EL CRONISTA OFICIAL DE INGENIO, RAFAEL SÁNCHEZ VALERÓN ,HIZO UN PEQUEÑO REPASO A LA HISTORIA DE MÁS DE UNA DECENA DE PERSONAJES HISTÓRICOS DE INGENIO QUE BLAS SÁNCHEZ HA IDO MODELANDO, CINCO DE ESOS BUSTOS DE RECIENTE CREACIÓN

La Fundación Canaria Blas Sánchez vivió el pasado viernes, 30 de enero, una nueva noche mágica envuelta en acordes, misterios, historia y poesía al recorrer la 37ª edición de los Senderos de la Música y del Arte.

Con un Almogarén abarrotado, el artista Blas Sánchez dio la bienvenida a todos con sus anécdotas y un pequeño concierto. También tuvo su protagonismo la narradora y escritora Pepa Aurora, quien presentó su nueva obra titulada “La tradición oral en Canarias: misterios, miedos y brujas,” uno de los cuatro libros de una serie basada en la oralidad en Canarias. Habló de algunas de esas historias de hechos misteriosos de las islas que la componen, cuentos «que dieron miedo a toda una generación», despidiéndose con un poema sobre los vientos alisios y anunciando la donación de 12 libros para la Fundación.

Posteriormente fue presentada la nueva presidenta, Soledad Romero, quien ya está inmersa en la preparación del próximo Festival Internacional, Curso y Concurso que cada año celebra la Fundación, para dar paso a continuación al cronista oficial de Ingenio, Rafael Sánchez Valerón. El cronista hizo un pequeño repaso a la historia de más de una decena de personajes históricos de Ingenio que Blas Sánchez ha ido modelando, cinco de esos bustos de reciente creación. Así habló de Juan Espino, médico controvertido que representa para él la bohemia; Antonio Loreto, uno de los luchadores más representativos del municipio que simboliza el honor; el propio Blas Sánchez con tan sólo 17 años, «emblema artístico del pueblo,» a quien el cronista ligó al busto del alcalde Antonio Hernández Rodríguez, zapatero humilde que supo llevar al pueblo en una época muy difícil. Al ostentar éste el puesto de alcalde durante la juventud de Blas, Sánchez Valerón aprovechó para leer un curioso extracto de un pleno de mayo del 53 donde se aprobaba la adquisición, por parte del consistorio, de un violín de concierto para ser donado a Blas, «aventajado alumno pesa a su corta edad,» como premio «a su aplicación y conocimiento.» José Suárez Martín, profesor emblemático que enseñó a Blas; Vicente Boada, médico que destacó especialmente por su faceta de poeta, ligado incluso a la Generación del 27; Silveria Bordón madre que representa el sacrificio; «Manolito» Sánchez, representando la música popular; el propio Rafael Sáchez; el poeta Juanico Nuez, persona humilde, que no sabía leer ni escribir pero poseía una memoria prodigiosa; la ya conocida Pepa Aurora y dos personas que representan la laboriosidad, Bartolomé Rodríguez (Bartolito de Guayadeque) y Basilio González, fueron los otros personajes que el maestro Blas ha querido inmortalizar con sus esculturas.

Tras una breve intervención de la Informadora Turística de Ingenio, Pino Medina, dando la bienvenida al municipio al público presente e invitándoles a conocer con más profundidad la villa, el rapsoda Juan González «El Neke», sobrino de Loreto I, recitó un poema venezolano con un toque de humor acompañado por el maestro. Y los jóvenes alumnos de éste, sus «topitos» como cariñosamente los llama, se encargaron también de amenizar la velada con su música, siendo además los encargados de cerrar el acto.

Fuente: http://www.ingenio.es/