brillante y cielo azul, Ceceda honró a la Virgen del Carmen con misa solemne, que tuvo lugar al mediodía, a la que siguió concurrida procesión.

En otro orden de cosas, debemos reseñar que el jueves 29 de junio finaba en Oviedo Marina Manuela Bárcena Álvarez, “Manolita”. Contaba 84 años y era viuda de Valentín Pérez Cueto. Manolita era hija de Aurina y de Ignacio, el de Sabina, al que recuerdo perfectamente cuando se llevaba y cargaba madera en los vagones de Económicos, en el cargadero de Carancos, allá por los años sesenta del pasado siglo, pues Ignacio, que fumaba en pipa y lucía bigote, formó parte del gremio de carreteros, como mi suegro Dalmacio. Porque entonces la madera era importante y tenía gran demanda, y aprovecho la circunstancia para recordar la sierra de Isaías Montes, junto a la estación de Nava, y la de Pepe, en La Viña, por poner un par de ejemplos.

El 5 de julio nos dejaba, en Ceceda, Balbina Jul Corte, a los 91 años. Balbina, que tuvo otro hermano, llamado Ángel, era hija de Silvestre Jul, que procedía de Galicia, y de Filomena Corte, de Ceceda, que la fueron a nacer en Barcelona. Balbina, a la que conocí, cuando era moza, trabajando en la casa de Ángel “el de la Xica”, junto al puente de piedra, contrajo matrimonio con Manuel Pozo Barro, gaditano y miembro de la Benemérita, al que recuerdo de uniforme, menudo y con bigote. Por cuestiones del servicio de Manuel, la pareja residió en principio en Ceceda, donde nació Maribel, la primera hija; después en Bimenes y, por último, en Lugones, donde vió la luz Merche, su hija segunda y última. Y, ya viuda, Balbina pasó a residir en el encontradizu y soleyeru barrio de El Pedregal, en la antigua Ceceda de Arriba, en el que por cierto, sigue manando la antigua fuentina.

El jueves 13 finaba en esta villa Teresa Guerra Corral, a los 90 años, dejando viudo a David Canal Guerra. El matrimonio, que era muy conocido en Alles, pues no en vano David fue allí cartero durante bastantes años, e incluso sacristán, pasó a residir a Nava hace más de una década para estar más cerca de sus hijas, pues Paquita, casada con Luis,Lobeto y Maite, que lo está con Carlos Palacio, (hubo otro hijo, David, fallecido) llevaban bastante tiempo aquí avecindadas.

Y el lunes 17 nos dejaban dos vecinos; Saturnina Ramos Fernández y José Manuel Portal Díaz. Saturnina, que era viuda de Aladino Francisco, “El Ferrador” de Pandenes, lo hacía, a los 97 años, en la calle Grandiella, de esta villa, mientras José Manuel lo hacía en su domicilio de Gamonéu, a los 73. José Manuel Portal Díaz, más conocido como Chema, era natural de La Felguera, y su vida laboral había transcurrido en la Duro Felguera. Casado el 24 de julio de 1971 (según me informa, oportuno, mi amigo Cepedal, que perdió la soltería en la misma fecha) con Elena Llana Suárez, de Gamonéu, Nava, con la que tuvo una hija, Noelia, Chema, buen amigo, era un hombre muy sociable, que se integró pronto en el coro naveto de entonces, que dirigía Pepín “el Turrau”. Siempre elegante y cuidadoso en el vestir, fue buen seguidor del Europa y del fútbol en general, atendiendo, también, durante bastantes años, una hermosa huerta junto a su casa.

Con algunas amistades comunes, como Audaz Corte, el de La Turrá (+), sé que, en los últimos tiempos, cuando su estado de salud se tornó más delicado, contó, además de la de su familia, con la cercanía y el apoyo que le brindó Manuel González Expósito, uno de sus más antiguos amigos navetos.

Por último, y para cerrar, lo hago con algo tan musical, y tan nuestro, como la gaita. Porque, los días 18, 19 y 20 del presente se ha celebrado en la villa naveta el Ier Congreso Internacional Gaites Nel Mundu, que entamó la Escuela Municipal de Música de Nava. Y así, burla burlando, con más días nublados que con sol, el mes de julio va pasando.

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20170731 La Nueva España Pag 11 La fuentina de El Pedregal (1)