POR SANTOS BENÍTEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE CÁCERES
Tanto la ciudad como la provincia cacereña se han caracterizado a lo largo de la historia por una rica y variada gastronomía que ha hecho las delicias de todos los cacereños, de los numerosos pueblos que se han asentado en estas tierras y de todos los visitantes y turistas que nos han visitado y recibimos actualmente.
La excelente gastronomía que tenemos en la actualidad es una manifestación más del amplio legado dejado por las diversas civilizaciones que ocuparon estos parajes: cristiana, judía y mora, sin olvidar la gastronomía monacal y la de las Órdenes Militares.
Una herencia vinculada a los productos del cerdo y del cordero, que se puede degustar en la variada oferta de restauración con la que cuenta la ciudad y la provincia. Establecimientos de gran calidad donde los fogones cobran todo el protagonismo para ofrecer a sus comensales las más variadas recetas elaboradas sobre todo con los productos de la tierra.
Pero vamos a poner en marcha la máquina del tiempo y analizar como era la alimentación en el Cáceres Medieval. Por la información que nos facilitan los fueros y la documentación existente en los archivos, podemos señalar que el pan y el vino eran los alimentos básicos, además de carne, hortalizas, legumbres, verduras, frutas y, en contadas ocasiones, pescado.
La carne más degustada era la del cerdo siendo también muy importante la procedente de la caza y las aves de corral. La comida más fuerte del día era la cena y los domingos se juntaba toda la familia después de la misa y se comía un poco mejor que durante la semana.
En las fiestas locales y ferias se hacían excesos y en la época de Cuaresma se sustituía la carne por los pescados, en Cáceres por los de charca y río: tencas, truchas, etc. En los acontecimientos importantes: victorias militares, bodas, nacimientos de hijos, etc., los banquetes a veces se prolongaban durante varios días.
Pero vayamos al siglo XXI, debemos decir que la provincia de Cáceres cuenta con 10 Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas, que son los jamones de Dehesa de Extremadura, la Torta del Casar, los quesos de Los Ibores, el Pimentón de La Vera, el Aceite Gata-Hurdes, la Cereza del Jerte, los vinos Ribera del Guadiana, la miel Villuercas-Ibores y las I.G.P. de Terneras y Corderos de Extremadura. Estaríamos horas hablando de las excelencias de estos productos tan apreciados a nivel nacional e internacional.
Para finalizar señalar que considero fundamental la creación de un producto turístico gastronómico: “Cáceres, te Enamorará su Gastronomía”, “Cáceres de Corazón Gastronómico” o “Cáceres Paraíso Gastronómico”, etc., habría que buscar un nombre atractivo, avalado por las instituciones públicas y privadas, con un atrayente abanico de experiencias y actividades, con un servicio personalizado, con una buena selección de hoteles y restaurantes, etc., intentando realizar una propuesta de valor integral para satisfacer las necesidades del turista que nos visite; intentando conseguir una demanda turística cada vez de mayor calidad dentro del Plan Nacional Estratégico Turístico 2020.
Sería bueno además que formara parte del concepto actual del “Slown Food & Drink”, que pregoniza un ritmo de vida lento para gozar al máximo los momentos de disfrute de ocio.