POR ANTONIO LUIS GALIANO, CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA
Aquellos que, desde hace años, nos dedicamos a la investigación y estudio sobre Orihuela, cuando localizamos algún texto manuscrito o impreso sobre la misma que siempre habíamos deseado localizar, hay que reconocer que la alegría nos envuelve. Esto me ha sucedido muchas veces, pero de los primeros casos, refiriéndonos a los impresos fueron un sermón dedicado a nuestras Patronas, Santas Justa y Rufina y el considerado como ‘Resumen histórico’ de Martínez Paterna, ambos publicados en la década de los diez del siglo XVII, y de los que en 1983 y 1984, respectivamente edité una edición facsímil, con estudio preliminar, notas e índices.
A ellos nos vamos a referir, centrándonos en lo que nos dicen sobre la fundación y antigüedad de nuestra tierra, haciendo la salvedad que, la visión que tenemos de la misma en el mundo antiguo, ha estado desde siempre estudiada con mayor o menor profundidad, habiéndose avanzado bastante en las últimas décadas. Sin embargo la perspectiva que de ella dan estos dos historiadores oriolanos del siglo XVII, sobre su fundación sirvió de base para otros posteriores. Nos estamos refiriendo a dos oriolanos, Francisco Martínez Paterna y al agustino fray Francisco Gregorio Arques, autores respectivamente del ‘Breve tratado de la fundación y antigüedad de la Muy Noble y Leal Ciudad de Orihuela’ y del ‘Sermón de las gloriosas Santas Vírgenes y Mártires Justa y Rufina, sevillanas de nación, patronas de la ciudad de Orihuela’. La primera publicada en nuestra ciudad por Agustín Martínez, en 1612, y la segunda en Valencia, por Felipe Mey, en 1617. Aunque podemos estimar a ambas como opúsculos, su consideración como ‘rara avis’ siempre nos ha impulsado a intentar localizar en ellas la génesis de muchas citas que aparecen en autores posteriores. De hecho, la primera de ellas, aparece citada a los cinco años en la segunda, y quedaba incluida en la ‘Bibliotheca Valentina’ de Josef Rodríguez, en 1747. Mientras que la segunda, es referenciada como ‘Resumen histórico’ por Iaime Iordan e incorporada también por el citado Rodríguez y por Vicente Ximeno. Ahora bien, aunque la veracidad o no de los datos que aportan serán objeto de estudio en siglos posteriores, queremos referirnos a ello, con todas las reservas que la investigación nos permite.
Martínez Paterna, cuando trata sobre la fundación de Orihuela, origen y principio de su nombre, recurre a las fuentes que le ofrecen Florián Ocampo, Francisco Tafara, Juan de Mariana, Tolomeo, Juan Vaseo, Lucio Marineo Siculo, Martín de Viciana, Plinio, Juan Margarit ‘el Gerundense’, Carolo Clusio y Bernardino Gómez Miedes. El autor tras contrastar todas ellas, llegó a la conclusión que Orihuela fue fundada por los griegos en el 1400 antes de Cristo, después de referir diversas teorías como las de la fundación de los pueblos Contestanos, entre los que se encontraba esta tierra, por Testa, dieciocho rey de España.
Para justificar dicha fecha de fundación, se basó en la etimología del nombre de Orihuela, tal como la refieren Juan de Mariana, Vaseo y Tolomeo, el cual la ubica en la Terraconense, contradiciendo con ello la opinión de Lucio Marineo Siculo que la ubica en Hurchillo y por el hecho de que El Gerundense establece que «la ciudad que los antiguos llamaban Ortigium, llama agora los modernos Origuela», emplazándola cerca de Guardamar, fundada ésta «en la misma ribera del mar Mediterráneo, y por regalla con sus aguas, como al presente la riega el río llamado por los antiguos árabes Alana, y por los modernos Segura».
En referencia al agustino Francisco Gregorio Arques, basándose en Tolomeo, Diago, El Gerundense, San Jerónimo, Josefo, Alonso Tostado y el moro Rasis, se muestra contrario a la opinión de que Orihuela fuera fundada por Testa y de que perteneciera a la Contestania, pues la considera parte de la Batistania. Así mismo, no comparte la opinión de aquellos que atribuyen dicha fundación a los griegos, ya que defiende la tesis de que ésta acaeció 666 años antes de la llegada de los mismos a España, siendo por tanto efectuada por «los verdaderos naturales españoles… dexandonos por herencia la osadía de Iapher, y enseñándonos a vivir según la ley de la naturaleza». Ahora bien, acepta que fuera poblada por los griegos, que le dieron por nombre Orcelis, que considera como sinónimo de juramento, aunque reitera «haber tenido por primeros padres a naturales españoles, que nos enseñaron a servir a Dios, y a guardar la ley natural, y no a los griegos, idólatras, que ellos fueron los que enseñaron a idolatrar…». Por otro lado, fray Francisco Gregorio Arques apoya la fundación de Orihuela por Tubal, en el monte de San Miguel, donde hoy se encuentra el Seminario.
Sólo hemos pretendido dar a conocer o recordar cómo aquellos autores dedicados a la historiografía oriolana del siglo XVII, utilizando fuentes clásicas y, en algún caso coetáneas a ellos, intentaron indagar sobre la fundación de la que después llegó a ser la segunda ciudad más importante del Reino de Valencia y a ostentar los títulos de Muy Noble, Leal y Siempre Fiel. Así como ofrecer a las nuevas generaciones los datos más o menos veraces que, en su momento, aportaron dos oriolanos de hace cuatro siglos.
Fuente: http://www.laverdad.es/